La CEO y el aspirante a Mafioso

La familia Anderson, es una familia de clase media, muy trabajadora y honrada. Solo son tres integrantes, ya que así lo decidieron para poder sobrevivir y cumplir el sueño de ver realizado a su hijo siendo un importante hombre de negocios. Por el esfuerzo de Mauricio y su arduo trabajo habían podido sacar a su hijo Nicolás (Nick) adelanté. Eran una familia feliz hasta que en una celebración que se llevó a cabo en el parque central "Jackson Godoy" el reconocido y temido mafioso, posó sus ojos en Helen, madre de Nick. Este hombre era inmensamente poderoso y temido, pero lo que más lo caracterizaba era lo caprichoso y abusador que solía ser. Él parecía no tener un límite y nadie podía objetar a sus decisiones. Helen, bailaba feliz en aquella fiesta, sin imaginar que había sido seleccionada, y partir de ese día su vida cambiaría por completo. Ella estaba bailando cuando este sujeto se acercó y le habló al oído, haciendo que su cuerpo temblará de miedo. —Desde esta noche eres mía y si te opones, acabaré con la vida de tu hijo frente a tus ojos. Todo cambió desde aquella noche, la felicidad que había en casa los Anderson se había apagado y quien más lo sentía era el joven Nick, ya que las atenciones no eran las mismas y solo veía tristeza en los rostros de sus padres. Desde ese día estuvo atento para intentar descubrir el misterio que sus padres ya tenían por costumbre. —Él ha dicho que vendrá hoy y que debo estar presente. —¡No! —ella lo abrazó, llorando desesperada. —Por favor no te opongas. —Siento tanta importancia que no creo que mi corazón siga soportando más. Nicolás observó a sus padres en una extraña situación y se mantuvo pendiente, sin imaginar que ese día se enteraría la situación que había llevado la tristeza y amargura a su familia hacía ya tres años. Él observó a ese hombre Jackson entrar a la casa acompañado de sus guardaespaldas. No pasó mucho tiempo cuando ingresó a la habitación de sus padres y como siempre cerraron la puerta de un fuerte golpe. Él corrió y se mantuvo curioso a lo que sucedería, así que observó por la ventana como abusaba de su madre sexualmente, mientras su padre observaba todo siendo apuntado con una pistola en su cabeza. Ese día, Nicolás Anderson, conoció lo que era sentir odio en su corazón. Él no se atrevió a decir nada para que sus padres no fueran a interferir en el odio que había crecido en su corazón a partir de ese día. Su frustración crecía, ya que pasaron los años y veía consumir a sus padres sin poder hacer nada al respecto. Cada día soñaba y planeaba como le quitaría la vida a ese desgraciado con sus propias manos, pero no se esperaba que sus padres habían perdido las fuerzas y juntos tomaron una terrible decisión. —¡Nooo! ¡Papá, Mamá! —Ya es tarde, hijo. Ellos han dejado este mundo. Después de ese día el sol se ocultó para siempre. Nick se había quedado solo y sin esperanza. Lo único que lo mantenía con vida era la sed de venganza y el deseo de que llegará el día del juicio. *5 Años después* —¡Felicidades por tu graduación! —se acerca Jhon (el mejor amigo de Nick) Ahora lo que continúa es buscar hasta encontrar un buen trabajo, tus notas han sido las mejores. —Yo llegué hasta este día, solo porque le hice la promesa a mis padres y no pensé fallarles, pero en un estúpido trabajo no voy a lograr lo que quiero. —Amigo, por favor, no desperdicies ese enorme talento que tienes, sonríe a la vida y sigue adelante. —Yo solo le pienso sonreír a la vida, el día del juicio final y ese día me reuniré con mis padres. Jhon quería a Nick cómo a un hermano, pues estaban juntos desde que él había perdido a sus padres. Desde ese momento aprendió a conocer el gran ser humano que era, a pesar del dolor que había arropado a su corazón. —Yo sé que algún día llevarás a cabo tu venganza y te veré sonreír. Nick observó a su amigo y le tendió la mano. —Eres un hombre de corazón bueno. ¡Nunca cambies! Él salió de aquel lugar con el reconocimiento académico en las manos caminando a toda prisa. —¿No piensas celebrar por tu graduación? —No. —responde cortante y directo. —Yo entiendo que desees con todas tus fuerzas esta venganza, pero eres joven e inteligente, puedes ir viviendo la vida mientras llega el día del juicio o como sea que lo llames. —Ve y disfruta tú. Yo estoy ocupado pensando e investigando otras cosas. Nick estaba tras el rastro de alguien cercano a Jackson. Desde la muerte de sus padres, él perdió toda pista y hasta ahora no había estado tan cerca, así que no tenía pensado perder la oportunidad. Solo que el sujeto no se presentó a la cita y esto activó su ansiedad y regresó al único lugar que lo podía tranquilizar. "Tattoo Ángel" En los momentos de frustración optaba por hacer un nuevo tatuaje y sintiendo la aguja acariciar su piel era en donde encontraba tranquilidad. De esa manera, su cuerpo estaba marcado con tatuajes, en su pecho, cuello y ambos brazos. Ese día colocó alas en su pecho. Lo hizo simulando el ángel en el que se había convertido su madre y lo tatuó justo en su pecho. —Para ti madre querida. —pronunció una vez terminó su tatuaje y miraba su reflejo en el espejo. El mismo día se graduó Grettel. La consentida de la familia Brown. Ese día ella tomó hasta perder la conciencia, celebrando que por fin había salido de la esclavitud, que eran los fastidiosos estudios. Solo que la felicidad le duró hasta el mediodía del día siguiente, cuando al abrir los ojos encontró el rostro severo de su padre con el ceño fruncido. —¡Excelente! —aplaude con sarcasmo. —Aquí tenemos a mi futura heredera y CEO de las empresas de automóviles de lujo Brown. —¡Papá! Yo solo estaba celebrando mi graduación. No hace falta que me repitas lo que tengo que hacer. —¿Ya has celebrado? ¡Genial! Ahora tienes un mes para formalizar una relación y dar el paso al altar. Por mi edad en cualquier momento dejó este mundo y lo que menos deseo es que te quedes sola. Ella talla sus ojos, sorprendida y molesta. —¿Quieres que me casé con un desconocido? Lo peor es que tal locura te convence, de que esto es lo prudente para no dejarme sola si te sucediera algo. —No pienso discutirlo contigo. Fueron sus últimas palabras para luego salir azotando la puerta. Entonces fue cuando Marie (su mejor amiga) reaccionó a lo que escuchó. —Tu padre está muy en serio con lo de tu matrimonio. —Yo soy joven y merezco vivir ¿Por qué tanto afán en un matrimonio? —Yo escuché a mi padre decir, que el señor Gregorio había dicho que si no le presentaban a un novio y te casabas, te iba a comprometer con Cristian Ferrer. —¿¡Qué!? ¡Mi padre se ha enloquecido! Jamás me casaría con ese viejo feo. —Entonces debes ayudarte y hacerlo tú. Ya te había hablado del matrimonio por contrato, esto podría ayudarte a salir del aprieto. Así tu padre se mantiene tranquilo y puedes hacer lo que planeaste de ir a Italia para iniciar a cumplir tus sueños. —Me has convencido. Haré lo que él diga, pero tendrá que aceptar a quien le presente como mi esposo. —Mi padre es abogado y él nos ayudará en lo que necesitemos con referencia a este estupendo plan. —Inicia por colocar una publicación anónima, llamativa e irresistible. Escoge un perfil villano. Tatuajes, piercing, nada agradable para la vista de la sociedad. —¡Estás loca! Esto se podría escapar de tus manos y resultar muy peligroso. Además, que yo sepa, has descrito todo lo que no te gustaría en un hombre. —Él es quien desea que me casé. Pues yo solo voy a seguir órdenes. —Yo propongo un perfil… —Ya te dije lo que deseo. Haré un matrimonio de mentiras por un año, luego me divorcio por problemas de familia y listo. Ella se puso de pie y alcanzó su portátil para hacer el comunicado de lo que necesitaba. Estaba dispuesta a mostrarle a su padre que no necesita un matrimonio para llegar hasta donde él desea que lo haga. Anuncio: Se busca acompañante por un periodo de un año. Si te gusta la aventura y quieres ganar 25,000 dólares o más, no lo pienses y escribe al privado. —¡Ay amiga! Con ese anuncio solo responderán los interesados y ambiciosos ¿No te da miedo? —Miedo me daría alguna toma de decisión estúpida que decida hacer mi padre. Tenemos que escoger a alguien y en cuanto lo encontremos simulamos la boda y me voy a Italia. Él puede hacer lo que desee, menos verse con mi padre. —Esto no me gusta. —¿Crees que a mí sí? Me conoces. Yo soy una enamorada empedernida que creé en el amor y el impacto que este hermoso sentimiento crea en las personas. Es difícil para mí pensar que usaré uno de los momentos más importantes en la vida de una persona como decisión rápida de mi querido padre. Clin —sonido de notificación. —Ya tenemos nuestro primer interesado. Grettel coloca sus ojos en blanco e intenta preparar su mente y espíritu para esta nueva misión que de seguro marcará su vida, aunque se trate de un matrimonio simulado. Pasaron los días y ella seguía bajo la presión de su padre y sin tener respuesta del anuncio que había dejado. Ese día decidió entrar a los mensajes, pero lo único que logró sentir fue depresión ante la horrible situación a la que tenía que enfrentarse. ¡Ring, Ring, Ring! —¡Hello! —responde ya con los ojos húmedos. —Amiga. Tengo dos posibles esposos para ti. —¿Te puedes ahorrar tantos detalles? —Tengo uno que de seguro tu padre aprobará y el otro está bello, pero lleno de tatuajes y con rostro de amargado. —Sin dudas el segundo. ¡Mi padre quería un yerno, pues yo le daré un yerno! —Eso no es todo. —Eso me asusta. —responde ya paranoica. —Encontré un fotógrafo profesional que puede simular la boda y todo un evento solo con algunas imágenes de ustedes. Me aseguró que con la inteligencia artificial todo es posible. —Te amo. —Te enviaré las fotos de los perfiles que encontré menos mal, e iniciaremos con el juego. —Ya te dije que deseo que sea el chico de los tatuajes. No me importa quién sea. Si está dispuesto a dejarme libre e ir tras mi meta por 10 meses. Es el único requisito que me interesa. —En este momento arregló un encuentro y ponemos en marcha este plan. —¡Perfecto!