Capítulo Tres Lo primero es lo primero. ¿Debería llevar mi modelito de ladrona felina para esto? No, eso sería inútil. Hay que desnudarse para jugar. En vez de eso me pongo mi mejor traje de baño. Con suerte, me permitirán dejármelo puesto. Una vez decidido el vestuario, voy a por el maquillaje, priorizando lo siguiente: resistente al agua para que no se me corra en el banya, y que aumente mi s*x-appeal, para que Calentorro McEspía quiera llamarme después. Me sujeto la peluca con la jaula de Faraday en la cabeza, me encamino tranquilamente hacia la puerta y entonces miro la hora. Mierda. Es más tarde de lo que creía. Tendré que ir al punto de encuentro conduciendo en vez de andando. La alerta del timbre de la puerta suena en mi móvil. Qué raro. No espero a nadie. Aunque tenga la m

