—No sabía que él sería mi jefe—dijo ella inocentemente. —Entonces, si se conocen —Afirmó Carina, yo no había dicho palabra alguna después de su nombre, ya que no le podía quitar los ojos de encima. —Carina, ¿Ella es la chica?—dije al fin. —Si, pero no sabía que se conocían. —Déjanos solos —Le indiqué que se fuera, y ella hizo exactamente aquello, cerrando la puerta tras de ella. —Lo siento, no sabía que eras el dueño de esto, yo solo ingresé un currículum y me llamaron para un trabajo, pero si no quiere, me puedo ir de inmediato —Ella hablaba y hablaba, y yo solo podía observarla. —Siéntate —Le indiqué, porque si no lo hacía, volvería a asaltar sus labios y de paso, todo su cuerpo. —Gracias—dijo, tomando asiento delante de mí, eso hizo que estuviera más cerca, y podía oler su arom

