Con el fuerte dolor irritante que Aidan estaba sufriendo, hace su mayor esfuerzo para llegar a la barra donde está la chica de largos cabellos. Antes de llegar, Aidan se detuvo, su atención dividida entre la chica y el punzante malestar que parecía aferrarse a cada fibra de su ser. Por un instante, su mirada se deslizó hacia la mujer que estaba a escasos centímetros de él, notando el brillo despreocupado de su sonrisa. Había algo inquietante en la amabilidad tan casual que emanaba de ella, como si detrás de su fachada luminosa se escondiera algo más profundo, algo que aún no lograba descifrar. Teniendo cuidado de mantener sus propios sentidos a flor de piel y no perder el control de sus propios instintos hasta los más primitivos, Aidan logra sentarse a un lado de la chica. Aidan ve com

