Inocente Juventud.

Los 3 hijos de Alisson y Jason habían crecido, los 3 príncipes se dedicaban a ayudar a su pueblo, Valentina había aprendido de su madre todas las obligaciones que tenía una reina, Alisson sabía que algún día, ella encontraría el amor, y quizá al igual que ella, tendría la fortuna de encontrar a su príncipe azul, a un hombre que la amara como ella se merecía. Valentina era una joven de cabellos Rubios, bellos ojos verdes, conforme crecía se parecía más a su abuela Alondra cuando era joven, Valentina tenía la fiera mirada de su abuelo Alejandro y su madre Alisson, un fuerte carácter, incluso a sus hermanos les daba temor molestarla, sabían que pagarían por hacerla enojar. Valentina era una joven con poderes, el agua, ella con el paso del tiempo había aprendido a controlar el agua de muchas maneras, podía hacer que lloviera en los días más secos, hacer brotar agua hasta en un lugar que pareciera desértico, los cuales le fueron heredados desde su abuelo, con quien tenía un fuerte lazo, Alejandro se encargaba de entrenar a sus nietos, pues todos tenían poderes, cada uno era diferente, pero eso les había ayudado en muchas maneras a todos en los reinos, que cada vez eran más grandes, pues al correrse la voz de que sus Reyes poseían poderes, las personas los veían como Dioses. Valentina cumplía con todos los requisitos para ser esposa de cualquier noble, al castillo llegaban propuestas de matrimonio, pero Jason se ponía furioso de solo pensar que alguien intentará robar a su pequeña flor, Alisson le decía siempre que no debía sentirse así. - Recuerda cuando tú y yo nos queríamos casar, el miedo de mi padre, y lo que yo sufrí porque te amaba, pero ni Alessandro ni mi padre me permitían tener ninguna relación. - Es diferente Valentina aún es joven, sólo tiene 18 años. Alisson lo reprendía, pues Valentina tenía el mismo derecho que sus hermanos a enamorarse. - Alexis era un joven muy parecido a su padre, pero con los hermosos ojos azules de su abuela Alondra, él era sin duda la copia de su padre, Alexis se parecía a Jason física y mentalmente, era un joven muy capas, él se encargaba junto a su padre de llevar a cabo reuniones con nobles, solucionar problemas de los pobladores, ayudar cuando había algún tipo de emergencia, él poseía un poder parecido al de su tío August, la sanción, él era un joven fuerte, y su poder se salía de control, positivamente lo único que provocaba era alivio a todo su alrededor, él podía hacer desaparecer la tristeza de una persona en cuestión de segundos, controlar el temperamento de alguien. Su poder era tanto que su abuelo les mostró como lanzar bolas de poder, así ellos podían defenderse y a su gente de personas malvadas. Alexis conoció a muchas jóvenes, pero aún no se enamoraba, en realidad él no pensaba mucho en eso, se dedicaba al igual que sus hermanos a cuidar del Reino. Por otro lado, Jake era un joven con mucho poder, pero su abuelo sabía algo, él tenía miedo, sentía temor de perder el control, sus poderes eran como los de sus padres, la mente, él podía dar con un lugar sólo al sentir a una persona, tenía un poder enorme que aún no salía de sí mismo, pues temía perder el control y se limitaba, Alejandro su abuelo lo motivó en varias ocasiones. - No es malo sentir miedo Jake, lo malo es rendirse ante él, tú eres un ser muy poderoso, no debes temer, pues tú sólo harás el bien a tu pueblo, a las personas a tu alrededor, debes saber que tu corazón no cambia por tener poder. - Pero abuelo, yo siento que si liberó mi poder algo malo saldrá de él, siento que hay algo malo en mí, en ocasiones escucho una voz dentro de mí, y tengo temor de descubrir lo que es, siento que debo mantenerme así, como soy. - Alejandro en muchas ocaciones entró a su mente, pero no veia nada malo, pensaba que quizá sólo era temor de Jake, el siempre había sido temeroso, sentía miedo de todo a su alrededor, pero ya pasaría, lo que no se imaginaba era que Jake tenía razón, algo malo rondaba su mente.