Capitulo 4

715 Palabras
Los hombres me miraban con enojo por aver dejado que Kyllean se marchara. Sujeté la daga en modo de defensa. Dos hombres se acercaron he intentaron golpearme pero fuí más rápida que ellos y balancee la daga y corte a uno de ellos en el estómago, el me golpeó con un palo lo que me hizo caer en una rodilla. Cuando este se acercó clave la daga en su pierna. Los otros hombres que estaban mirando me sujetaron del cabello y empezaron a golpearme, resivi patadas a los costados de mis costillas, mi nariz fue rota de un puñetazo. Yo sujetaba mi estómago del dolor, fueron tantos los golpes que resivi que termine vomitando sangre. Mi nariz sangraba y mi cabeza daba vueltas, perdí todas mis fuerzas y caí en la oscuridad. *** Cuando desperté me encontraba en una carreta amarrada de mis manos y pies, tenía una mordaza en mi boca. La carreta que nos llevaba estaba protegida con una jaula de madera para evitar que escaparamos. No tengo idea de cuánto tiempo a pasado desde que me desmaye. Solo ruego que él esté bien y haya podido llegar con los caballeros. Aparte de mí hay dos personas más un hombre y un niño, pero estos dos no están amarrados como yo. El hombre solo me miraba como si yo estuviera loca. En parte lo entiendo, que habrá hecho una niña de siete años para estar amarrada como si fuera una criminal. Recordé que en mi muñeca llevo puesta la pulsera de mi madre. Jamás había estado tan feliz de que una joya fuera mágica. Esta pulsera le pertenecía a mi madre fue un regalo de su padre y ella lo atesoraba mucho y lo dejo para mí. Esta pulsera tiene la habilidad de esconderse de los demás sí el portador lo desea, así es como ellos no me la an quitado. Ya pasó un día y medio desde que desperté en la carreta y está solo se detiene por unos cuantos minutos. No nos an dado nada de beber o comer. El niño frente a mí lleva quejándose desde ayer en la noche que tiene sed, pero estos solo lo amenazan para que se calme. *** Punto de vista de Kyllean Luego de que Kiera golpeara al caballo y le dijera que iría por ella no me detuve. Calbague y solo me detuve cuando el caballo necesitaba descansar. Luego de unos minutos continuaba con mi carrera. Sé que si no me doy prisa ella puede desaparecer para siempre. Ella será mi esposa y debí protegerla en lugar de que ella me protegiera a mí. Si tan solo yo no hubiera sido atrapado tal vez ella podría aver escapado de este lugar. Flashback — Principe deberíamos de regresar al palacio, está oscureciendo y no trae caballeros con usted. — ¿Cómo podría traer caballeros si salí sin que mi padre lo supiera? — Pero, príncipe es muy peligroso tenemos que regresar, aún no conocemos muy bien la capital y es enorme y más de noche. — Bien, eres muy miedoso para tener ocho años. — Mi miedo es que podría hacer yo si algo le ocurre su alteza. — Ya, ya, regresemos. Cuando estamos por salir del callejón cuatro hombres aparecieron frente a nosotros. Golpearon a mi amigo y lo dejaron inconciente. Trate de defenderme pero no traía nada con migo. — Llevemos al chico de cabello n***o, se ve que su familia es muy rica, pueda que nos den una gran suma. La capa que traía puesta para ocultar mi identidad se había caído asía atrás dejando al descubierto mi cabello n***o. Uno de ellos, el más fuerte se acercó a gran velocidad y tapó mi boca con un trapo lleno de alguna droga. Mi cabeza empezó a dar vueltas y mire a mi amigo tirado en el suelo mientras mi respiración se volvía cada vez más pesada. — Mira, nos sacamos la lotería. Tenemos al príncipe, sus ojos lo delatan, cabello n***o y ojos dorados, los rasgos de la familia imperial. — Podremos pedir muchas monedas de oro por liberarlo. — Jaja, si podemos... sacar... mu... Sus voces cada vez más se hacían lejanas y mi mente entro en la oscuridad. Cuando desperté estaba en una cabaña de madera. Fin del Flashback.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR