Aunque no lo parezca, en silencio desde que estaba en la cocina venía escuchando la conversación de Aarón y Aimara, por el tono de voz que él venía empleando me era difícil no estar al pendiente. Me sorprendió escuchar su resolución. No refuto que quiera proteger a su hermana, más bien celebro que ella tenga a alguien que esté pendiente de todo lo que pueda pasarle. No obstante ello, en seguida mi mente se fue a analizar las implicaciones de esta decisión. Sentada en la mesa del comedor, desde donde continuaba escuchándolos en silencio, volví la mirada hacia ellos, encontrándome con los ojos de Aarón. Disimuladamente, desvié mis ojos a la taza que tengo entre las manos. —Creo que ya es hora de irnos hermano —escucho a Anderson decirle a Aarón. —Vamos —le responde este. Regresé la vis

