Otro demonio disfrazado de ángel

13. Charlas con sabor a Interrogatorios

Damian P.O.V

Salí de la ducha sintiendo como las pequeñas gotas de agua que caían de mi cabello, parecían jugar una carrera donde la ganadora era la primera en llegar a la toalla alrededor de mi cadera, y desaparecer.

Estiré el cuello intentando que crujiera, todo mi cuerpo se encontraba tenso, no sabía si era culpa del duro colchón de mi cama, o de los nervios que arrastraba cual piedra, que rogaba desapareciera cuando el interrogatorio a Rosa, para ella una charla, terminara de forma exitosa.

Me cambié rápidamente, entre antes empezara todo, antes terminaría. Bajé con un suave trote las escaleras, viendo directamente a la puerta de la cocina, sin necesidad de ver los perfectamente contados 18 escalones, los cuales conocía de memoria.

Antes de entrar al territorio de Rosa, donde, podía asegurar, estaba cocinando, un pensamiento me interrumpió el paso

" ¿Cuál es el plan?

¿Plan? ¿Ahora? es muy tarde, lo hubieses pensado antes

¿Entonces que? ¿Me enfrentaré al detector de mentiras humanos sin ningún plan? ¿Sin ninguna estrategia? Esto no puede salir bien

Basta de melodrama, lo hecho hecho está, ahora, frente en alto hombros atrás y espalda recta, tú puedes "

Y terminando con mi conversación mental, entré a la cocina.

El chillido de la puerta siendo empujada, alertó a Rosa, la cual se dio vuelta para regañar a cualquier intruso que se metiese en la cocina mientras ella trabajaba, pero al verme a mí, su ceño se suavizó, y casi con una voz maternal preguntó.

- Ay mi niño, ¿Quieres una taza de té antes de la cena? -

- Eso sería fantástico Rosa, gracias. -

Valentino P.O.V

Valentino, bajo el falso nombre de Anthony, se dirigía confiado a la Casa Morrison, tenía la intención de hacer cumplir la promesa que Tania le había hecho la noche que se conocieron, mostrarle el mejor restaurant de Portland.

Tocó firmemente la puerta 2 veces, esperando que sea suficiente para que alguien escuche, unos segundos más tarde, un hombre vestido de traje respondió, entreabriendo la puerta lo suficiente como para que Valentino recordara el interior de la casa donde había estado algunas noches antes.

- Bienvenido a la residencia Morrison señor, ¿Puedo preguntar quien viene a ver al Señor George?-

-Anthony, un gusto, y en realidad no vengo a buscar al Señor Morrison, vengo a buscar a la Señorita Tania, ¿Se encuentra aquí en este momento?-

-Si por su puesto, ¿Gusta pasar mientras la señorita Tania lo atiende?-

-El clima aquí fuera esta ideal, así que a espero aquí, muchas gracias...-

-Marcus señor.-

-Muchas gracias Marcus.-

" Entrar a la casa pudo ser un movimiento acertado, pero no me voy a arriesgar que alguien me pregunte quien soy, o de donde vengo, o que aparezca George Morrison a interrogarme porqué busco a su hija, entre más esté oculto a plena luz del día, mejor será" se convencía internamente.

Su mirada se posó en la ventana de su auto, que le devolvía el reflejo de su cuerpo, mas bien, parte de el, la mitad del torso, hasta sus rodillas, se fijó con un rápido vistazo que su traje no estuviese arrugado, hace tiempo había admitido que tenía una pequeña obsesión con eso.

Escuchó la puerta que se encontraba a sus espaladas abrirse, así que rápidamente se dio la vuela, para encontrarse cara a cara con Tania.

-Anthony, que sorpresa.- Admitió, mas para si misma que para el publico general -No te esperaba, porfavor dime que no prometí juntarme contigo hoy y que lo olvidé.-

- Me prometiste mostrarme el mejor restaurant de Portland, pero no acordamos un día, lamento si soy inoportuno, puedo volver otro día. -

- No porfavor, justamente estaba pensado en ir mañana, pero por un plato de pasta, puedo adelantar mis planes, ¿me podrías esperar 5 minutos? me voy a poner unos zapatos más apropiados. - Dijo con cierto tono de gracia, mirando hacia sus pantuflas

Valentino también las miró, no las había notado, le causó la misma gracia ver un atuendo tal elegante, con un calzado acolchonado de un muy bonito color verde pastel

- Por mi puedes ir descalza, pero claro, te espero. -

- Gracias Anthony, ya vuelvo, ¿Seguro no quieres esperar adentro? -

- Acá me encuentro perfecto, ve sin prisa, tenemos todo el tiempo del mundo -

- Como prefieras, ya vuelvo. -

Y con un movimiento cerró la puerta,, evitando ser grosera, aunque no lo pretendía, solo que su invitado no invitado decidió esperar afuera.

Valentino escuchó unos pasos apresurados subir por una escalera, casi como si estuviese corriendo, minutos después, volvió a escuchar los mismos pasos, solo que esta vez, acompañados de pequeños y secos golpes, que le indicaban que el cambio de zapatos termino en un par de tacones.

Valentino despreocupadamente, bajó los escalones de la entrada de la casa, y se dirigió hacia la puerta de acompañante de su auto, para esperar a su cita con la puerta abierta, según el, los pequeños actos eran los que hacían a un caballero. La puerto se abrió, y una Tania, ahora en tacones, como Valentino lo había anticipado, y los labios pintados, apareció tras ella.

Se dirigió hacia el auto de Valentino, con una sonrisa, agradeciéndole con un gesto la cortesía de la puerta. Valentino cerró suavemente la puerta, y rodeó el vehículo para finalmente adentrarse en el, encender el motor, y darse cuenta de los más importante.

- Vas a tener que darme instrucciones de como llegar. - Dijo doblando su cabeza hacia Tania, la cual soltó una pequeña carcajada

- Conduce derecho, yo te indico cuando doblar. -

Alessandra P.O.V

Alessandra había llamado a la casa Malli, presentándose como Nataly, donde el Mayordomo, Frank, había sido amable para pasar el teléfono a Jake.

- Nataly, que gusto volver a saber de ti, quedé un poco preocupado después de nuestro ultimo encuentro, la mesera derramó café sobre la servilleta de papel donde me habías dejado tu número, así que tampoco podía contactarte. -

- Lo lamento muchísimo Jake, no sabes cuanto, pero para eso llamaba, para recompensarte por la ultima vez, ¿puedes salir a cenar esta noche? Escuché que Lili´s tiene un tiramisú que no me puedo perder -

- ¿Una mujer imitando a un hombre a cenar? ¡vaya!, eso si es revolucionario. -

- Lo lamento, no quería incomodarte, solo me pareció una bonita forma de intentar arreglar mi error con un gesto. -

- No te disculpes, me gustó, y acepto salir a cenar contigo, te busco a las 7, ¿Sí?.-

- Mejor si nos encontramos allí. -

- Como prefiera la Reina, allí te veo, hasta entonces Nataly. -

- Hasta entonces Jake. -

Damián P.O.V

Unos golpes apresurados en la puerta de mi habitación me despertaron, al ver mi reloj noté que eran las 10.45 p.m. , me debí quedar dormido mientras esperaba que Alessandra y Valentino volvieran de sus citas.

Me levanté de la cama, sintiendo mis piernas débiles por ponerlas en movimiento por primera vez en al menos una hora, tomé el pomo de la puerta, y lo giré, del otro lado se encontraban Alessandra con sus zapatos en la mano, y Valentino con su saco colgado en su ante brazo, hablando entre si, los dos me miraron de pies a cabeza, con sus ceños fruncidos.

- ¿Estabas durmiendo? -

- No Valentino, tenía puesto el pijama y el pelo revuelto porque quería inventar una nueva moda, ¿Qué piensan? -

- Que deberías contestar sin ironía alguna vez en tu vida. -

- A preguntas idiotas, respuestas del mismo modo. Ya, en verdad ¿Qué quieren? -

- Juntarnos a ver que averiguaron. - Habló por primera vez Ale

-Vamos a la cocina, necesito un café para escuchar a Valentino hablar sin dormirme. -

-Idiota. -

-Mira quien dice. -

-Basta los dos, hagamos esto rápido, vamos a la cocina. - Nos gritó susurrando Alessandra con cuidado de no despertar a nadie, al mismo tiempo que hacia un gesto con la mano, invitándonos, o obligándonos, a dirigirnos a la cocina.

Una vez más, aquí estábamos, con el chillido de la pava que nos alertaba que el agua ya estaba lo suficientemente caliente para preparar esas infusiones creadas por el mismísimo dios.

- Tania habló toda la noche, decía cosas casi sin preguntarle, me dijo como sus ojos cambiaban de color según su estado de animo, algo que le pasa desde niña, y ningún doctor podía entender como pasaba, pero nunca le había afectado. - Dijo Val mientras me alcanzaba una taza de humeante café-

-Así que no nos tenemos que preocupar porque Tania tenga una gemela malvada. -

- En lo mas mínimo, también me contó que su padre, Morrison, tenía un socio, llamado Malli, pero se separaron porque querían tomar diferentes caminos, y que ella prefería el negocio de Malli, pero su padre seguía siendo buenos amigos.-

- Por mi parte, Jake también me habló de su padre y sus negocios, por dios, estos niños tienen traumas, a mi me contó como su padre siempre le hablaba de un negocio con un éxito inminente, pero que había terminado en a basura, gracias a que su socio en el negocio se retiró, y que aunque había sido hace por lo menos 30 años, su padre seguía enojado, ya que consideraba que había perdido mucho dinero, no lo mencionó a Padre, pero algo me hace pensar que el fue el socio que se retiró. -

Me sorprendió como la historia de Ale encajaba a la perfección con lo que me había dicho Rosa unas horas antes

Flashback

- Ay mi niño, tu padre hizo muchas cosas para asegurarse que ustedes estén seguros, una vez, inclusive, renunció a un contrato que lo hubiese puesto en la cima del mundo, solo porque tu hermano estaba a punto de nacer, y con su esposa consideraron que no era el mejor momento, si, era arriesgado, pero prefirieron asegurar una buena vida para el, que luego sería una vida para tu y para Alessandra también. - Decía Rosa mientras iba de un lado al otro en la cocina, buscando ingredientes

- ¿Contrato? ¿El solo? -

-Fue hace tanto tiempo Damián, que mi anciana memoria me empieza a traicionar, pero si no me equivoco, estaba con alguien más en el acuerdo, solo que decidió retirarse, como sea, no hay tiempo para lamentar cosas del pasado, ahora, pon la mesa que la cena va a estar lista en 15 minutos. -

Fin de Flashback

Alessandra, la cual había estado escuchando todo atentamente dijo lo que todos estaban pensando

- Indudablemente ese acuerdo eran entre Demetrio y Malli, y que Malli sigue enojado por lo que pasó alguna vez, pero ¿Creen que le guarde tanto rencor como para hacerle daño 30 años mas tarde? -

- Habrá que averiguarlo. - Respondió Valentino