Cristine
El vestido era azul con detalles de encaje tenía una apertura en la pierna llegando hasta mis glúteos, sin duda me sentía sensual.
-Te ves preciosa- menciono mi padre tomando mi mano para ayudarme a caminar
-Gracias papá tu siempre tan lindo- bese su mejilla- Dime que tengo que hacer- mencione mirando el escenario
-Es sencillo hija, solo sonríe para la cámara, se tu misma- me dejo frente a la cámara, podía sentir la mirada de todos en especial de Gerardo quien no disimulaba en nada y eso me imponía un poco.
El fotógrafo llamo mi atención y comencé a posar para la cámara, me coloque en varias posiciones y sonreí para cada una de las fotos, luego tuve que cambiarme, esta vez me coloque un vestido verde y quedaba más corto que el otro, volví a hacer mi trabajo con cada uno de los vestuarios.
-¿Modelarias ropa interior? - pregunto la chica que se encargaba de esto lo que atrajo la mirada de mi padre y Gerardo sonrió
-¿Disculpa? - pregunte un poco alarmada- No, no lo haría- mencione calmandome
-No le metas esas ideas Ruth, mi hija no se mostrará en ropa interior- demandó mi padre y lo abrace un poco
-Quedarian muy bien las fotos, deberían considerarlo un poco- Gera se acomodo el cabello y yo suspire
-Tengo una reputación en Italia y no pienso mancharla por posar en ropa interior- sanje el tema por lo que ya no insistieron.
Fui al camerino y me cambie, me coloque de nuevo mi ropa y solte mi cabello, los pasadores habían provocado que me doliera la cabeza.
Al salir regrese con mi padre a la casa, era un poco tarde y de verdad me sentía cansada, tanto que solo quería subir a mi habitación para poder dormir un poco.
Al entrar deje caer mi bolsa en el sillón que estaba al lado de la puerta y me deje caer en la cama boca abajo mientras revisaba mis mensajes.
-Muñeca- la voz de Gera me erizo la piel, tenía mucho que no me llamaba así, me levante rápidamente, estaba en la puerta mirándome de una manera extraña
-¿Pasa algo?- pregunte y el se acerco cerrando la puerta tras de él, mi respiración comenzó agitarse, había evitado estar a solas con el pero parece que fue en vano
-Necesitamos hablar- menciono y yo negue
-No se de que quieras hablar- retrocedi unos pasos pero el aún se acerco
-Hace 8 años me dejaste una carta- señaló el sobre que tenía en la mano- Decías que estabas enamorada de mi- me di un golpe mental al escucharlo
-Tu lo dijiste fue hace años y ahora estás casado con mi hermana- le recordé y el nego
-Vine a buscarte cuando leí la carta, quería intentarlo contigo- acarició mi mejilla y abrí mis ojos un poco- Quería que me dieras la oportunidad de conquistarte- su mano se detuvo en mi nuca y tiro de mi cuerpo para acercarme al suyo no podía reaccionar, esto era lo que había soñado en años- Quiero saber que se siente tocarte siempre lo he querido- sus labios tomaron los míos con desesperación, abrí mis ojos sorprendida.
No podía reaccionar, mi corazón latía a mil por hora y un nuevo sentimiento se instalo en mi pecho, me aleje rápidamente de él y golpee su mejilla con mi mano realmente molesta.
-¿Qué te pasa? - hable bajo pero sería, no quería que nadie se diera cuenta- Estas casado con mi hermana- hablé horrorizada
-Se que también me deseas, tu cuerpo me lo dice- intento acercarse- acabemos con este deseo- intento tocarme pero me aleje
-Estas casado con mi hermana, tu hijo acaba de nacer y yo no seré la culpable de la desgracia de mi hermana, vete- lo puje para sacarlo- lárgate o le hablo a mi padre- abrí la puerta y el me miró una última vez
-Te vas arrepentír, regresaras a mi lado suplicando una caricia- hablo con prepotencia antes de irse, ese hombre había dejado de ser ese chico dulce que conocí.
Cerré la puerta de mi habitación y me deje caer recargando mi cuerpo en la puerta, sin poder evitarlo las lágrimas salieron, me sentía sucia, me sentía mal por mi hermana, de alguna manera sentís que la había traicionado y eso era algo que no me perdonaría jamás.
Me puse de pie y tomé mi maleta, comencé a meter todas mis cosas en ella y la cerré, estaba decidía a irme, no podía quedarme más tiempo aquí.
- Hija... - mi padre me miro preocupado al verme- ¿Ya te vas? - pregunto mirándome y asentí
-Si papá, tengo que irme hay un problema en el hospital y me requieren ahi- mentí un poco y el asintio
-Cuidate mucho hija- menciono mi madre abrazandome
-Volveré pronto madre lo prometo- asegure
-Te llevo al aeropuerto- menciono Gerardo poniéndose se pie y yo lo mire molesta
-No gracias, voy a recoger unas cosas que me pidió Adriana y me voy, cuida a tu mujer- le recordé y el sonrió besando a mi hermana haciendo que mi estómago se revolviera
-Cuidate Hermana te quiero- sentí una opresión en mi pecho y sonreí antes de abrazarla
-Yo también te quiero enana- me despedí de mi familia y salí de la casa.
Tomé un taxi y pedí que me llevara a un antro, no me sentía realmente bien para irme, y menos para quedarme sola.
Llegue a un antro y pedí una sala privada, deje mi maleta a un lado de la mesa y pedí una cerveza.
Estaba hasta la parte más alta observando a todos, ahogandome en mi miseria.
No tengo razón de cuanto tiempo llevaba ahí solo sabía que había tomado de más, me sentía mareada y no dejaba de llorar.
-¿Te pasa algo? - la voz de un hombre inundó el lugar, se sentó frente a mí y bebió de su vaso
-Soy una mala persona- mencione entre lágrimas- Le falle a mi familia- declare y el me miró, era guapo sus ojos negros y cabello castaño, alto y de buen cuerpo, el sonrió un poco y paso la lengua por sus labios
-No creo que una chica tan guapa como tu haya hecho eso- menciono mirándome fijamente
-Eso dices porque no me conoces- lo señale- Hice algo malo pero- me reí un poco- no estas para escucharlo ni yo para decirlo- me puse de pie y el se acerco al ver que me tambalee un poco lo que me hizo caer de nuevo en el sillon
-Estás muy borracha, te llevo a tu casa- extendió su mano hacia mi pero me reí un poco y negué
-No llévame al aeropuerto- me miro confundido- No pienso quedarme ni un minuto más aquí- me reí- Soy la desgracia de mi familia, y yo no tengo nada que hacer aquí, me voy- me puse de pie
-¿A donde irás? - pregunto y sonrei
-A Italia ¿A donde más? Mi vida esta alla- tome mi cerveza y bebi lo que sobraba del contenido- Allá no tengo examores que se casan con mis hermanas y menos que se atrevan a tanto- tome mi maleta- ¿Me llevarás al aeropuerto o no? - pregunte y el asintió
-Tus deseos son ordenes- pago la cuenta y tomo mi maleta.
Me ayudo a caminar tomándome de la cintura guiándome en medio de la multitud, al salir del antro me llevo a un auto deportivo n***o y me ayudo a subir en el copiloto y abrocho mi cinturon.
Durante el camino mis ojos comenzaron a sentirse pesados, así que no dude mucho en quedarme dormida.
Desperté en una habitación blanca sin ventanas, tenía todo lo de una habitación normal, ¿Pero como había llegado aquí? Me mire y tenía la ropa del día anterior, mi maleta estaba en una esquina y sobre la mesa de noche un reloj haciéndome saber que eran las 10 de la mañana.
Me acerque a la puerta e intente abrirla pero me fue imposible, estaba cerrada con llave, el miedo se instalo en mi cuerpo y tomé mi bolsa tratando de buscar mi móvil pero fue imposible no estaba por ningún lado, esto no estaba bien, algo me decía que estaba en peligro.