**DEBBIE** Al día siguiente, decidí buscar a Tiffany en la universidad. La encontré en la cafetería, riendo y hablando con un grupo de amigos. Su risa resonaba en mis oídos como un eco burlón. Me acerqué, el corazón latiendo con fuerza, y cuando ella me vio, su expresión cambió a una mezcla de sorpresa y desdén. —¿Qué quieres, Debbie? —preguntó, con un tono que dejaba claro que no estaba interesada en escucharme. —Necesitamos hablar —respondí, tratando de mantener la calma. Mi voz sonaba más firme de lo que me sentía. —¿De qué? ¿De lo mal que te va en la vida? —se burló, y sus amigos se rieron, como si estuvieran disfrutando del espectáculo. —No estoy aquí para que te rías de mí. Estoy aquí porque estoy cansada de tus mentiras. —El coraje brotaba de mí, aunque el miedo aún intentaba a

