La noticia y un reencuentro

1908 Words
Venecia, Italia, 1950 Alessandra P.O.V *Suena el teléfono* -Ciao- -Ciao?- -¿Estoy hablando con Alessandra verdad?- -¿A quien me dirijo?- -Alessandra si o no.- -Si, con ella esta en la linea señor, ¿se puede saber con quien tengo él gusto de hablar?- -Alessandra, ¿Tanto tiempo no? Me había olvidado de tu voz, aunque he de reconocer que la noto, mucho mas madura, parece que la edad afecta, o soy yo, simple y pobre adulto que tiene su sistema auditivo dañado.- -No tengo tiempo para juegos, mucho menos como para que un inútil como tu me llame, y me quiera hacer perder él tiempo, él cual es muy preciado, así que querido hermanito, tienes los próximos 2 minutos, para decir la razón de tu inesperada e irritante llamada, después de ese tiempo, pienso desconectar él teléfono- -Wow, ¿esas son formas de tratar a tu hermano menor?, pensé que eras mas respetuosa- -Un minuto, cuarenta segundos.- -¡Esta bien!, no te enfades, nadie quiere que tu perfecto rostro cuidado con productos millonarios se arrugue.- -Un minutos, 20 segundos, y paciencia al 3 por ciento.- -Ok, esta claro que contigo no se puede bromear, así que iré al grano, papá desapareció, y no sabes cuanto lamento decirte esto por teléfono, pero simplemente se esfumo, nadie lo vio, dejó todo, hasta su ropa. Es muy extraño, y si te soy sincero, tengo mis sospechas. Para tu suerte, ninguna te incluye, o no hasta ahora. Así que lo único que pretendía de tu ocupada persona, era que vinieras a casa, por si quieres ayudar en algo.- *Llamada desconectada* -Mierda, mierda, mierda, mierda, esto no esta bien, No esta NADA bien.-De un momento a otro sentí los párpados pesados, y mis extremidades inferiores incapaces de sostener siquiera un gramo. En un abrir y cerrar de ojos, caí al suelo con un ruido agudo ensordecedor retumbando en mis oídos. -Oooo señorita Russo- ¿Me llamaban a mi? Parecía una voz tan distante... Pero, Russo era mi apellido, al que yo había cambiado apenas tuve edad para hacerlo. -Señorita Russo, ¡por favor no se duerma!.- Otra vez esa voz, ya me estaba pareciendo molesta, aunque cada vez era menor su intensidad, todavía la podía escuchar. -¡ALESSANDRA! ¡NO CIERRES LOS OJOS, SIGUE MI VOZ!.-  Ayyy, por favor, que molestia, cual es él problema de que me duerma...  Esperen un minuto, yo no estaba en mi cama durmiendo, pero si no estaba en mi cama, ¿Entonces que estaba haciendo?... CIERTO, PORCA MISERIA, ¡ESTABA HABLANDO CON DAMIAN!.  En menos de un minuto, y como alma que lleva él diablo, me recompuse, sentándome de golpe, pude reconocer que estaba en él suelo, aunque tenía la visión borrosa y la cabeza dando vueltas, llegue a distinguir a tres personas arrodilladas a mis costados, cada uno mirándome con un par de ojos preocupados.   Al volver completamente en mi, y recuperar mi vista a la normalidad, note que uno de esos tres rostros, le pertenecía a una persona, la cual no veía hacia por lo menos 3 años. -¡Valentino, hermano! ¡Tanto tiempo sin vernos! No tienes idea cuanto te extrañe.- solté de mi boca mientras me abalanzaba, todavía sentada en él suelo, en dirección a la persona de mi misma sangre. -Alessandra, ¿Tanto tiempo verdad?, esta claro que te morías de ganas de verme, y como no, mis admiradoras siempre lo hacen.- presumió mientras me ayudaba a levantarme del suelo tratando de ser cuidadoso.  -Ya me había olvidado que eras un idiota con todas las letras.- Justo en ese momento reaccione que no estábamos solos.   -Anita, Marcos grazie mille per la preoccupazione, sto bene ora, ho un pazzo accanto a me per offrire aiuto. Anita, per favore, chiedici di portarci un caffè, grazie caro.- dije dirigiéndome hacia mis leales trabajadores, llevan conmigo desde hace 5 años. -Sì signorina, subito.- Volví a dirigirme al chico, ahora hombre, que me sacaba por lo menos, 30 centímetros de altura. - ¿Por qué estas aquí?.- -Damián me llamo ayer, le ordene que no te contara nada hasta que yo no estuviera contigo. Él muy maldito se apresuro.- - Típico de él.- le respondí y es que lo era -¿Y ahora que vamos a hacer?.- Procedí a preguntar, aunque en mi interior ya sabia la respuesta. -Alessandra, piensa bien, que ¿tantas opciones tenemos?.-  A la hora ya había comprado dos boletos de avión con rumbo a Oregón para él día siguiente a primera hora. ...................................................  -Tanto tiempo, unos meses mas sin verte y me olvidaba tu rostro.- solté hacia el hombre sentado frente a mi, mientras me llevaba una taza de café a la boca.  - Lo mismo digo, aunque nunca recibí un llamado de tu parte con intensión de pedir permiso para visitarme.-  - Mi teléfono ni siquiera sonaba.- Le respondí cortante, no era mi intensión sonar tan ruda, solo salió de mi, y no llegue a medir con que tono. - No sabes cuanto lo lamento, últimamente el trabajo me tiene muy ocupado.- Respondió Valentino mientras bajaba la cabeza. - Esta bien, entiendo, yo también estuve muy ocupada con eso, parece que de repente todos los empleados decidieron empezar a hacer mal su trabajo. Es muy raro.- termine de decir mientras recordaba una charla con una empleada de ayer, unos clientes se habían quejado, y ella no tuvo mejor idea que preguntarles si estaban seguros con su disconformidad, reiteradas veces. -Es normal.- Me respondió -La semana pasada un trabajador vino a quejarse de como su espacio de trabajo era 2 centímetros mas angosta comparada a la de su colega.- Dijo mientras rodaba los ojos y ponía una cara de fastidio. -Ya nada me sorprende, y no se si eso es bueno o malo, pero bueno.- comentaba mientras me levantaba de mi silla. -Querido hermano, me voy a dormir, te recomendaría hacer lo mismo, o por lo menos intentarlo, mañana va a ser un día largo, buenas noches.- le dije antes de desaparecer por la puerta de el comedor.  Y no mentía, mañana iba a ser un día largo. muy muy largo, volver a su cuidad natal a la cual no visitaba hacia por lo menos 5 años, y reencontrarse con personas desagradables le iba a resultar todo un reto.  A las 5 de la madrugada, los dos   hermanos se encontraban en él aeropuerto de Venecia, esperando su vuelo, cada uno con un libro, una barajas de cartas de póker, pertenecías de higiene indispensables y una maleta cada uno.   Hay que tener presente, que las épocas, no era de conocimiento para la humanidad los "teléfonos celulares", como existen hoy en día, así que ellos trataban que las 22 horas que iban a pasar en el aire, se hicieran mas amenas, y en caso contrario, los dos contaban con una tableta de somníferos al alcance de la mano, aunque esta era su ultima opción.   Pese a los elevados esfuerzos de Alessandra de conseguir un avión privado, como era de costumbre para ella, las escasas 8 horas de anticipación del pedido, hicieron esto imposible, todos estaban en uso, o reservados, de esta manera, la pareja de hermanos tendría que compartir el vehículo volador con otras personas, pero lo que mas la confortaba era que había podido persuadir al piloto que cerraran primera clase solo para estos dos.    Con estos pensamientos en la cabeza, Alessandra se alegraba de la influencia y el poder que su nombre y su dinero tenían. Tenia en mente que el poder en las personas equivocadas era muy peligroso, pero no era su caso, y eso la alegraba.    Aunque la moda de pantalones a rayas largos, las camisas de seda negra y los tapados de hilo italiano ya habían pasado de moda, la chica de ojos oscuros no le dio mucha importancia, ya que sabia que la altura y la ventilación del avión, la calaba hasta los huesos del frío.    Por otra parte, para el ojiclaro, esto no le representaba mayor problema, ya que su gran contextura, y los pantalones de vestir formales que llevaba, no le permitirían sentir las bajas temperaturas.      Mientras los emparentados se ponían al día con sus vidas, el parlante del aeropuerto sonó, llamando a los tripulantes y pasajeros del avión 140906, con destino a Portland, Oregón.   Estos se pararon en la puerta indicada, y su espera no fue extensa, ya que sus pasajes V.I.P aceleraron el proceso.    Yo como su humilde servidor/a, les voy a evitar el aburrimiento del claro procedimiento para embarcar un avión, y los voy a poner en conocimiento de la vida de los prójimos.       Alessandra se había convertido en una reconocida estrella de las empresas, rompiendo todos los estereotipos del momento, la tarea de hacerse un lugar en un territorio, en el cual predominaban los hombres no fue para nada fácil, pero gracias a su esfuerzo y trabajo arduo, lo había logrado con éxito.  Con todo esto, vendría una fortuna de cantidades de dinero, con el cual cualquiera de nosotros soñaría, pero para ella no era la gran cosa, además de vivir y permitirse algún que otro capricho con eso, su importancia no era relevante en su opinión. Esta mujer vivía una vida dentro do todo "común" obviamente con algunas excentricidades, como un jardín con 40 arboles frutales, una biblioteca interminable, y una cocina digna de revista, pero fuera de eso, su vida no era lo que se llama descabellada.   Por otra parte, Valentino. El también era un empresario poderoso, pero se prefería mantener en el mayor anonimato posible, esto se relacionaba a eventos del pasado, el cual no requieren de mayor importancia, pero para tranquilidad de la mayor cantidad de personas posibles, se evitaban.  Se podía decir a ciencia cierta, que la cifra de su dinero, no era muy diferente a la de su hermana, pero en cambio de ella, este vivía una vida totalmente corriente, contaba con un departamento ubicado en Londres, en un piso 10, de dos habitaciones, aunque solo estaba en uso una, 3 baños, balcones espaciosos pero no enormes, y una cocina americana totalmente normal. contaba con un asistente de limpieza la cual realizaba el aseo de la casa, y cocinaba los almuerzos de todos los días, y eso era mas que suficiente.     Al subir, acomodarse, y posterior al despegue, sin tener que decir mucho, los dos hicieron el intento de dormir, ya que la noche anterior, se habrían desvelado conversando sobre distintos temas, pero sobre todo sobre la extraña situación de su padre.  Ninguno de los dos era ingenuo, y sabían que su progenitor tenia enemistades con ciertas personas y sociedades, pero no creían que estas llegaran a tal punto de hacer desaparecer a alguien tan notable como su padre, aun así no descartaban la idea. Otra teoría que había surgido entre los dos pensantes, fue el de un s*******o interesado, es decir, se habían llevado a su padre, y pedirían cierta suma de dinero para liberarlo, de lo contrario lo matarían, aunque esta ultima era dudosa para los dos, ya que había pasado un tiempo sobre la desaparición, y todavía no se hallaban rastros ni extorsiones de parte de nadie hacia nadie.     Eso si, los dos tenían claro, que fuese lo que hubiese pasado, no seria fácil, y a partir de este momento, sus vidas se complicarían y cambiarían para siempre, ya sea gracias a la experiencia y aprendizaje, o en el peor de los casos, al trauma.
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