AQUEL BELLO SER

994 Words
Luciel un demonio descendiente de las clases más altas, primer hijo de Lucifer y futuro rey del infierno y con un destino implacable y único él sería quien guiaría a los guerreros infernales para darle miseria y muerte al plano terrenal, deseado por muchos demonios, no hay nada que no sepa del acto s****l así como el deseo el arte de lo carnal o de la posesión, demonio que conoce las reglas doradas, jamás enamorarme y nunca entregar el corazón esa es la ley infernal más fuerte. Luciel conocería por primera vez el plano terrenal a los humanos en la edad medieval eran seres ignorantes que se dejaban llevar por mentiras y miedos, todo era un arma para los demonios, conocería a su presa además de verlos ser torturados en el infierno también lo aria en su vida cotidiana, los seres que su padre tanto despreciaba al igual que sus hermanos menores, la diferencia es que Luciel quería conocer aquellos seres a quienes mataría y torturaron eternamente, un enorme portal se abrió ante el mientras cientos de demonios del infierno lo miraban cruzarlo. -Ahí va aquel que traerá más esclavos- Dijo un demonio -Ahí va nuestro futuro rey- Dijo otro demonio -Ahí va el ser más sádico y s****l- Dijo otro Luciel cruzo el portal y del fuego que iluminaba aquel infierno sumergido en oscuridad eterna el portal lo llevo a un mundo similar y al mismo tiempo diferente, el aire era fresco y diferentes especies invadían su audición, el aire era fresco y el cielo estrellado con una enorme luna que iluminaba una enorme aldea, -No es tan diferente al infierno- Murmuró Luciel, caminó lentamente mientras sus enormes cuernos similares a los de un alce daban la sombra de un animal salvaje cerca de aquella aldea, sus largas uñas negras listas para descuartizar, sus rojos y encantadores ojos ágiles buscando una presa para asesinar un pequeño pero preciso sonido alerto aquel demonio las hojas de un árbol cayeron pero estaba verdes, Luciel conocía las estaciones del plano terrenal y sabía que no era normal aquella acción, se agachó y asecho aquel árbol una rama se partió un ser cayó, Luciel salto sobre aquel ser y levanto su mano listo para arrancar su cuello, pero algo lo detuvo, aquellos ojos lilas lo detuvieron, -Esto es nuevo- Pensó Luciel, ella estaba atemorizada y no movía ningún músculo, Luciel miró de lado y notó unas enormes alas blancas, -Aun ángel- Un enemigo natural pensó, pero ella permaneció en esa posición mirándolo, notó que no podría ningún arma y tampoco invoco alguna, un ser inofensivo, el vapor brotaba de la boca del demonio, ella estaba debajo de él, un ángulo perfecto para asesinarla de un solo movimiento. -¿Vas a matarme?- Preguntó aquel Ángel -No- Contestó Luciel esas palabras salieron de sus rojos labios sin pensarlo, él se sorprendió pero prefirió mantenerse al margen, se alejó de ella y observo aquel cuerpo casi desnudo y cubierto por pequeñas telas blancas, su castaño y rizado cabello, si piel parecía porcelana blanca y fina sus alas eras suaves y cómodas, -Eres el primer ángel que veo- Dijo Luciel -Eres el primer demonio que veo- Dijo aquel ser sonriendo -Deberías matarte- Luciel caminó hacia ella, extendió sus manos mientras ella solo cerraba los ojos, pero se detuvo, miró hacia atrás furioso buscando aquella cosa que paro su ataque pero no encontró nada, pronto entendió que se había detenido voluntariamente, bajo la mano irritado no sentía la necesidad de matarla y eso le molestó, miró hacia atrás y un portal se abrió para él, -La próxima vez te matare- Dijo Luciel cruzando el portal El ángel lo miró por última vez y coloco su mano en su pecho, -Eso estuvo demasiado cerca- Murmuró aquel ser, recordó aquellos ojos rojos que se posaron sobre ella aquella, ojos que penetraron su visión y la calidez de aquel cuerpo, -No me gusta estos sentimientos- Dijo el ángel alejándose del lugar se abrazo a ella misma y sus enormes y blancas alas repleta de plumas se extendieron para llevarla nuevamente al plano celestial -Volviste muy rápido- Dijo Likoy, primer hermano de Luciel, -¿Están tan aburrido el plano terrenal? -Para volver en tan poco tiempo debe ser una basura- Dijo Mors, segundo hermano de Luciel -Míralo, los humanos ni siquiera valen si tiempo- Dijo Keres, tercer hermano de Luciel -Se han vuelto una molestia desde que son generales- Dijo Luciel caminando al castillo de Lucifer, llegó a un calabozo repleto de sangre y putrefacción de la carne de los torturados pero ni siquiera el grito de agonía podía quitarle aquellos ojos lilas de la cabeza, miró a otros demonios buscando algún tipo de atracción, tal vez solo necesitaba probar otro cuerpo nuevo, tomó el brazo de una demonio y la arrojo contra la pared, ella estaba dispuesta muchos deseaban estar con él, pero al momento de consumir el acto s****l delante de tantos sufridos, Luciel simplemente no puedo, ella lo miró y sonrió -Las historias deben ser falsas- Dijo ella, en menos de un parpadeo Luciel la tomó del cuello y comenzó a asfixiarla pero una vos lo detuvo -No mates a los súbditos de tu madre- Dijo un demonio detrás de él, era Bell un demonio que había pertenecido a su familia cerca de los inicios del reinado de Lucifer -Lárgate asqueroso súcubo- Dijo Luciel arrojándola a un lado, ella rápidamente se alejo de él -Veo que no estás de humor- Dijo Bell -Aléjate- Luciel miró el suelo cubierto de manchas de brea y camino hacia aquel oscuro desierto, miró el oscuro cielo sin ver una sola luz hasta que volvió a recordarla y con fuerza golpeó su rostro solo para cubrir sus ojos, -Debo matarla- Murmuró Luciel en aquel infierno lleno de muerte, sentía la necesidad de volver a aquel plano y verla, imaginar que la mataba le era difícil y eso lo ponía de malas, jamás se había sentido así.
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