DIOSA

Capítulo 7: Santiago

LA DIOSA.

¿La Diosa?

—¿Quién demonios es ella? —pregunto arrugando el entrecejo.

—Controla toda Malte —dice, yo niego.

—Eso lo hace el destripador —digo, ahora es él el que niega.

—No hace años ella lo asesino, él muy idiota tenía una regla, “Quién tenga mi cabeza en sus manos, será el dios de todo este imperio, sin ningún tipo de duda”, nunca pensó que alguien lo intentaría matar —dijo, yo asiento pensativo.

—Así que la Diosa, ¿Por qué la llaman así? —

—Tiene controlada toda esa ciudad, tiene gran armamento, autos blindados, la ciudad completa le es fiel, los que la han desafiado han muerto —

—Vaya, ¿cómo no había oído hablar de ella?—

—Hace unos años que ya nadie la ataca, nadie se ha atrevido, lo ve todo y lo sabe todo —dice Matías.

—¿Y crees que ella es nuestra mejor opción?,   teniendo en cuenta de que en este momento estamos en desventaja si es que se aliaron con los italianos —

—Si, señor, por lo que he escuchado, en su última guerra batallo contra dos ciudades —dice, yo abro los ojos sorprendido.

—Con razón nadie la ha desafiado, bueno Matías, consigue una cita con ella, entre antes actuemos, mejor —

—Por supuesto, señor —

Cuando Matías se va, me quedo pensando en ella, ¿tan poderosa es?, es raro ver mujeres en este oficio, pero me intriga mucho conocerla. 

—Estoy listo —

Miro hacia la puerta, mi hermano esta parado, se arregla la chaqueta negra que lleva, yo asiento, me levanto y agarro mi chaqueta de cuero n***o, agarro mi arma y pienso en echármela en la parte de atrás del pantalón pero pienso que en caso de algo demorare más tiempo en quitarla.

—Póntela —digo pasándole una funda a Jhony, él la toma.

—¿Tan mal esta la cosa? —pregunta yo asiento, me cruzo la funda por el pecho, de modo que la pistola queda a la altura de mi pecho, Jhony hace lo mismo.

—Vamos, te contaré en el auto —

Salimos de la casa y entramos a la camioneta Ranger, en dirección a la casa de la mujer de Rodrigo, siempre hacíamos esto, cuando moría alguno de nosotros, Jhony y yo íbamos personalmente a avisarle a sus familias, pero este caso era personal.

—Los diablos de este, se aliaron con los italianos, nos declararon la guerra —digo, Jhony niega.

—La muerte de Rodrigo es la declaración —

—Si, están ansiosos de poder, y se aliaron con los italianos así que estamos en una clara desventaja —digo, él asiente.

—¿Tenemos el armamento adecuado? —pregunta, yo niego.

—Tenemos el armamento pero ellos nos superan en hombres y por supuesto en armamento —

—¿Qué tienes planeado? —

—Matías me contó sobre una tal Diosa, que gobierna Malte —digo, él me mira y asiente.

—He escuchado hablar de ella, tiene bastante poder —dice.

—Es decir, soy él único que no ha escuchado de ella —

—¿Te aliarás con ella? —

—Le pedí a Matías que consiguiera que ella nos viera —digo, Jhony asiente.

—Es raro ver a una mujer dirigiendo esta clase de negocios y más a ella, teniendo en cuenta que debe tener unos veinte y tres años —dice, yo lo miro sorprendida.

—Es demasiado joven, teniendo en cuenta que lleva años a cargo —

—Debe ser una mujer muy inteligente, y por lo que he escuchado, es muy hermosa —dice, yo sonrío.

—En ese caso será un placer conocerla y aliarme con ella —digo, Jhony ríe.

—Claro que tú dirías algo así —

Cuando llegamos a la casa de Rodrigo, Lena esta en su jardín cortando algunas flores, en su cara puedo ver tranquilidad, ajena a todo esto. 

—Odio cuando tenemos que hacer esto —dice Jhony, yo asiento.

Bajo de la camioneta, Lena mira hacia nosotros y sonríe, pero al vernos serios y no ver a Rodrigo, su expresión pasa a una asustada.

—Hola Lena —digo, ella se levanta y se limpia las manos en su delantal.

—¿Qué sucede?, ¿Dónde esta Rodrigo? —pregunta mirando hacia atrás, seguramente esperando que él aparezca tras nosotros, yo suspiro y niego.

—Ha muerto —digo, ella se lleva las manos a la boca, sus ojos se llenan de lágrimas, parece que se va a desmayar así que me acerco rápidamente a ella para tomarla.

—Vamos a dentro —dice Jhony, tomo a Lena en brazos mientras  ella solloza en mis brazos, una vez dentro de su casa, un olor a vainilla nos recibe. Yo la dejo sobre su sofá.

—¿Qué sucedió? —pregunta entre lágrimas.

—Él y otros chicos salieron a una ronda, los emboscaron, Rodrigo se bajo de la camioneta y le dispararon —digo, ella niega.

—Siempre fue un idiota —dice, yo sonrió con tristeza—. Estoy embarazada, me ha dejado sola —dice volviendo a llorar, ambos con Jhony negamos con la cabeza.

—Vinimos a decirte que no estás sola, Rodrigo era mi mejor amigo, nunca te faltará nada, ni a ti, ni al bebé —digo, ella asiente.

—Lo mejor será que vayas a casa de tu madre, un nuevo grupo nos ha declarado la guerra, no es seguro para tí —le dice Jhony, ella asiente.

—Creo que me haría bien, no quiero estar sola, en cuanto a su cuerpo… —

—Lo enviaremos para allá, no te preocupes por nada, pagaremos todo —digo, ella sonríe, intenta darme una sonrisa pero sale más como una mueca.

—Gracias —

Rodrigo había sido tan tonto, sabía que tendría un hijo, ¿Por qué demonios bajo de la camioneta?.

En verdad lo sabía, su complejo de superioridad lo atormentaba y lo dominaba, cuando supe que Lena estaba embarazada, le ofrecí salirse de esto, para que estuviera con ella y su hijo o hija, por fin había encontrado una buena mujer, tenía una casa linda.

Pero él siempre me decía,

—Santiago, nacimos para esto, somos los putos dioses, la única forma de que yo me salga de esto es que me maten —

Bueno amigo, que en paz descanses.

Cuando llegamos a la casa, Matías me esta esperando en la puerta.

—¿Novedades? —pregunto, él asiente.

—Los chicos están todos reunidos para hablar con usted, además me comunique con uno de los chicos de la Diosa, ella accedió a verlo, al parecer intentaron atacarla también, pero nadie resulto herido ni muerto —dice, yo asiento.

—Bueno al menos fueron más inteligentes que Rodrigo, ¿Para cuándo? —

—Mañana mismo, señor —dice, yo asiento y palmeo su espalda.

—Bien hecho Matías —

Por fin iba a conocer a la famosa y temida Diosa, debo decir que tengo altas expectativas después de lo que dijo Jhony, eso lo hace mucho más emocionante.