La casa se convierte en un caos absoluto mientras los chicos revuelven cada rincón en una frenética búsqueda del dichoso animal. Un grillo que empezó a perturbar la paz de la casa justo cuando iban a descansar un rato la vista. Muebles desplazados, cojines volando por los aires y una sensación de desesperación palpable envuelven el ambiente. Aidan, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada, intenta mantener la calma, pero el irritante sonido del grillo lo tiene al borde de la locura. Allen, por su parte, está al borde del colapso, llevándose las manos al cabello en un gesto de absoluto desespero. No hay descanso posible con ese horrible chirrido resonando en cada esquina de la casa, interrumpiendo sus pensamientos y robándoles el sueño ¿lo peor? Que escuchan al grillo por todos lados en

