************POV Las intervenciones se indicarán con texto en negrita************
Amelia POV
—¿Cómo te sientes Amelia? —pregunta Freya.
—He estado teniendo mucho dolor últimamente, sólo espero que todo esté bien con el cachorro. El doctor me dijo ayer que se veía bien, pero no entiendo todo este dolor.
—Seguro que no es nada de lo que preocuparse, después de todo es el primero.
Unos minutos después Atlas entra y me besa.
—¿Cómo están hoy las dos personas más importantes? —me dice antes de inclinarse para besarme el vientre. Faltan dos meses para que llegue nuestro cachorro.
Estoy impaciente por tenerlo en brazos.
—Hoy no me ha dolido nada, así que eso es bueno —en su cara se dibuja una mirada que no logro distinguir, pero luego desaparece.
—Deberías estar descansando.
—No puedo estar en la cama todo el tiempo Atlas además, Freya necesitaba compañía. Tu hermano está con los guerreros y ella se siente sola.
—Tú y el cachorro son más importantes que entretener a Freya —me ayuda a levantarme y me lleva a nuestra habitación. Una vez metida en la cama, me besa suavemente—. Tengo que atender unos asuntos ya que Elías no está, pero te traeré la cena—.
—¿Cómo he tenido tanta suerte de tenerte como compañero? —Esa misma mirada parece cruzar su rostro, pero de nuevo desaparece tan rápido como apareció.
—Yo soy el afortunado —dice antes de irse.
Atlas POV
Vuelvo a mi oficina y Freya me está esperando.
—Realmente me siento sola, ¿no es eso importante?
—No actúes como una niña, Freya.
Se acerca y se arrodilla frente a mí. Libera mi erección y me mete profundamente en su boca. Enrosco mis manos en su pelo bombeando mi polla dura en su boca. Silas odia que tenga sexo con Freya, pero sabe que mi corazón pertenece a Amelia, así que me deja en paz. La levanto y la tumbo en el escritorio. Le quito las bragas del cuerpo antes de penetrarla profundamente.
Sinceramente, lo único que hace que esto merezca la pena es que sea la pareja de Elías, porque Amelia se siente mucho mejor.
—Dios mío, Atlas, te sientes mucho mejor que Elias. Follame duro —ella grita y yo bombeo más fuerte. Le rodeo el cuello con la mano mientras pienso en el dolor que le causa a mi hermano.
Amelia POV
Estoy descansando en la cama cuando el dolor con el que ya estoy demasiado familiarizada empieza de nuevo.
—Amelia, tal vez deberías ir a que te revisen de nuevo.
—Star, no entiendo por qué tengo todo este dolor. Nunca tuve un cachorro pero conozco gente que sí lo tuvo y no tuvieron nada de esto—.
—No sé, Amelia, pero no me gusta. Siento que algo malo está pasando.
—Estoy segura de que nuestro cachorro está bien, iré para que nos tranquilice a las dos.
Amo a mi loba, que es mi mejor amiga. Coloco mi mano sobre mi vientre y rezo una oración a la diosa para que nuestro cachorro esté a salvo. Llamo a Atlas, pero tiene bloqueada la mente. Sé que está ocupado, pero el dolor es más intenso esta vez y quiero ir a que revisen al cachorro. Debería quedarme en el hospital de la manada, ya he estado allí varias veces.
Consigo levantarme y me dirijo lentamente al despacho de Atlas.
Al acercarme a la puerta, oigo gemidos y se me revuelve el estómago.
Él no me haría eso, es mi compañero.
Estos dolores no tienen nada que ver con mi embarazo. Me ha sido infiel desde que me quedé embarazada. Yo creía de verdad que me quería. El dolor me golpea y no puedo contener el gemido de dolor. Consigo avanzar por el pasillo hacia la oficina que compartía con el hijo de puta de mi pareja y oigo abrirse la puerta, y unos pasos se acercan a mí.
—Amelia —dice mientras me rodea con sus brazos.
No puedo evitar querer darle un puñetazo en la cara.
—Amelia, diosa mía, vamos a llevarte al hospital —me dice una voz femenina que me resulta familiar. Me giro y veo a Freya con cara de preocupación.
Se está follando a Luna, la compañera de su propio hermano.
—Estoy bien, el dolor ya está mejorando —me suelto del agarre de Atlas—. Por favor, vuelve a lo que estabas haciendo, seguro que era importante ya que me bloqueaste —veo un momento de arrepentimiento en la cara de mi compañero antes de que responda
—Por supuesto que era importante, pero te prometo que no volveré a bloquearte. Déjame ayudarte a volver a la habitación.
—No te molestes, estoy bien —camino el resto del pasillo y no miro atrás ni una sola vez.
Los dos me dan asco.
Ya no seré su pareja ni la hembra Beta de esta manada.
No le importamos nada, ni yo ni nuestro cachorro. Ambos sabían el dolor que me estaban causando y aún así continuaron traicionándome. Espero que sean felices juntos. Pienso en el pobre Elias. Siempre ha sido un alfa tan amable y cariñoso. No puedo creer que su hermano y compañero lo traicionara de esta manera.
Debe haber sentido el dolor.
—No puedo creer que haya sido tan estúpida.
—No eres estúpida, confiamos en nuestro compañero —dice Star, con ira en su voz.
Debería haberlo sabido, pero nunca pensé que Atlas me haría esto.
Ha sido el mejor compañero desde que lo encontré en el baile de apareamiento. Incluso fui en contra de los deseos de mi padre, ya que Atlas era sólo un Beta. Él quería que me apareara con un Alfa, pero yo quería a mi pareja predestinada. No me importaba el rango.
No me habría importado si fuera un Omega.
Cuando llego a nuestra habitación, me dirijo al armario y saco una bolso del gimnasio. La lleno de ropa y cosas esenciales.
Embarazada o no, no me quedaré aquí.
Tengo que hablar con Elías antes de dejar este lugar. Merece saber lo que está pasando. Cuando lo tengo todo listo, asomo la cabeza por la puerta de la habitación y cuando no veo a nadie, empiezo a caminar por el pasillo.
Enlazo con ese bastardo.
—Atlas voy a que me revise el médico.
—¿Necesitas que vaya, cariño? —me encojo ante su apodo cariñoso.
—Absolutamente no, seguro que tienes que terminar el trabajo que estabas haciendo.
—Ok amor, hazme saber lo que dice el doctor sobre nuestro cachorro.
—Te quiero.
Corto el enlace porque nunca volveré a decirle esas palabras. Me dirijo a la oficina de Elias. Sé que estaba fuera con los guerreros, así que espero que haya vuelto.
Atlas POV
—Freya casi nos pilla, eso podría haber acabado muy mal —ella empuja sus pechos contra mi pecho.
—Ella es demasiado estúpida para darse cuenta de nada.
—Ella estaba actuando diferente. Como si estuviera disgustada, rezo para que no sospeche nada.
—Está demasiado preocupada por tu cachorro como para pensar en otra cosa. Además, pronto no importará de todos modos.
—¿Qué significa eso exactamente Freya?
—Después de que mates a Elias, serás Alfa y yo seré Luna —la empujo hacia atrás de mí.
—Freya, Amelia es mi compañera. No tengo intenciones de romper mi vínculo con ella. Además, lleva a mi cachorro.
—¿Estás bromeando, Atlas? Entonces, ¿por qué demonios estamos teniendo sexo?
—Te follaba por diversión, pero quiero a Amelia.
Sonríe y se ríe con toda la maldad que lleva dentro.
—Bueno, entonces tal vez debería decirle exactamente qué demonios ha estado pasando entre nosotros.
Amelia POV
Llego a la puerta de Elias y llamo.
—Pasa, Amelia —me dice y cuando entro sonríe. Se levanta y viene a abrazarme. Se retira apoyando su mano en mi vientre—. ¿Cómo están hoy mi sobrino y su mami? —me mira a la cara y la preocupación se dibuja en su rostro. Siento las lágrimas correr por mis mejillas—. Amelia, ¿qué ha pasado? —me acerca a una silla y se inclina frente a mí—. Amelia, ¿qué ha pasado, es el cachorro?
Intento serenarme antes de hablar.
—No, es sobre tu hermano y Freya.
—¿Qué ha hecho mi hermano para que llores? —siento como si tuviera cristal en la boca mientras intento hablar. Estoy a punto de destrozarlo tanto como me acaban de destrozar a mí. —Está bien Amelia, dímelo y le patearé el culo.
Desearía que sólo fuera una pelea y que todo volviera a ser como ayer.
—Tu hermano me engaña —consigo balbucear.
Se levanta.
—No puede ser, él no haría eso. Esto tiene que ser un malentendido.
—Me está engañando con Freya —veo como los ojos de Elias se vuelven negros antes de volver a su cálido color marrón.
Veo el momento en que se da cuenta de que no me equivoco.
Él también debe haber sentido el dolor.
—¿Cómo pudieron hacer esto?
—Ojalá lo supiera Elías, pero no puedo quedarme aquí sabiendo lo que han hecho —mira el bolso que dejé junto a la puerta.
—¿Adónde irás? Si dejas la manada, serás alguien sin protección.
—No sobreviviré si me quedo aquí viéndolos a los dos todos los días. Iré a la ciudad humana y viviré si es necesario.
—Y si no están aquí entonces puedes quedarte.
—Elias, necesito irme.
Veo a Elias acercarse a una caja fuerte en la pared y sacar un montón de dinero y un juego de llaves.
Se acerca entregándome ambas cosas.
—Elías… —le digo antes de que me detenga.
—Amelia, a pesar de todo eres mi hermana y ese es mi sobrino. Estoy cuidando de ti.
Me levanto tirando de él para abrazarle.
—Lo siento, Elías, no puedo creer que esto esté pasando.
—No tienes nada por lo que disculparte pero conozco a dos personas que pronto lo van a lamentar mucho. Esas llaves son de un coche en el garaje que no puede ser rastreado. Yo, Elias Charles Canfield, te libero a ti, Amelia Marie Canfield, de la manada Darkmoon.
Beso su mejilla antes de bajar las escaleras. Me cruzo con algunos miembros de la manada, pero nadie me detiene, por suerte. Tiro el bolso en el asiento trasero y conduzco hacia la puerta. El guardia abre inmediatamente la verja y me saluda con la mano. Rezo para que mi cuñado vuelva a ser feliz y para que esos dos reciban su merecido.
Elias POV
Veo a Amelia salir por la puerta de mi despacho. He sido tan estúpido. Azar me ha estado volviendo loco por el dolor que he estado teniendo y resulta que era por Freya, pero yo no me lo creía. Hemos estado juntos desde que éramos adolescentes.
¡Somos compañeros predestinados, por el amor de Dios!
¿Cómo pudo traicionarme con mi hermano?
—Te dije que estaba siendo infiel.
—Ahora no es el momento para te lo dije Azar.
—¿Qué vas a hacer con ellos dos? Romperles el cuello, espero.
—Azar, ellos merecen tanto, que no puedo. Los desterraré de la manada.
Primero enlazo a Freya.
—Freya, ven a mi oficina ahora.
Ni siquiera le doy la oportunidad de responder antes de cortar el enlace.
—Atlas trae tu culo a mi oficina ahora.
De nuevo, corto el enlace. Voy de un lado a otro esperando a que lleguen los dos cuando siento un dolor que es mil veces peor que los dolores que he estado teniendo.
—Azar, ¿qué es este dolor?
—Nuestro compañero ha muerto…
Antes de que pueda asimilar lo que acaba de decir Atlas entra con una sonrisa en la cara.
—¿Qué pasa Elias, te duele algo?
—¿Qué has hecho Atlas?
Atlas POV
Cuando ambos recibimos el mensaje de Elias, me di cuenta por su tono que estaba enojado. Mis ojos volvieron a Freya que estaba de pie con una sonrisa en su cara.
—Tu dulce compañerita te va a odiar después de que le cuente todo, pero ahora mismo tengo que ir a hablar con mi compañero.
Veo rojo y la agarro por el pelo, tirando de ella hacia mí y envolviendo mi brazo alrededor de su cuello. Ella empieza a arañarme el brazo.
—Nunca hablaras con mi compañera y para que lo sepas, ella es mucho mejor de lo que tu nunca fuiste —le digo antes de romperle el cuello.
Esto es perfecto.
Me desharé de los dos y entonces Amelia y yo ocuparemos el lugar que nos corresponde en nuestra manada. Mi hermano nunca fue digno de ser el alfa de esta manada. Cojo una daga del cajón de mi escritorio y cierro la puerta del despacho tras de mí. Me dirijo al despacho de mi patético hermano. Cuando entro, está encorvado por el dolor de la muerte de su compañera.
—¿Qué has hecho, Atlas?
—He hecho las cosas bien hermano. Ahora Amelia y yo nos haremos cargo de la manada. Tú y esa puta con la que estabas apareado estarán muertos —él sonríe—. ¿Por qué demonios sonríes, estás a punto de morir?
—Puede que yo muera pero tú nunca tendrás a tu pareja ni a tu cachorro.
Gruño, agarrándolo, pero aún está débil por la muerte de Freya.
—¿Dónde está Amelia?
—Se fue hace tiempo y rezo para que nunca la encuentres de nuevo. Ella sabe lo que estabas haciendo con Freya.
Gruño nuevamente y Silas sale a la superficie.
—Quiero a mi compañera, imbécil. Tú y tu lobo pueden irse a la mierda.
Levanto la daga y se la clavo en el corazón. Veo la luz salir de sus ojos antes de dejarlo caer al suelo. Tengo que encontrar a Amelia, pero primero tengo que ocuparme de esto.
Ella es mía y haré que me perdone.
Tendré a mi compañera, a mi cachorro y a mi manada.