Reconstrúyeme

Capítulo 7

Gian cumplió su promesa; se presentó en la casa de la familia Na en esa misma tarde, ya que no quería darle ninguna razón a Joon Ho para que volviera a golpearlo, porque parecía que la primera vez que pudo librarse de sus golpes al hablarle de su bebé, solo funcionó debido a la sorpresa, pero ya no lo haría más.

Sin embargo, que él se opusiera a ese matrimonio parecía ser algo que Geum Hee esperó, ya que cuando Gian le dijo que no quería casarse con su hijo, esta no pareció sorprendida, pero tampoco estaba dispuesta a ceder, ya que consideraba firmemente que Joon Ho debía de ser responsable con sus acciones.

Mientras estaba sentado en la sala de la familia Na, Gian empezaba a sentirse desesperado porque ella cediera y dijera que no tenía que casarse con Joon Ho, porque no le importaba si ella habló con Su Ji, o si esta estaba de acuerdo con el hecho de que se casara, ya que el doncel creía que podía encontrar la manera de que ella cediera y no estuviera de acuerdo con que tuviera que casarse con Na.

Gian estaba decidido a hacer lo que fuera para poder mantener a su bebé a salvo.

—¡Mi hijo te violó, Gian!

Geum Hee se levantó del sofá, parecía frustrada y triste por las insistencias del doncel por no casarse con Joon Ho y, lo que más inquieta la tenía, era el hecho de pensar en lo que tuvo que haber hecho su hijo para que el doncel estuviera ahí, en su sala, casi al borde del llanto cada vez que ella intentaba convencerlo de que lo mejor era que se casaran, después de todo, ya había sido “deshonrado”, por lo que si en el futuro quería casarse, iba a ser más difícil que alguien quisiera casarse con él.

—Él debe de ser responsable de sus ac…

—¡No lo hizo! —El doncel también se levantó del sillón. —¡Sí, tuvimos sexo, pero…! ¡¿Quién dijo que yo no estuve de acuerdo?! A-Además… ¡Mi hijo no es de él!

Las uñas del doncel se clavaron en las palmas de sus manos, sentía sus ojos picar al borde de las lágrimas. Estaba frustrado y desesperado, pero parecía que Geum Hee no era la mujer comprensiva con la que habló las veces anteriores.

—Joon Ho no es el único hombre con el que he estado.

Gian se sentía denigrado al tener que decir esa mentira, porque sabía que de esa manera su reputación quedaría más manchada de lo que ya estaría cuando la gente se enterara que estaba embarazado.

—Y-Yo… pude tener —negó con la cabeza en un intento de aclarar sus ideas —tuve sexo con cualquier otro hombre.

Vio los ojos de Geum Hee ampliarse por la sorpresa y si otra hubiera sido la situación, se habría reído de su expresión, pero ahora solo quería que ella desistiera de la idea de que él y Joon Ho se tenían que casar por el bebé.

—¡No entiendo de dónde sacan que los donceles solo debemos entregarnos a un hombre! ¡O que… O que tenemos que llegar castos al matrimonio! ¡¿Por qué tenemos que casarnos con la persona que nos hizo daño?!

Gian mordió con fuerza su labio inferior que no dejaba de temblar, ya ni siquiera estaba pensando solo en él, sino que a su memoria le llegó otro doncel, el mismo de sus sueños que también tuvo que permanecer al lado del soldado que le hizo daño y, aunque a veces esos sueños parecían intentar ser el bálsamo para su dolor, en otras ocasiones solo lo hacía enojar más.

—A-Además, si él me hubiera violado, ¡cerca de él es lo menos que quisiera estar! ¡No quisiera a mi bebé si fuera producto de una violación!

La respiración del doncel era irregular. Quería que la mujer entendiera, que dejara de colocar en peligro su vida y la de su hijo, pero ella no parecía hacerlo y seguía aferrándose a su idea de que se casara con Joon Ho, sin darse cuenta que estaba desesperado porque si no lo conseguía, Joon Ho iba a matar a su bebé.

Antes de estar en la casa de los Na, Gian había pensado en todas las opciones que tenía para mantener a salvo a su bebé, pero ninguna le aseguraba que Joon Ho no iba a lastimar a su hijo, a menos que consiguiera que Geum Hee y su Su Ji renunciaran a la idea de que ellos se casaran.

Los ojos de Gian se apretaron y sus manos se dirigieron a la parte baja de su abdomen cuando sintió algo parecido a una punzada, que fue el inicio del dolor severo que se extendió en su vientre y le robó el aliento. No pudo evitar que las lágrimas cayeran de sus ojos, porque conocía ese tipo de dolor, había sentido algo parecido semanas atrás, cuando terminó en el hospital.

En ese momento Gian se sintió culpable de no haber seguido las indicaciones médicas acerca de que necesitaba reposo absoluto después de dejar el hospital, o que debía evitar las emociones fuertes, porque en ese día, desde la mañana estaba sintiendo todo tipo de emociones como preocupación, estrés, frustración, enojo, miedo y muchas más. También estaban los golpes que recibió en el instituto. Además de que, desde que inició la conversación con Geum Hee, había sentido una extraña molestia en su vientre, la que ignoró porque su preocupación estaba en convencer a la mujer de cancelar su compromiso con Joon Ho.

—Gian, ¿qué sucede? —Inquirió Geum Hee.

—M-Mi be-bebé… —logró decir el doncel.

Geum Hee lo miró con sorpresa. Antes de que ella tuviera oportunidad de intentar ayudarlo, Joon Ho entró en la sala y tomó a Gian en brazos para llevarlo al sofá. Él había estado escuchando la conversación entre su madre y el doncel, porque quería asegurarse de que no haría trampa y en lugar de romper el compromiso, amenazara a su madre para apresurar las cosas. Lo último que esperó era que el doncel se volviera blanco como un papel y se retorciera del dolor mientras hablaba con ella.

—Gian, ¿qué te…? —intentó hablar Geum Hee.

—Necesito… hospital… —habló casi sin aliento el doncel.

Gian sintió que todo se volvió un caos, porque a su alrededor estuvo lleno de gritos e indicaciones. Fue tomado una vez más en los brazos por Joon Ho para llevarlo al auto. Geum Hee sintió que nunca en su vida cometió tantas infracciones de tránsito cuando conducía como en ese día, pero hizo todo lo necesario para llegar rápido al hospital, ya que lo último que deseaba era que la vida del bebé estuviera en peligro.