Capítulo 3

2392 Words
–Ok, no salgo del asombro Luci, quiero decir que España es pequeño pero eso sería imposible, pero si diré que las jodidas casualidades existen –asiento a lo que mi mejor amiga dice y tomamos un chupito de tequila, mientras que la música de fondo me anima solo un poco. –Yo aún no puedo creer que él es cuñado de mi hermano mayor y que sea tan arrogante y sexy, es como especie de ¿Acosador? –Y hablando de acoso, acosar, acosador, acosadores, allí está el tuyo, Lu –volteo a donde mira Assia y no puedo creer lo intenso que es. –Es detestable, pero el rubio esta que se come solito. –Eso no te lo discuto, pero ¿Acaso no me supera o qué? ¿Quizás debí darle mi virginidad para que me dejara en paz? –mi amiga asiente y me sorprendo. – ¿Que? Es cierto, creo que debiste darle tu más preciada castidad a Teo Fernán, aun no supero que saliste con él tres infernales meses, no puedo creer que lo soportaste tanto tiempo. –Ni yo me lo creo, pero soy honesta Assia, Teo me gustaba, lo malo es su forma de ser, egocéntrico. Siempre me pregunto eso cada vez que me cruzo en el camino con él, es uno de los más guapos de la universidad, pero también uno de los más arrogantes, ególatra y burlón. Cree tener poder sobre todos porque tiene dinero, pero al yo dejarle se cabreo tanto, ya que no logro lo que con otras chicas si pudo, llevarme a la cama. Para mi entregar algo como mi virginidad no es así tan fácil, no con lo tanto que la he protegido durante tanto tiempo. No soy tan idiota como para no disfrutar mi virginidad, es algo por el cual decidiré con quien hacerlo con quien disfrutarlo y sobre todo con alguien que valga la pena y me trate muy bien. Si es un simple chico y ya no más, al menos quiero disfrutarlo y os juro que Teo no se lo merecía, él no se merece ni el mismísimo cielo si es posible. –Hola Lu –salgo de mis pensamientos y me encuentro con un Teo sonriente. –Hola, ¿Qué tal estáis? –Assia voltea su rostro y lo ignora. –Bien, ¿Y? ¿Ya me extrañas? –giro mis ojos y Assia gira su cabeza como el exorcista y lo mira de pie a cabeza. – ¿Qué? –No, no te extraño, Teo, descuida, que por mis pensamientos ni tu mirada. –Es que Fernán, tú no puedes ser más arrogante y ególatra porque de verdad, la neurona no te da para tanto, taefan fi aljahim –observo a Assia, no entendí lo que dijo y me toma de la mano. –Por si no lo sabes, púdrete en el infierno. – ¡Árabe loca! Alá, te va a castigar. –Teo le grita. – ¡Pues que lo haga! Esfúmate –y para no esperar que lo haga, nosotras nos cambiamos de mesa. –No cabe dudas, eres una malota –me sonríe y por suerte Teo no nos siguió, ellos se odian tanto que nadie les gana en ello. Al estar lejos de la presencia de Teo, le sigo contando todo sobre el almuerzo a mi amiga y de pronto un grupo de chicos deciden cantar en el karaoke. Assia y yo reímos al verlos cantar y nos entretenemos con ese par de chicos sobre la tarima. Uno de ellos me mira y tampoco puedo evitar verlo, pero simplemente paso a ignorarle, en este momento lo único que quiero es disfrutar la noche con Assia. Los aplausos de las personas a nuestro alrededor nos deja saber que los chicos acaban de terminar de cantar, llevo la mirada hasta la pequeña tarima y ellos vuelven a sus puestos, suben unas chicas que están con ellos, vuelvo donde Assia, este me mira fijamente. –Guapo ¿No crees? –dice mientras lleva maní a su boca, le miro y asiento. –Si pero de seguro es una de esas salidas de chicas y chicos donde esperan ligar con alguien –me encojo de brazos y tomo un poco del cóctel que Assia pidió. –Pero por lo que puedo notar él quiere ligar contigo, porque, viene caminando en nuestra dirección –abro mis ojos y volteo disimuladamente. – ¡Mierda tienes razón! –Assia ríe y toma de su cóctel. De pronto está a nuestro lado y volteo, extiende su mano y me sonríe, hago lo mismo y le sonrió. –David, mucho gusto –asiento y le sonrió –Lucia, mucho gusto –sonríe nuevamente y Assia le señala una de las sillas a nuestro lado. –No tengas miedo, no somos depredadoras –mi mejor amiga le guiña y él ríe. –Gracias –sonríe y la verdad es que es muy guapo. –Esto se escuchara algo repetitivo, pero ¿Que hacéis aquí solas? –Domingo de tequila para amigas –digo y en un segundo volteo y ya mi mejor amiga no está. Assia tiene esa habilidad de escabullirse sin que uno la descubra, claro está me ha dejado a propósito con este chico guapo, él sonríe bajando la mirada y creo que también sabe lo que estoy pensando, reímos un poco y retomamos nuestra conversación. – ¿Y tú? ¿Noche de amigos? ¿Noche de Karaoke? Cantáis muy bien –subo mi pulgar arriba y asiente. –Gracias Lucia, me gusta cantar ¿Y tú? ¿Qué haces? ¿Trabajas? ¿Estudias? ¿Qué edad tienes? –Estudio Psicología, estoy por finalizar mi carrera muy pronto, trabajo cuando comienzo clases, me gusta auto explotarme en lo laboral y los estudios así no pienso tanto en fiesta, cócteles y chupitos –David ríe y tiene una linda sonrisa. –Tengo veintitrés años de edad, mamá y tres hermanos mayores ¿Tu? –En proceso para un postgrado de abogado, trabajo con mi padre en su local de repuestos automotriz en ocasiones y estoy pisando los veinticuatro –sonrio. – ¿Soltera? –asiento y antes de que pueda hablar, escuchamos que alguien de su mesa le llama y asiento para que los acompañe –Vuelvo en un rato ¿Vale? –No, no lo creo –me quedo en mi asiento intentando asimilar la voz detrás de mí, no quiero ni voltear, por favor que esto sea algo de mi imaginación. –Tomate tu tiempo, amigo. David alza la mirada, y si, definitivamente hay alguien detrás de mí y se de quien se trata. Volteo lentamente como en el exorcista y me encuentro a Illán de brazos cruzados y sonriendo de lado, sus ojos bajan a los míos y me levanto de mi silla. – ¿Qué haces aquí? –volteo a ver a David y le sonrió, vuelvo la mirada rápidamente a Illán. – ¿Entonces? ¿Cómo es que estas aquí? – ¿Ocurre algo Lucia? Él, ¿Es tu novio? –comienzo a toser y niego rotundamente. –Oh no, David, no, no, claro que no… –Soy su mejor amigo, somos mejores amigos. ¿Qué diablos intenta este? – ¿M–mejores amigos? –me cruzo de brazos y si él quiere jugar entonces yo igual – ¡Si, claro! Él es mi mejor amigo –sonrio amplio. – ¡Mi mejor amigo, gay! –abro mis brazos y lo abrazo fuertemente. –Oye que demo– –Descuida, David es un gran chico, guardara tu secreto –miro a David y sonríe, asiente y se va con sus amigos, volteo nuevamente a ver a Illán y cruzo mis brazos. – ¿Estás loca, Lucia? Yo no soy gay. –Y yo no soy tu mejor amiga, Illán. Nos miramos en silencio y espero una respuesta de su parte, él me imita cruzándose de brazos y sus ojos café se ligan con mis azules, lo veo masticar su chicle y sonríe de lado. Me estoy comenzando a sentir acorralada y vuelvo a mi silla, busco con la mirada a mi mejor amiga y no entiendo cómo puede desaparecer por tanto tiempo. Tomo mi móvil y le escribo para que salga del lugar más oculto de este bar, la mato si me dejo sola en este lugar. Illán está allí, mirándome atentamente, yo simplemente paso a ignorarle, mi objetivo ahorita es dar con Assia, necesito volver a casa, estar con la presencia de este idiota me incomoda mucho. Mi móvil comienza a sonar y no puedo creer que Assia estando en el mismo lugar me tenga que llamar, a eso le llamo no interrumpir buenos momentos. –Dios Assia ¿Es de verdad? Vuelve a la mesa ya el chico se ha ido con sus amigos –no escucho respuesta alguna y solo un sollozo se escucha. –Lu... –A–Assia que, ¿Qué ocurre? ¿Dónde diablos estas? –Lucia es mi abuelita, ha tenido una fuerte recaída nuevamente, fui al baño para darte un momento a solas y recibí una llamada de mi hermano, me asuste tanto que tome mi coche y me vine al hospital, per–perdóname, le diré a Zayed que pase por ti. –Por Dios no, no te preocupes tomare un taxi e iré al hospital, nos vemos en un momento. Me levanto de la mesa y tomo mis cosas, cancelo la cuenta y salgo rápidamente del lugar. La noche esta algo fría y me abrazo a mí misma, mi cabello baila con el viento y espero pase rápidamente un taxi e ir junto a mi mejor amiga, su abuela es lo que más quiere en el mundo y no debo dejarla sola en este momento. Me detengo en la acera y las calles están con muchos coches, pero ninguno es un puto taxi, comienzo a mover mi pie derecho por mi desespero y este jodido frio no me ayuda, veo a todos lados y no pretendo moverme de aquí, es un poco tarde y no es buena idea. Un coche azul se detiene frente a mí y toca corneta, bajo la mirada y me encuentro con Illán, ¿En qué momento paso todo esto? Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me percate que él había salido del bar, subo la mirada y lo ignoro, toca una, dos, tres, cuatro, cinco y hasta más veces la corneta, entiendo que es conmigo y sin decir una palabra camino hasta él. Abro la puerta del coche y entro, me acomodo y coloco el cinturón, me estremezco un poco porque lo menos que quería era estar a su lado, pone en marcha el coche. – ¿Qué hospital es? –lo escucho y busco el mensaje que me envió Assia. –Hospital Clínico Provincial de Barcelona –asiente y hundo mis manos entre mis piernas, que jodido frio. – ¿Cómo es que? –Te escuche hablar por el móvil, estaba a tu lado, cosa que tu obviamente ignorabas –le miro de reojo y no digo nada. –Disculpa Lucia, mejor abro las ventanas, veo que morirás de frio –volteo a mirarle y asiento. –Gracias y disculpa la molestia –sonríe de lado y vuelvo mi mirada al frente. –Soy tu amigo, gaay... –reprimo una sonrisa. –Al menos intente hacerte sonreir. –Uju... Ignorando un poco a Illán, solo deseo que la abuelita Fátima no esté tan mal, la última recaída fue muy fuerte, solo espero que esta sea pasajera. Me recuesto un poco en el asiento y siento mis ojos pesados, los cierro mientras la brisa que entra por mi ventana choca en mi rostro, me relajo y siento mi cuerpo pesado, no debes dormirte Lucia, no es momento para dormir… _ –Llegamos –doy un respingón en mi asiento y volteo. –Gracias Illán, nuevamente disculpa la molestia, vuelve a casa con cuidado –apaga el coche y sube los vidrios. –Quien te dijo a ti que volvería a casa, esperare a que tú lo hagas, yo mismo te llevare, después de todo soy tu amigo gay –hace énfasis de esas palabras y ríe al decirlo y a mí no me queda más que reír junto a él. –No lo supero. –Ya veo y gracias otra vez. Bajamos del coche y entramos al hospital, camino hasta donde están varias enfermeras y pregunto por la familia Maalouf y me indican por donde debo ir, las enfermeras no dejan de observar a Illán y rio un poco, este chico las está matando de un paro cardíaco por lo guapo y sexy que es. Caminamos por estos pasillos, blancos y silenciosos, a medida que nos acercamos comienzo a escuchar un poco de ruido, el llanto fuerte de Assia me alerta y corro rápidamente. Llego hasta la sala de espera y encuentro a los padres de Assia abrazados y llorando, mi mejor amiga esta en los brazos de su hermano mayor Zayed, oh no… –Assia, amiga, ¿Esta todo…? –mi mejor amiga voltea y corre hasta mí, la abrazo y esto es señal de que la abuelita Fátima nos ha dejado. –E–Ella no pudo más, mi abuelita se ha marchado Luci, me ha dejado –la abrazo aún más y lágrimas comienzan agolparse en mis ojos, no aguanto más y lloro junto a ellos, los acompaño tanto en su dolor. Assia se separa de mí, y sube su mirada, se sorprende y me mira nuevamente sonríe de lado, con esa pizca de tristeza, me da un corto abrazo y vuelve donde sus padres, volteo a ver a Illán quien se encuentra un poco perplejo. – ¿Te encuentras bien? –niega y su mirada trasmite inquietud, mucha diría yo. –Lo, lo siento Lucia, prefiero esperarte fuera, no puedo soportar ver esto –me sorprende lo que dice y asiento. Lo veo caminar por el largo pasillo blanco y pulcro, la manera tan rápida con la que se esfuma me hace saber que este no es uno de sus lugares favoritos, bueno para nadie lo es, vuelvo junto a los Maalouf, en este momento quien realmente necesita de mi es mi mejor amiga, y no pretendo dejarle sola.
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