En el jardín del palacio real, protegido del inmenso sol sobre su cabeza en el templete donde la reina luna y el alfa rey solían tomar algún aperitivo y disfrutar de la vista, Rhys se encontraba sentado en uno de los escalones esperando a que el príncipe Erick terminara con una de sus clases para que pudieran reunirse.
En realidad, cuando Rhys había enviado una carta con la ayuda de Sadie, pidiéndole al joven príncipe juntarse, nunca imagino que este le respondería inmediatamente de forma positiva, colocando solo un poco muy nervioso al humano, quien no estaba preparado mentalmente para rechazar su interés. Tan solo había recibido una confesión por parte del príncipe Caspian hacia poco, nunca en la vida había salido con alguien, mucho menos rechazarle, ¿cómo se suponía que lo haría enton
