**KEVIN** Una vez allí, la acomodé en el asiento trasero y di la orden al chofer para que nos llevara directamente a casa, lo más rápido posible. Ella quedó sentada sobre mí durante el trayecto, su peso ligero, pero perceptible, su trasero rozando sutilmente mi creciente excitación, un recordatorio constante de la razón por la que estábamos en esta situación. Al llegar a mi alcoba, la deposité con delicadeza sobre la cama, asegurándome de que estuviera lo más cómoda posible. Empecé a desvestirme lentamente, saboreando cada momento, mientras observaba cómo ella se movía ligeramente, luchando por despertar de su letargo inducido. Era evidente que la droga que le había dado solo tenía como objetivo intensificar su excitación, preparándola para lo que estaba por venir. Lentamente, muy lent

