Capitulo 7

2181 Words
Le doy pequeños besos en la espalda mientras ella se ata la tiras de la parte del bikini. —Debemos irnos amor— Dice ella con la voz aún un poco agitada. —Lo sé, lo sé—Le digo mientras escondo mi rostro en su cuello, y la abrazo por la cintura— Te amo. —Yo también te amo, gracias por esperarme tanto— Gira un poco quedando en frente de mí y me da un dulce beso— ¿Mi vestido?— Me pregunta al separarse del beso, extiendo mi mano a mi lado izquierdo para tomarlo y dárselo. Ella se levanta y se termina de vestir, yo ya tenía el short puestos, tan solo me coloco la camisa y me levanto abrazándola, ella solo sonríe. —Mm estamos más romántico. —Un poco— Admito. Volteamos para tomar la manta y ella se cubre el rostro, su mejilla toman un tono carmesí, le doy un pequeño beso en la frente, tomo la manta y la doblo. —Yo la llevo— Me dice ella apenada. —Tranquila mi amor— Me agachó un poco dándole la espalda— Sube. —No— Dice ella tratando de caminar y me observa—Está bien llévame— Sube a mi espalda y la ayudo. —Comenzamos a acomodar y en algunas ocasiones me besaba el cuello— Así no llegaremos— Sonrió al decirle— Al llegar a la casa, te acompañare a un ginecólogo. —Que, no amor que pena— Me dice sorprendida. —Es necesario amor, te lo digo en serio debes llevar un control, sé que tu mamá te lo ha dicho —Le recuerdo— Aparte de las clases de biología. —Está bien te lo prometo. No decirnos nada más y llegamos hasta la fogata, había unas carpas armadas, habíamos quedado en dormir así, ayudo a bajar a mi pequeña princesa y ella sonríe al verme. —¿Esa sonrisa?— Pregunto curioso. —Feliz cumpleaños mi amor— Dice abrazándome— observé la hora camino acá— Sonríe y me da un pequeño beso. Pero está vez no nos separamos por la falta de aire sino por gemidos y movimientos extraños de la carpa que sé su pone dónde debería estar ubicada la se marcó y Sammy, mía y yo solo reímos. —Vamos a mi habitación— Dice ella y yo levanto una ceja y ella me pega juguetonamente en el hombro— No dije a eso, pero si se da— Dice mordiéndose el labio inferior y tan solo reímos antes su comentario. —¿Crees que es seguro? —Si las chicas estarán durmiendo acá, además si hay una no pasa nada, quiero dormir a tu lado en dos días nos regresamos. —Mañana de seguro tenemos un castigo. —Cuenta con eso— Digo cargándola de sorpresa, corro con ella hasta llegar al ascensor, la ayudo a bajar con cuidado y ella me mira con mala cara y luego ríe. —Te amo Alex Jhonson. —Si comienzo mi cumpleaños con esos te amo de la mujer más hermosa del mundo me puedo dar por completo Feliz. —Que halagador salió mi novio. —Te digo la verdad, eres lo más hermoso que tengo te lo he dicho, te lo he demostrado mi amor. Las puertas del ascensor se abren, entramos a la habitación y no había nadie, mía busca dos toallas y me lanza una. —Vamos a tomar un baño— Me levanto rápidamente y la abrazo por la cintura— ¿Juntos? —Si no quieres no hay problema. —No, estoy pensando en eso— Digo tomando las toallas, para luego cargarla al baño. Cierro la puerta con el pie, para dejarla a parada en el suelo, ella le pasa seguro a la puerta, me quito la ropa completamente, ella me mira y sus mejillas se torna un color carmesí. Entro en la ducha y la abro el grifo, comienza a caer el agua por mi cuerpo, siento como pasan unas manos por mi pecho mientras sonrió. Doy vuelta, paso las manos por su cuello y la beso de una manera que necesitaba decirle lo que siento, de una manera poco romántica, me aparto y le beso lentamente el cuello, aún tenerlos torpeza, no solo muy hábiles en esto, pero nos gusta, mi dedo índice está en el medio de sus pechos, lo bajo lentamente hasta llegar a su intimidad, comienzo a masajear su clítoris. —Alex— Dice ella tratando de mantener la calma. Introduzco un dedo en su v****a y lo muevo en círculo, no soy muy experto en esto, ya lo he dicho, pero ver cómo si cuerpo reacciona a mi tacto, comienzo a lamer su pezón. —Alex te necesito. Sonrió al escucharla, saco mi dedo de su intimidad, lo llevo a mi boca y succionó el dedo ella cubre su rostro, paro mis manos por la cintura, para darle vuelta y su espalda desnuda queda en contra de la pared, tomo una de sus piernas, la subo al nivel de mi cintura, se muerde el labio inferior. Tomo mi m*****o erecto con mi mano libre, y comienzo a rozar su intimidad, sus ojos se encierran. —Oh Alex por favor— Me ruega. Introduzco lentamente mi m*****o en su intimidad, ella coloca sus manos en mi hombro y comienza a clavada sus uñas, la beso mi lengua explora su boca, mi mano vuelve a subir a su pecho para masajearlo. Comienzo a moverme en círculo lentamente, estar dentro de ella es una situación excitante, su piel. El agua cae y recorrer nuestros cuerpos, escucho sus gemidos, comienzo a entrar y salir de ella rápidamente, sus manos tienen un rumbo en mi espalda clavándome sus uñas, sonrió antes sus gestos, sentirnos uno. Con ayuda tomo su otra pierna y ella sube un poco mientras sus manos están en mi cuello. —Oh si Alex, más rápido— Gime ella en mi oído— Ya voy a terminar. Ambos acabamos, le muerdo lentamente el labio inferior, así que la bajo lentamente. —¿Puedo extender mi cumpleaños?— Pregunto haciendo puchero. —A penas lo terminamos de hacer ¿Y quieres más?— Sonrió— Gracias por hacerme sentir todo esto. —Yo no puedo creer todo lo que ha pasado— Le doy un beso. Nos terminamos de bañar entre besos y juegos, ella me ayuda a ponerme jabón en la espalda, al igual que yo a ella para aprovechar de tocarla un poco. Salimos de la ducha y nos secamos con las toallas, baja la tapa del inodoro, ella envuelve su torso son la toalla, para sentarse tomo una toalla libre y la ayudo a secarle el cabello. Ella mira mi m*****o y sonríe maliciosamente, tomo la toalla y la envuelvo en mi cintura, ella se levanta y abre la puerta con cuidado, podemos observar a Verónica dormida, tomo la ropa en el piso y salimos con cuidado. —¿Qué quieres hacer?— Susurro. Ella toma mi mano y me lleva a su cama, levanta las sábanas y entra en ella. —¿Me vas a cuidar?— Asiento con la cabeza— Tengo frío entra y caliéntame para que no me dé gripe. Río antes sus inventos, pero me acuesto a su lado, busco su celular y coloco la alarma a la 5 AM —¿Por qué tan temprano?— Pregunta tiernamente. —Amor, los profesores no nos pueden ver acá, así— Digo y pongo el celular en la mesita de noche. —Tienes razón. Ella me abraza, rápidamente el sueño nos invade, tengo mucha flojera de abrir los ojos, pero lo hago al escuchar la alarma. —Me debo ir— Le digo a mi novia mientras aún está adormilada. —Aún no. —Amor ya está amaneciendo. —No está amaneciendo amor, es el neón que pega, no está amaneciendo. —No es el ruiseñor que canta sino la alondra— Le digo tiernamente. —Un fragmento de Romeo y Julieta— Asiento — Cuánta satisfacción pudiste alcanzar anoche— Dice ella y me besa. —Que tierno— Dice Verónica al levantarse— Son tan melosos. —No estés celosa— Le dice mía. Vero abre la puerta, pero rápidamente la cierra. —Viene el profesor, esconderé de bajo de la cama— Nos sugiere ella. Rápidamente me levanto y hago lo que ella dice, la puerta se abre. —Empaquen el viaje terminar mañana tempranito, hoy tenemos reunión. Es lo único que dice y se aleja sin decir nada más, al ella irse y con la ayuda de Verónica y Mía salgo de la habitación en toalla. Llego a mi habitación y no hay nadie allí, así que aprovecho y me cambio rápidamente, mi celular comienza a sonar, así que lo busco y reviso la pantalla era un mensaje de w******p de mis suegros, acusándome que llegarán un día después del viaje de graduación. Mensaje de w******p de mi suegro. Regresamos un día después de su regreso ojito Está bien, no hay problema. Salgo de la habitacion y veo a los chicos en la piscina cada quien con su pareja, se ven algo tan tierno y lindo, mía se acerca a mí y sonríe tiernamente, al verlos los demás chicos Montgomery se levanta. —Feliz cumpleaños señor Alex Jhonson— Grita. —Felicidades— Dicen todos. Entre abrazos y felicitaciones termino en el agua, ya que Andrade me lanza, la verdad es que tengo que admitir que tengo unos grandes amigos, pero sobre todo una gran mujer a mi lado, las cosas pudrieron ser que en mi pasado no funcionará, pero en este momento es todo lo contrario, estoy viendo la luz al final del túnel. Mi cumpleaños fue un día tranquilo, entre mis amigos y mi novia, los profesores está vez no aceptaron nada que le dieran los chicos así que nos tocó dormí a cada uno en su cama. Pero no solo el día paso rápido sino la noche, había amanecido y la semana libre si había acabados hoy llegaríamos a la realidad, comenzaría a buscar trabajó porque lo voy a necesitar. El autobús nos lleva a la escuela, en esta ocasión nos toca pedir un taxi y lo hacemos, abrimos la puerta, entro las maletas. —Por fin llegamos— Dice ella acostándose en el sofá. —¿Estás cansada?— Pregunto mientras llevo la maleta a su cuarto. —Si —Grita. Dejo las maletas en sí cama y vuelvo a la sala, se había quedado dormida rápidamente, la verdad es que mía debería estar muy cansada, me quedo observando por unos instantes, me dirijo a la cocina y hago algo sencillo para comer. Mi teléfono comienza a sonar es de un número desconocido, a la primera vez no contesto, pero sigue llamado así que al segundo llamado contesto. —Hola. —Buenas tardes, ¿Sr. Alex Jhonson?— Pregunta la otra persona que está en la otra línea. —Si, ¿Qué desea?— Pregunto intrigado. —Lo llamamos del hospital N.E —¿Qué necesitan? —Han llegado dos personas que sufrieron un accidente de tránsito. —¿Dos? —Si, en su contacto de emergencia estaba usted y su hija Mía Rinaldi. —¿Cómo están?— Pregunto preocupado. —Su situación es delicada, le recomendamos que con su hija vengan lo más rápido que puedas. —Saldremos en camino para allá. La verdad es que mi mundo se vino abajo veo a Mía dormida no sé cómo se lo diría, el mundo de mi pequeña se iba a derrumbar y tendría que decirle, no tendré idea de cómo hacerlo, cómo va a reaccionar su corazón con todo esto, me da mucho miedo. La verdad es que la vida debe seguir suelen decirlo en situaciones así, pero no es algo que pueda decirle en este momento, siento que me falta el aire en estos momento siento que mi corazón se rompe en varios pedaso, tocó mi rostro y las lágrimas ya estaban allí. Sin darme cuenta mía se había despertado y se acerca a mí. —¿Estás bien?— Pregunta abrazándome— ¿Te paso algo? —Volteo y la abrazo sin decirle nada por un rato— Mía— Es lo único que puedo decir ahora. — Me preocupa, ¿Qué te pasa?— Pregunta como ella lo menciono preocupada. —Cariño, tenemos que ir al hospital N.E. —¿Por qué?— Pregunta intrigada— ¿Te sientes bien? —Me acaban de llamar para decirme que tus padres tuvieron un accidente. —No— Dice mirándome fijamente— No, dime qué es mentira. —Mi amor— La voy a abrazar y ella se aleja un poco — Ven acá. —Dime que es mentira, dime que no es cierto, ¿Cómo pasó todo esto? ¿Están bien? —Mejor vamos. Es lo único que le digo, ella toma su mochila y emprendemos un viaje que nos cambiará la vida.
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