Mi mamá llamando no era algo muy normal pero sus razones me conmovieron y tenía mucha razón con sus palabras, no resistió ver a su familia separada, por lo tanto, ofrecí hacer una cena en mi casa, con mi hermana y mis padres, lo que no sé es cómo van a comportarse los niños y menos como lo tomará Luthor.
Vi a mi esposo ingresar a la habitación de manera sigilosa, me regaló una sonrisa pequeña para luego ingresar al clóset, me asomé y le vi con la maleta y varias camisas más de las que puede uno contar cuando está nerviosa, el número es cinco, más de cinco camisas.—Hola mi guapo, vamos de fiesta… oh lo he captado vas a donar todas esas camisas feas y viejas de pordiosero y las botas… puedes quedártelas te ves sexy. ¡Adam! ¿A dónde vas? ¿Con cuántas niñeras nos dejarás? Definitivamente no s
