**KEVIN** Era inaceptable, y en cuanto recuperara la claridad mental necesaria, juro solemnemente que lo investigaré hasta las últimas consecuencias. Descubriré qué sustancia me administró y cuáles eran sus intenciones. Mi cuerpo, desafortunadamente, no tolera en absoluto este tipo de alteraciones; los síntomas eran demasiado evidentes y desagradables para ignorarlos. Abrí el grifo, ajustando la temperatura hasta que el agua estuviera helada, y me sumergí en la ducha. Permanecí allí por largo rato, dejando que el agua fría recorriera cada centímetro de mi piel, intentando en vano eliminar cualquier rastro de la sustancia desconocida y aliviar la desagradable sensación que me embargaba. Me siento muy mal y llamaré a recepción para que me consigan un médico. Al salir del baño, vi a un

