-Pedí el desayuno completo, Damian se sentó a mi lado-
-El también pidió uno igual-
-Pensé que no comías- pregunté
-No lo hago en la casa-
-¿Porque yo si?-
-Tu salud y la del bebé- respondió
-Nos trajeron lo que pedimos, yo me devoraba todo-
-Damian solo me observaba-
-¿De que es tu compañía?- pregunté
-Inversión-
-Supongo que eres el presidente-
-Asi es-
-¿Por que no lo es tu padre?-
-Damian seguía comiendo-
-¿Algún día me contarás tu vida-
-Reinaba el silencio-
-¿Confiaras en mi?-
-El solo me miro de reojo-
-Ya no soporto mas, sabes que, tú y tu familia se pueden ir a la mierda-
-Me levante, pase por la caja y deje el dinero de los desayunos-
-Estoy aburrida que este hombre no me diga nada-
-Lo vi Salir de la cafetería, yo llegue a mi auto y me subí-
-¡Ana!
