2. Agencia de modelos.

1185 Words
Di tres golpes en la puerta, y entré sin esperar a que Diego me confirmara que podía hacerlo. -¡Lista! –Fue lo primero que dije al cruzar el umbral, dirigiéndome hacia el sillón de la oficina. Diego, dejó de hablar al instante, había interrumpido su conversación con “Apricot”, quien estaba serio. -¡Pasa Elam, siéntate! – Ironizó, provocando que me volviera a carcajear de él. Toda la situación me pareció demasiado extraña. Dos integrantes del Comité Ejecutivo, reunidos para asignar una misión era demasiado, pero evité reaccionar. “Apricot”, giró totalmente su silla para quedar de frente a los sillones; por su parte, Diego se puso de pie, para acercarse hasta tomar asiento frente a mí, en otro sillón de los cuatro que había. -Vamos a enviarte a una misión. –Finalmente Diego lo confirmó. –Prepárate para viajar hoy por la tarde, para que el día de mañana impartas la clase sin contratiempos. -¡La maldita clase! -De acuerdo. ¿Cuál es la misión? –Respondí fastidiada. -Viajarás al mes de mayo. –Fruncí el ceño, porque era solomente un mes atrás. –Harás una investigación exhaustiva de una agencia de modelos... –No le permití terminar. -¿Una agencia de modelos? ¿En serio? –Cuestioné con una incredulidad renuente. -¡Vamos Elam! Eres bonita, no te será difícil infiltrarte. –Le mostré el dedo medio de inmediato, cuando sonrió lleno de burla en medio de la frase. No nos importó que “Apricot” estuviera ahí. Diego y yo, teníamos años de amistad que se extendían hasta el ámbito laboral, incluso nosotros nos llamábamos por nuestros nombres reales. Cabe aclarar, que en la Corporación se usaban sobrenombres, cada departamento tenía una temática diferente. Y, aun cuando yo siempre me presentataba con mi nombre real, los demás solían utilizar su seudónimo. -¿Qué debo buscar? –Le pregunté hastiada. -No es: ¿qué debes buscar? Queremos un reporte exhaustivo de la gente que trabaja ahí, horarios, personalidades… -Lo volví a interrumpir. -¿Y quieres que lo haga en un mes? –Pregunté, pero la incredulidad era con asombro. -Es por eso, que tienes que infiltrarte en el concurso que se celebró hace dos días. Todo el personal estará inmiscuido, así como los proveedores con los que se relacionan. –Me planteó su idea. -Es demasiada información Diego, cómo para que en un mes logre inmiscuirme y obtenerla. –Le dije con seriedad. Aún sin saber cuántas personas trabajaban en la dichosa agencia, sería imposible conseguir toda esa información. -¿Cuánto sugieres? –Interrogó con cautela. -Seis meses, mínimo. –Cerró los ojos y suspiró con pesadez. -De acuerdo. –Ambos dirigimos nuestra mirada a “Apricot”, que era la primera vez que hablaba. –Viaja seis meses atrás. –A pesar de que le presté atención, observé la expresión de enojo en Diego. Y yo continué sin reaccionar. -¿Cómo se llama la agencia? – -Luces Blancas -Me dio el nombre “Apricot”; entonces me puse de pie, ganándome la mirada inquisitiva de Diego, pero me apresuré en hablar. -Iré a realizar la investigación previa. –Necesitaba prepararme y trazar el plan que seguiría. -Sólo encontrarás información de un mes atrás. –Me informó Diego con rapidez, y observé la media sonrisa que “Apricot” le dedicó. -No hay nada. Es como si nunca hubiera existido la Agencia de Modelaje Luces Blancas. –Sus palabras estaban llenas de tensión. Todo era demasiado sospechoso. La misión, debía ser muy importante como para que no me revelaran el objetivo. Especialmente, porque me estaban enviando a ciegas. Y lo comprendí al instante: “Apricot”, no temía exponer a uno de sus agentes; sin embargo, Diego, tenía el lazo de amistad conmigo, él no me arriesgaría. Por ese motivo, la misión debía ser un éxito; de esa forma, le daría a Diego las pruebas para fortalecer su posición y sus argumentos dentro de la Corporación. -Entonces, saldré en este momento. –La investigación tendría que ser de campo, no había motivo para retrasarlo ni un minuto más. -¿Pueden dar la autorización? –Mi vista viajó entre ambos hombres en repetidas ocasiones. -Sí. –Diego se puso de pie, acercándose hasta tomarme del hombro con fuerza. –Ten mucho cuidado. –La frase la dijo imperiosa, con la preocupación siendo expresada en su mirada. Sonreí con engreimiento. -Si están enviando a la mejor, -Diego sonrió –es porque no se me escapará nada. –Le guiñé el ojo y salí de la oficina, para encaminarme al sótano número 3, donde se encontraba el Gran Salón. Así llamábamos al piso, donde se encontraba todo el equipo que era capaz de formar el agujero de gusano. En el corto trayecto, del cuarto piso al sótano, las ideas acerca de lo que podría estar sucediendo me mantuvieron atenta, meditando en los posibles escenarios; no obstante, no encontraba nada sospechoso, nada que pudiera relacionar entre un concuro de modelaje y la Corporación. -“E,” ¡qué bueno es verte de nuevo! –Saludó con entusiasmo “Yi”, uno de los técnicos que solía estar presente cada vez que se ponía en marcha la máquina. -Hacía mucho tiempo que no te veía, “Yi”. –Saludé, mientras caminaba hacia la entrada del enorme aparato circular, estirándome y enfocando toda mi atención hacia cada detalle del artefacto. –Lo cual, si lo piensas, es irónico. –Lo escuché carcajearse detrás de mí ante lo último que dije. -¡Es cierto! De cualquier forma, es bueno saber que sigues aquí. Llegué a sospechar que ya no fromabas parte de la Corporación. –No era un secreto que yo era una rebelde sin causa. -Supongo que me castigaron. –Sonreí ante la revelación que acababa de llegarme. Seguramente las “clases” era su forma de mantenerme ocupada. -¿Tienes tu localizador instalado? -Preguntó aún detrás de mí. Toqué la parte posterior de mi oreja derecha; ahí, dónde podía sentir el implante sobresaliendo. -¡Sí! –Afirmé, y a decir verdad, jamás me lo quitaba. -Bien. ¿Estás lista? –Interrogó de forma rutinaria. -Sí –Respondí con seguridad; pero para ser honesta, el mismo cuestionamiento aparecía sin excepción alguna cada vez que iba a salir: ¿ese sería mi último viaje? El simple hecho de considerarlo, me llevaba por sentimientos contradictorios. Por un lado, saber que quizá, podría perderme y encontrarlo era una añoranza; contra el temor de quedar atorada en otra época, era aterrador. La brillante luz apareció frente a mí, formando un perfecto círculo, para después poder verlo girar infinitamente hasta formar una espiral que parecía un túnel. El camino frente a mí era momentáneo, así que caminé hacia él a pesar de mis temores y añoranzas. -¡Suerte! –Alcancé a escuchar la voz de “Yi” en la lejanía, porque ya estaba a nada de llegar a mi destino y con ello, cumplir con mi objetivo.
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