**KEVIN** Deslicé mis labios por su cuello, dejando un rastro de besos húmedos que la hicieron estremecer. Mis manos encontraron el camino a sus pechos, y los acaricié suavemente, sintiendo cómo sus pezones se endurecían bajo mis dedos. Ella gimió, arqueando su espalda, pidiendo más. —Eres tan hermosa —murmuré, bajando mis labios a sus pechos, chupando y mordisqueando suavemente. Mis manos continuaron su exploración, bajando por su estómago, hasta que encontraron el borde de sus bragas. Las deslicé lentamente, sintiendo cómo se estremecía con cada movimiento. Cuando finalmente las quité, me tomé un momento para admirar su cuerpo desnudo, perfecto y listo para mí. —Eres mía —dije, mi voz llena de posesión y deseo. Me coloqué entre sus piernas, sintiendo su calor y humedad. La penetré l

