POV ELIZABETH Desde ese día, las amenazas se intensificaron. Ya no eran solo mensajes vagos o advertencias sutiles. Ahora contenían detalles personales que solo alguien que me conociera bien sabría. Datos sobre mi rutina, cosas que había hecho años atrás, recuerdos que nunca había compartido públicamente. Y eso me aterraba más de lo que estaba dispuesta a admitir. James comenzó a aparecer con más frecuencia. "Casualmente" en el mismo café que yo visitaba, en eventos en los que antes nunca había estado interesado. Se acercaba con su sonrisa encantadora, hablándome como si aún tuviéramos algo pendiente. Asegurándome que me extrañaba, que todo había sido un error, que debíamos darnos otra oportunidad. Yo lo rechazaba, pero había algo inquietante en él. Algo en su mirada que me revolvía el

