Sacó la mano del hombre con un golpe de su propia mano, de su rostro. Para apartarla.
— MALDITO, MASCALZONE, CRETINO STUPIDO— ¡Oh su temperamento!. Aquel que siempre en el laboratorio mantuvo a raya, pero ese hombre era como una llama cerca del alcohol. Pues la encendía, incluso contra su voluntad.
Para su completo fastidio el hombre largó una carcajada abiertamente, echando su cabeza hacia atrás. Luego, aún con la sonrisa en sus ojos, la miró.
— Honestamente BELLA pensé que ibas a ceder antes mis encantos con más facilidad, pero esto hace mucho más interesante el juego...— dijo él y la miró con deseo.
MALEDIZIONE pensó Giuliana, tenía lindos ojos...bah, a quién iba a mentirle. Ese hombre era atractivo. Lástima que fuera un cavernícola que la secuestró y la llevó a una isla con segund
