- ¿Ves la luna? – le pregunto después de llevar varios minutos al teléfono sin decir nada.
- Sí – me susurra como si me hablase al oído. – Es preciosa… Se han despejado todas las nubes – sus dientes castañean, en todo Europa hace frío para esta fecha. Y siento unas ganas inmensas de abrazarla y protegerla del frío, cierro los ojos para verla, la imagino sentada en esa banca, cerca al puerto, sentada sola, realmente está sola, sus ojos petróleo mirando hacía la luna, sus labios temblando de frío con un café en sus manos. Incluso la veo cerrar los ojos y respirar profundo para inundar su nariz con el olor al café. Sonrío como idiota aquí solo, realmente solo, sentado en una banca un tanto similar a miles de kilómetros de distancia.
- Aquí también se ha despejado, no creo que llueva más es
