El plan casi perfecto

DÍAS DESPUES —No puedo creer que haya funcionado— lo decía muy calmado, pero yo sabía que en el fondo estaba igual de preocupado que yo.  Habíamos llegado hace unos momentos a la casa en la que nos quedaríamos unos días, lejos de la zona centro de la ciudad para evitar que alguien pudiera descubrirnos. No era una casa grande, era de madera y tenía dos habitaciones, una pequeña cocina y un baño. —¿De verdad no te duele haber dejado a tu familia, a tu novia y amigos? Además, casi lo arruinas todo, digo, últimamente no eras muy apegado a ellos, pero no creo que te importe tan poco— dije un poco triste y confundida por su actitud, la primera parte del plan había salido perfecta pero estaba segura de que algo iba a salir mal, nunca nada me había salido tan perfecto antes. —No sé de qué te sorprendes, la idea fue tuya, además es por nuestro bien, lo sabes, ya pasaron varios meses de haber planeado todo y hasta hoy somos libres, deberías estar feliz por mí, por nosotros— Javier ya lucía un poco alterado, hasta enojado diría yo. —Si, pero me costó volverte a convencer después de que ya habías renunciado a hacerlo, pero está bien, tranquilo, lo entiendo es solo que me preocupa lo que pasará de ahora en adelante, te recuerdo que aún falta mi parte, por lo que yo aún no soy libre del todo, pero por ahora instálate en tu recámara mientras hago unas llamadas y comienzo a preparar la siguiente parte del plan— asiente acariciando mi brazo —¿Irás a mi funeral? — pregunta Javier un tanto triste y con la mirada hacia el suelo, creo que eso es lo único que de verdad lo tiene preocupado, la reacción de sus padres ante la situación falsa, ellos creen que están perdiendo a su hijo cuando la realidad es otra —Sabes que tengo que hacerlo, me tienen que ver ahí, sobre todo ella, sería sospechoso que siendo tu mejor amiga no esté presente— él solo asiente con la cabeza, me da un beso en la cabeza y salgo de su recámara para dirigirme hacia mi habitación para hacer mis llamadas pendientes, marco al teléfono de la persona que me va a ayudar a escapar.  —Hola? — responde un hombre del otro lado de la línea —Es hora, ¿Qué tengo que hacer? —