Desconocido POV
—Lily, ¿todo bien con la mujer que llevaste arriba?
—Honestamente, no estoy segura. Estabas aquí cuando ella entró, sé tanto como tú ahora mismo. Ella no dijo nada, pero tengo la sensación de que definitivamente hay una historia allí. Espero equivocarme porque estoy segura de que te diste cuenta de que está embarazada.
—¿Crees que ella está huyendo del padre? Tal vez él le estaba haciendo daño.
—No lo sé, pero voy a llevarle algo de comida cuando termine mi turno. Después de todo lo que hiciste por mí, es justo que te lo devuelva.
—Lily, ten cuidado. No todo el mundo es tan amable como tú y las apariencias a veces engañan.
—Sé juzgar muy bien a las personas —digo, mientras él me da un puñetazo en el brazo.
Amelia POV
¿Por qué alguien golpea la puerta? Por un momento olvido todo lo que ha pasado. Olvido que mi compañero me traicionó durante meses. Olvido que no estoy en mi manada con mi familia. Olvido que no estoy en mi cama. Cuando recuerdo todas las cosas que desearía poder olvidar, mi corazón empieza a acelerarse. No puede haberme encontrado ya.
¿Quién más llamaría a la puerta? No conozco a nadie aquí. Respiro hondo esperando que su olor invada mi nariz, pero no lo hace. Vuelven a llamar, pero esta vez lo hace una voz femenina.
—Julia, soy Lily —me dice y respiro hondo unas cuantas veces para ralentizar mi ritmo cardíaco antes de levantarme a abrir la puerta. Cuando abro, ella está sonriendo y tiene un carrito con comida. —Te he traído la cena.
—No he pedido cena.
—Ya sé que no, pero pensé que quizá tú y el bebé tendrían hambre.
Sonrío ante su amabilidad.
Me hago a un lado y ella empuja el carrito hasta la habitación. Lo deja todo sobre la mesa y toma asiento. Seguro que se da cuenta de mi cara de confusión.
—Ven y siéntate. He salido del trabajo y me muero de hambre —me acerco y tomo asiento a su lado. Ella destapa la comida y el olor de la hamburguesa con queso es celestial.
No he comido nada desde que paré en el supermercado.
Coge su hamburguesa y le da un bocado enorme. Me río antes de hacer lo mismo. No me había dado cuenta del hambre que tenía hasta que empiezo a comer la hamburguesa y las patatas fritas como un muerto de hambre. Comimos en un cómodo silencio durante unos diez minutos antes de que yo lo rompiera.
—¿Por qué estás siendo tan amable con un extraño, Lily?
Ella sonríe.
—Cuando me mudé a esta ciudad, no conocía a nadie. Algunos de los lugareños fueron amables conmigo y esta es una oportunidad para devolverles el favor. Además, parece que te vendría bien un amigo —asiento y sigo comiendo—. ¿Era abusivo?
Casi me atraganto con el bocado de hamburguesa que tengo en la boca. Tomo un trago y me aclaro la garganta.
—¿De qué estás hablando?
—No tienes que contarme nada, pero me imagino que estás huyendo de algo.
—Te prometo que no es nada de eso, pero prefiero no hablar de ello —ella levanta las manos en señal de rendición.
—No quise molestarte.
—No me has disgustado, te lo prometo.
—Bien, me alegro, ¿cuánto tiempo te vas a quedar en la ciudad?
Me río.
Tienes muchas preguntas.
—Lo siento, no quiero ser entrometida, pero lo soy.
—Bueno, al menos eres sincera. Pienso quedarme un tiempo. Ahora sólo necesito encontrar un trabajo y un lugar donde quedarme que no sea un hotel.
Ella sonríe.
—Si no te importa ser azafata, el restaurante del hotel está buscando una y mi edificio de apartamentos tiene algunas vacantes.
—Estás de broma Lily, no me importaría eso.
—Ya es tarde pero podemos ir a ver los apartamentos mañana si quieres.
—Por supuesto, ¿qué tengo que hacer para el trabajo?
—Nada soy la gerente y mañana hablaré con el dueño del restaurante. Puedes empezar tu primer turno después de que te situemos en tu apartamento —Lily se levanta para irse y yo la abrazo.
—Gracias por ser tan amable conmigo.
Ella se aparta.
—De nada, algún día tú también podrás devolvérmelo. ¿Puedo pedirte que hagas una cosa por mí? —pregunta Lily. Asiento y ella sonríe—. ¿Cuál es tu verdadero nombre?—
Sonrío.
—Amelia.
Después de que Lily se va, voy a sentarme en el sofá y ver la televisión hasta que estoy lista para volver a dormir por la noche. Necesito algo para olvidarme de todo.
—Star, ¿cómo estás? —ha estado callada desde que salimos del minimercado.
—Odio que hayamos tenido que dejar nuestra manada por culpa de ese imbécil, pero sé que es lo mejor para nosotros y nuestro cachorro.
POV Desconocido
—¿Cómo sabes que es una loba?
—Alfa Lincoln, reconozco a un lobo cuando lo veo. Tengo muchos dones y detectar super naturales es uno de ellos.
—¿Vino alguien con ella a la ciudad?
—No, está sola, pero está embarazada.
—¿Por qué una loba embarazada dejaría su manada?
—No estoy seguro, pero la vigilaré e informaré si creo que es una amenaza para la manada. Aunque no creo que lo sea basándome en todo lo que he visto.
—Muy bien, enviaré rastreadores para asegurarme de que nadie más esté cerca del territorio o fuera de la ciudad humana. Las apariencias engañan, así que sigue vigilando.
—Sí, Alfa Lincoln —digo antes de que la línea se corte.
Le debo todo a Lincoln. Sólo espero tener razón sobre Amelia.
Atlas POV
Llevo intentando enlazar con Amelia desde que se fue y es como si no estuviera viva. Ni siquiera por el enlace. Está tan lejos de mí que no puedo sentirla. Los rastreadores no han podido encontrarla en ninguna de las ciudades humanas de los alrededores. He hablado con varios de los Alfa de las otras manadas y aparte de sus condolencias, no me han dado nada. Llaman a la puerta del despacho y entra Neal.
—Alfa, estamos listos para el entierro de tu hermano y tu ceremonia. Hemos quemado el cuerpo de la puta traidora como ordenaste.
—Dame unos minutos más para componerme Neal y bajaré —asiente y cierra la puerta tras de sí. Me siento de nuevo en mi silla—. Silas, ¿estás listo para convertirte en el Alfa que siempre debimos ser?
—Es la única razón por la que no he dejado tu patético culo. Recuerda mis palabras, Atlas. Si no recuperas a Amelia serás un Alfa sin lobo.
—Cálmate Silas, la quiero de vuelta tanto como tú. Haré lo que sea necesario para que eso suceda.
Lo empujo al fondo de mi mente. Necesito hacer el papel de hermano afligido.
Cuando salgo, me dirijo a la sección de guerreros del cementerio de la manada. Todos los miembros de la manada se han reunido y me sitúo junto a Neal. El Anciano Thomas llegó anoche después de que nos pusiéramos en contacto con él por el asesinato de Elias. Él se encargará tanto del funeral como de la ceremonia Alfa. Empieza a hablar sin parar del líder que Elias era para nuestra manada. No le presto atención, esperando que no se extienda mucho. El Anciano Thomas dice mi nombre y me saca de mis pensamientos.
—Atlas, sé lo difícil que debe ser, pero ¿te gustaría decir unas palabras sobre tu hermano?.
—Sí, Anciano Thomas, gracias —miro a los miembros de la manada mientras hablo—. Mi hermano dio todo a esta manada como lo hace un gran Alfa. Él amaba a cada uno de ustedes. Esta manada era su vida. Espero ser un Alfa aún mejor porque aprendí del mejor. Descansa en paz, mi hermano.
Neal pone su mano en mi hombro ofreciéndome apoyo. Bajan a Elias a la tierra y espero para echar la primera palada de tierra sobre su ataúd. Los miembros de la manada se me acercan de uno en uno ofreciéndome sus condolencias.
Vuelvo hacia el patio de la manada, donde está montado el escenario para la ceremonia. Tuve la oportunidad de explicarle al Anciano Thomas lo que Freya había hecho. Que no sólo había matado a mi hermano, sino que había envenenado la mente de mi compañera en mi contra. Le hizo creer que le era infiel. El Anciano Thomas estaba horrorizado por las acciones de Freya. Subo al escenario y el Anciano se une a mí. Toma el cáliz y lo llena con la sangre de mi hermano.
—Atlas Andrew Canfield hace su voto a la manada Darkmoon.
—Yo, Atlas Andrew Canfield, pondré las necesidades de la manada por encima de las mías. Juro liderar con justicia y fuerza. Juro ser el Alfa que esta manada merece —me entrega el Cáliz y bebo.
Inmediatamente siento el vínculo con todos los miembros de la manada. Es abrumador al principio, pero pongo bloqueos y gano control.
Siento una abrumadora sensación de poder. Incluso la presencia de mi lobo es diferente. La manada me desnuda el cuello antes de que todos cambiemos.
—Manada Darkmoon, les presento al Alfa Atlas Canfield.
Dirijo una carrera de manada y Silas está en su gloria. Cuando volvemos de la carrera, me cambio y me vuelvo a poner la ropa. El Anciano me espera para hablar de Amelia. Me ha ofrecido su ayuda para encontrarla y, dado que cree que Freya mentía sobre la aventura, la aceptaré.
Su habilidad para llegar a más alfas será mejor que la mía.
Alfa Lincoln
Estoy sentado en la mesa del comedor de la manada desayunando. Michael normalmente estaría aquí, pero esta mañana está dirigiendo el entrenamiento de guerreros de primer año. Mientras bebo mi café Jennifer entra y se sienta a mi lado.
—Lincoln, tenemos que hablar —me pone la mano en el antebrazo—. Lincoln ha pasado un año. Dijiste que si no habíamos encontrado a nuestras parejas predestinadas en un año, nos elegiríamos el uno al otro.
—Jennifer, no tengo tiempo para esta discusión otra vez hoy. Tengo una reunión planeada con dos Alfas limítrofes.
—Para empezar, tú dijiste que sí…
—Nunca te dije que estaba de acuerdo.
—Lincoln, puede que nunca la encuentres. La manada necesita una Luna.
—Suficiente, Jenn, ya terminé de hablar de esto. Yo decidiré sobre mi Luna. Nunca acepté tomar una pareja elegida. La diosa no nos eligió el uno para el otro y ahora tenemos que esperar a las compañeras que tiene planeada.
Me levanto y salgo del comedor. Jennifer y yo crecimos juntos y honestamente, esperaba que ella fuera mi pareja. Tenía sentido. Es la hija del jefe de los guerreros y es hermosa. Cuando conseguí mi lobo a los dieciocho años, ella vino al ala de mis padres y yo esperaba que Talon se volviera loco. Me decepcionó un poco que no lo hiciera, pero Talon y yo decidimos que esperaríamos a nuestra pareja predestinada.
Ahora tengo veintiséis años y aguantar a mi padre y a Jenn es cada día más difícil.
Entro en mi despacho y espero a que Michael traiga a los Alfas visitantes cuando lleguen. Michael es mi Beta y como un hermano para mí. Mientras espero, suena el teléfono en mi mesa. Lo cojo y al otro lado suena la voz familiar de mi padre.
—Buenos días, Lincoln.
—Buenos días, papá.
—A tu madre y a mí nos gustaría comer hoy contigo —pongo los ojos en blanco porque sé cuál será el tema de conversación durante el almuerzo.
Quiero a mis padres y nunca rechazaría a mi padre.
—Tengo una reunión en breve pero podemos cenar.
—Estupendo, estaremos en la manada a las cinco.
—Los veré a ti y a mamá entonces.
—Te quiero, hijo.
—Yo también te quiero, papá.
Justo cuando cuelgo el teléfono Michael me comunica que los Alfas han llegado. La reunión duró aproximadamente una hora y he podido firmar alianzas con ambas manadas. Creo firmemente en las alianzas entre manadas. Hay demasiados enemigos de las manadas de lobos como para que nos quedemos solos.
Cena.
Lincoln POV
Me dirijo a mi comedor privado. Cuando entro, estoy listo para gritar.
—Parece que esta vez Jenn corrió hacia tus padres —dice Talon.
Mis padres y Jennifer están sentados a la mesa hablando. Intento no ser un gilipollas, pero soy un adulto y un alfa. Me acerco y beso a mi madre antes de sentarme a la mesa. Los omegas sirven la cena y yo permanezco callado.
—Bueno, Lincoln, ¿cómo te ha ido la reunión de hoy? —pregunta mi padre.
—Muy bien, ambas manadas firmaron una alianza.
—Me alegro de que haya ido bien.
Comemos unos minutos más antes de que no pueda soportar más el estrés en la habitación.
—Sé por qué querías cenar hoy y voy a aclarar algunas cosas. Me alegro de que estén todos aquí para oír esto. Nunca voy a tomar una pareja elegida —mi padre empieza a hablar y lo detengo—. No he terminado. Soy un hombre adulto y el Alfa de esta manada. No seré forzado a un apareamiento que no quiero —digo mientras miro a Jenn. Me siento mal por herirla, pero ella no está recibiendo el mensaje de otra manera—. Tendré una Luna cuando la diosa lo considere oportuno. No volveré a tener esta discusión.
Nadie habla durante varios minutos.
—Tienes razón, Lincoln, sentimos haber intentado interferir — dice mi madre—. Tu padre y yo respetaremos tus deseos, ¿verdad Charles?
Me doy cuenta de que mi padre quiere discutir, pero sabe que no debe hacerlo con mi madre.
—Sí Lorraine, nos mantendremos al margen.
Jenn baja la cabeza y terminamos una cena muy incómoda pero siento que por fin me escucharon. Beso a mis padres y me despido de Jenn antes de dirigirme a mi habitación.
—Bien hecho, Alfa —dice Talon y yo sonrío.
Espero que esté decidido, pero tengo la sensación de que Jenn no ha terminado de intentarlo.