2. Vecino

1176 Words
Lo veo desaparecer por el pasillo. Tengo demasiadas preguntas y miedo de las respuestas. Siento un brazo en mi hombro. - ¡Dumah estaba hablando contigo!, ¡oh por Dios!, ¿Qué fue lo que te dijo? - exclama Miranda. - Nada importante. - Eso no es verdad Ámbar, hablaste con el chico más caliente que pisará esta escuela jamás y me dices que no te dijo nada, no me lo creo. - Salía del baño y me tropecé con él, me disculpé y se fue. Me mira decepcionada. - De acuerdo, voy a creerte. ¿Por qué saliste así de la clase?, todos te miraron extrañados. - Me sentía un poco mareada, pero ya se me pasó. Debemos darnos prisa o llegaremos tarde. Regresamos a las clases. Suena el timbre del receso, nos vamos a la cafetería, ordenamos la comida y nos sentamos en la mesa de siempre. - Tengo otra noticia para contarte- dice Miranda con un ligero rubor en la mejillas. - ¿Qué es? - pregunto tratando que no se note mi falta de entusiasmo. - Estoy saliendo con un chico tremendo. - ¿No estabas enamorada de Dumah? - pregunto levantando una ceja. -No tonta, Dumah está buenísimo, pero a él me conformo con admirarlo a la distancia. El chico del que te hablo lo conocí en mi trabajo de medio tiempo. Cuando entró a la tienda, lo ví y supe que era para mí, llevaba una camiseta ajustada y tenía en el brazo derecho un enorme tatuaje de dragón. Le pedí su número y hemos estado en contacto desde entonces. -Solo no te hagas muchas ilusiones, podría lastimarte. -No te preocupes, puedo manejarlo. Terminamos el desayuno y regresamos a las clases. El resto del día transcurre de manera normal, afortunadamente no vuelvo a ver a Dumah. Suena el timbre que marca el final del día y respiro aliviada. Miranda y yo salimos al estacionamiento, nos subimos a mi auto. Conduzco hacia mi casa, Miranda se quedará conmigo hoy porque sus padres salieron y no quieren dejarla sola, sobretodo desde la desaparición de Débora. Al llegar vemos que hay un camión de mudanza en la casa frente a la mía que lleva intentando venderse desde hace 15 años. - ¿Quién se estará mudando? No sabía que ya la habían comprado - comenta mi amiga. Estaciono el auto y observo igual de confundida que Miranda, la escena que tengo frente a mí. Delante de nosotras se estaciona un auto deportivo, de él sale Dumah y no puedo más que mirar con la boca abierta. Es una coincidencia muy oportuna. - ¡Madre de Dios, será tu vecino! - exclama muy contenta. - No hables tan fuerte, no sabes eso. Salimos del auto y Miranda rápidamente se separa de mí. La veo caminar en dirección a Dumah, lo saluda y se detienen a conversar, no sé lo que están diciendo, pero ambos se ven muy relajados, él incluso sonríe. Un sentimiento amargo se forma en mi vientre y lo reconozco. Celos Es ridículo, sólo he hablado con él una vez y ya me siento posesiva con él. ¿Qué demonios me pasa? Necesito despejarme. Me quedo ahí parada viéndolos sin entender muy bien porque lo hago. Dumah se despide de ella y entra a la casa vacía. Miranda se dirige hacia mí y juntas entramos a la mía. Ella entra directamente a la sala, camino detrás de ella con intención de seguirla después de cerrar la puerta, pero me detengo al sentir la sensación de ser observada y al voltear veo que Dumah me está mirando por una de las ventanas de su casa. Incluso en la distancia puedo sentir la intensidad de su mirada. La fachada de mi casa tiene dos grandes ventanas, una a cada lado de la puerta, que iluminan la sala y el comedor. Incómoda, camino hasta ella y la cubro con las cortinas. Lo último que veo de Dumah al hacerlo, es su sonrisa sarcástica. Desconozco el tiempo que me quedo parada aferrando las cortinas, pero sé que fue bastante, porque cuando entro a mi habitación veo a Miranda sentada. Tiene su computadora en el regazo, parece muy concentrada en lo que está haciendo, ya que no despega la vista de la pantalla cuando le hablo. - ¿Quieres algo para tomar? -Si, gracias. Lo que sea está bien Ámbar. Camino a la cocina, sirvo las bebidas y unos aperitivos. Regreso a mi habitación, coloco la comida en la mesa y me siento en un sofá. Nos quedamos en silencio, ella concentrada en su pantalla y yo en mi teléfono. Ambas comemos los aperitivos. Pasado un tiempo, no puedo soportar más la curiosidad. - ¿De qué estaban hablando?. Parecían bastante enfrascados en la conversación. Mi amiga despega su vista de la pantalla, me mira y sonríe maliciosamente. -Nada en particular, ¿Por qué el interés? -No te hagas la interesante - ruedo los ojos - sé que te mueres por contarme, así que dime. Espera un momento, toma un trago de su bebida y dice. -Le pregunté sobre la mudanza y en cómo la está llevando. Hablábamos sobre eso cuando recordé que me quedé intrigada por su nombre, le dije que me gustaba mucho, pero que nunca lo había escuchado. Me dijo que era un nombre poco común así que le pedí que me hablara sobre él. - ¿Y qué fue lo que te dijo?- pregunto confundida. Me mira con aire conspirativo. -No dijo nada, cambió de tema inmediatamente. Me parece raro, ya que es sólo un nombre, él es muy atractivo evidentemente y todo ese aire de misterio que lo rodea lo hace aún más irresistible, así que me puse a investigar y encontré algo super raro. A menos que sea alguien reconocido, no sé que puede encontrar en internet, salvo la información de su perfil en alguna red social, aún así, me acerco a ella para ver de que se trata. -Primero busqué su nombre completo “Dumah Slora” y no encontré nada. No existe un perfíl en las r************* que coincida con ese nombre. Lo cual es extraño, teniendo en cuenta que hasta los abuelitos usan las r************* . Al fracasar por esa vía decidí buscarlo por separado. Primero busqué su apellido “Slora” y encontré que significa “líder”. Después busqué su nombre “Dumah” y ahí es cuando todo se vuelve emocionante. Al parecer “Dumah” significa silencio, aunque buscando un poco más encontré que ese nombre se utiliza para referirse a un ángel que fue desterrado por Dios. Este ángel también es conocido como el príncipe del infierno y tiene 3 compañeros llamados los ángeles de la destrucción. Juntos se dedican a atormentar a los pecadores. Entonces su nombre cobra sentido con todo lo que te he dicho y sí lo interpretamos se traduciría como "El líder Dumah" o "El líder del silencio". Me mira emocionada por su descubrimiento. -Ámbar, teniendo en cuenta que es un ángel desterrado. Él es un demonio.
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