La Chica Del Cabello Purpura

Capitulo 2.

Definitivamente tu estas loca, loca de remate, se te zafó un tornillo - le reclamaba Balmiro por lo bajo, caminando junto a Katherine en dirección al auto, uno de los de seguridad llevaba la silla de ruedas con Valery-

No seas tan inhumano e insensible, esa pobre chica está sola por Dios como hará estos días para sobrevivir? No tiene nada de malo que le de hospedaje en mi casa por estos 15 días de reposo, deja el drama queen please.

Es que no entiendes, no la conoces no sabes que clase de gente es, y si tiene malas mañas? Sigo creyendo que es una locura - sentenció -

De camino al townhouse la tensión se sentía en el ambiente, Balmiro miraba de reojo a la chica del cabello Púrpura, mientras que Katherine lo observaba con desaprobación.

Por otro lado Valery sentía todo aquello, era una chica que sabía persivir esas incomodidades rápidamente, y en su totalidad comprobó que a ese amigo gay de su nueva amiga, le molestaba el hecho de que esta le haya ofrecido ayuda mientras cumplía con su reposo.

Tengo que irme me acaba de llamar Marcelo que quiere que cenemos en un restaurante de comida mexicana que abrieron nuevo, ya sabes cualquier cosa sea lo que sea me llamas okey? - le dijo dandole un abrazo a su mejor amiga- hasta luego chica, espero te mejores pronto - le saludo a Valery quien le respondió solo con una sonrisa -

Ambas chicas subieron en silencio por el ascensor hasta llegar al hogar de Katherine, ahí está última coloco su mano en algo que parecía ser un escaner y la puerta automáticamente se abrió, aquello dejó boquiabierta a la joven parecía todo de esas películas de acción, aunque su asombro no acabó ahí, sus ojos se iluminaron cuando en frete de ellos una espectacular y lujosa vista se asomo, aquel departamento era todo lo que cualquier persona con gustos exclusivos pudiera imaginar, emanaba un peculiar aroma embriagante y una calidez sin igual, el cuerpo de Valery entró en una relajación total con el solo echo de estar en la puerta de ese palacio.

Espero de verdad que te sientas cómoda aquí, estoy muy apenada por lo que paso - hablo por fin Katherine -

La verdad no era necesario hacer esto, traerme hasta tu casa, yo podía cuidarme sola - le insistió la menor-

No es ningún problema, me gusta ayudar, ven vamos para que conozcas la casa - le invito colocándose a su espalda guiando la silla de ruedas de la chica -

Con cada rincon la chica de cabello Púrpura quedaba perpleja, aquello parecía un paraíso, las camas de las habitaciones, los acabados de todo el lugar, el piso que brillaba, los detalles, las decoraciones y por si fuera poco el cine privado, la sala de fiesta, el gymnasio y una que particularmente llamó su atención, era el estudio de Katherine, pero parecía más un retiro de relajación.

Era una amplia habitación con vista al parque de al frente, tenía decoración de ambientes naturales, una música de fondo que relabaja en sentido del oído.

Aquí me gusta estar cuando necesito inspiración, me gusta mucho escribir - le dijo con una sonrisa-

Wow esto es lo más maravillo que he visto - le contesto perpleja -

De verdad te gusta? Mi novia dice que es un desperdicio de lugar.

Valery quedó estática al escuchar aquello, acaso había dicho ¿novia?

Seguro no es amante del arte - le dijo tratando de tomarse aquello de manera normal-

Su arte es el modelaje, y lo respeto, es en lo que es buena - dijo en cogiendose de hombros -

Eso no es arte, eso es vanidad.

Katherine la miro con una sonrisa, le causó mucha gracia aquella respuesta llena de verdad.

Totalmente de acuerdo, pero no se lo puedo decir, a parte de que no coincidimos mucho, decirle eso seria iniciar la tercera guerra mundial - le explicó - pero equis con eso, te gusta hacer algo en particular en tus días libres? - le pregunto con interés -

Pintar, es lo que amo.

Katherine la miro con una sonrisa que denotaba un poco de tristeza.

A mi hermana le encantaba pintar - se levantó del asiento caminando en dirección hacia un estante grande, lo abrió y sacó una caja y algo que estaba cubierto con una tela blanca- esto era de ella.

Valery se acerco en su silla para ver mejor de que se trabaja, quedando encantada con lo que sus ojos tenían al frente, era un gran caballete de una mandera muy fina que llevaba el nombre de "Kendall" incrustado, en la caja miles de pinturas y pinceles.

Wow - fue lo que de su boca salió- por que ya no pinta?

Murió hace un año - respondió con dolor en su voz-

Dios cuanto lo siento yo - dijo apenada- no debí preguntar.

No, no te preocupes no es nada, duele pero hay que resignarse no? Esta en un lugar mejor. Ahora - dijo cambiando de semblante- cuando te sientas mejor puedes venir y pintar si quieres.

No yo no creo que pueda esas cosas eran de tu hermana - se nego-

Si pero ella ya no esta, tu sabes pintar puedes usarlo - le insistió -

Valery no entendía que clase de poder tenia aquella mujer que con sólo insistirle una vez ella lo hacía sin responder; y es que Katherine a su edad es una mujer llena de experiencias de todo tipo y a pesar de tener muchísimo dinero, conocía cada estilo de vida y como llevar a cada persona, esa era su trabajo en los negocios converser a los demás y Valery no era ajena a ese don.

Después de aquel recorrido que terminó en donde seria su nueva habitación, Valery le preguntó a Katherine si podía dormir, ya que se encontraba despierta trabajando desde las 7 de la noche del día anterior, Kath se retiro dejándola a solas.

Fue así como Valery despertó horas después un poco desubicada, miro a su al rededor y no, no había sido un sueño, estaba en la casa de una de las mujeres más millonarias del mundo; echo la vista al frente y noto la presencia de dos muletas y una nota, se levantó dando brincos en un solo pie, tomó las muletas y la nota, y se acerco hasta la ventana, la abrió y se asombro, que horas eran? Ya estaba de noche, seguro era de madrugada, miro el reloj que estaba en la pared el cual anunciaba las 8:45 de la noche, respiro aliviada por lo menos no era tan tarde, aunque su estómago ya empezaba a notar que habían pasado muchas horas sin comer.

Tomó asiento en el pequeño sofá frente a la ventana y comenzó a leer la nota.

Valery se que tal vez se te hará difícil ester todo el día en cama (aunque es lo que deberías hacer) así que te compre estas muletas para que cuando te aburras puedas andar por ti misma por la casa. Cuando venia a traertelas a la misma vez te iba a preguntar que querías cenar, la señora que hace de comer regresa mañana, hoy pidió el día libre, así que cuando despiertes seguramente me encontrarás en la cocina, si quieres bajar, si no, yo vendré en un rato a ver si estas despierta y traerte la cena.

Pd: Te compre un poco de ropa mientras estas hoy aquí, ya mañana le das tu dirección alguno de mis hombres para que vaya a buscar tu ropa y estés más cómoda el tiempo que estés acá.

Katherine.

Valery sintió un leve cosquilleo en su interior al leer aquellas palabras, no podía ser posible que una mujer como Katherine Hill la tratara de esa forma, a ella, que era una simple chica ilegal en un país lleno de sueños, aquello parecía tal cual eso, un sueño hecho realidad.

Recordó la post data y miro hacia una esquina de la habitación, efectivamente habían unas bolsas, tomo las muletas y se acerco.

Dios mio - dijo impresionada -

Habian varias bolsas de marcas que ella jamás en la vida trabajando como repartidora hubiese podido comprarse, Prada, Gucci, Zara y Adidas.

Sintió en ese momento la necesidad de darse un baño, y como pudo se preparo, tomo una duña rápida se coloco un conjunto ligero y cómodo de la marca Adidas y decidió bajar hasta la cocina en donde seguramente estaría Katherine preparando algo de cenar.

Justo cuando estaba llegando al lugar un dolor penetro su nariz, un exquisito olor que hizo que su estómago rugiera mucho más.

Hola - saludo con timidez -

Hola buenas noches, dormiste bastante, que tal te sientes? - le pregunto con con sonrisa que encanto a Valery-

Si, gracias dormí con un bebé, me sentía muy cansada - le respondió -

Que bueno, me alegro, pero ven siéntate - le ofreció -

La chica tomó asiento justo detras de la cocina, Valery no alcanzaba a ver que preparaba.

Te gusta la comida árabe? - le pregunto volteando a mirarla-

Me encanta - le respondió emocionada-

Estoy preparando unos shawarmas de carne y pollo, ya están listo los kibbes y los falafel, también prepare ensalada tabule y hummus que es la crema de garbanzo - le explico haciendo que la boca de Valery se le hiciera agua-

Dios mio jajaja creo que me dio más hambre de solo escucharlo - le dijo en broma -

Katherine rio ante aquel comentario.

Me dieron ganas de ver una película, quieres que comamos en la sala de cine y vemos una?

Si me encantaría! - le respondió con emoción -

A Valery le estaba empezando a gustar aquello, no sólo por la comodidad sino también por la actitud y el trato de Katherine, le encantaba su forma de ser y de tratarla, a pesar de solo tener horas conociéndola, en ese poco tiempo la hacía sentir totalmente cómoda.

Tomaron asiento en las cómodas butacas de adelante, en frente una mesa con todos los platillos árabes, a Valery se le iban a salir los ojos con tanta delicia al frente; mientras comían empezaba una película que Valery no había alcanzó a ver en el cine Aquaman.

Mientras la película pasaba Valery de concentraba en los detalles, le encantaba la ciencia ficción, pero tal fue su emoción que no se dio cuenta que desde hacia un rato Katherine se había quedado dormida. La miro detenidamente analizando cada detalle; su rostro denotaba paz y tranquilidad, no parecía ser una persona mala, al contrario la bondad emanaba de ella, aquello le causó mucha ternura.