De Aventuras a... Compromisos!

Alguna vez había escuchado que el amor era el primero y los demás son para olvidar y puedo dar fe luego de mucho tiempo, que eso es muy real. No necesariamente quiere decir que se trate del primero con quien te hayas acostado, en realidad habla del primero por quien si sentiste “mariposas” en el estómago. Aquella persona que puso tu mundo de cabeza y logró instalarse en tu mente día y noche sin poder olvidarlo, aquella persona que por primera vez logró hacerte sentir cosas que nunca antes habías sentido. De eso es lo que habla. Desde siempre fui una mujer desenamorada de las cosas y de las personas, solo tengo dos mejores amigas y una de ellas se había ido durante mucho tiempo por culpa de la traición de un hombre dejando toda su vida atrás y por ende a nosotras sus amiga y hermanas del alma también, aunque haya vuelto nuevamente, pero con uno que es mil veces mejor que el imbécil que la lastimó. Sin importarme cuánto tiempo haya pasado, la sigo queriendo como lo he hecho siempre y soy muy feliz por su felicidad, pero mucho más porque ha sido capaz de dejar atrás el dolor de la traición para volver a resurgir. Aunque debo admitir algo, hace algún tiempo cuando mi otra mejor amiga y mi colega me presentó a su novio también me presentó al cuñado ¡Un bendito bombón de chocolate! Había sido el hombre más guapo, sexy y seductor que había conocido, de inmediato supe que me lo tiraría y lo disfrutaría como siempre para luego no verlo más o si, pero solo para encuentros fortuitos ¿Qué pasó luego? Me enamoré. Había tenido “Amigos cariñosos”, amantes frecuentes, pero jamás había sentido ese efecto de mareo cuando los veía, es decir, sí me atraían, pero no ponían a latir a mi corazón desbocadamente. Resultó que este idiota pelirrojo me volvió loca a tal punto de aceptar que me había enamorado completamente de él. Lo hermoso y sorprendente de todo fue saber que al parecer yo también lo atraía y bastante. Se esmeró en nuestras citas, los regalos sorpresa que me hacía y hasta detalles muy hermosos y románticos que apretujaban un poco mi corazón. Ambos tomamos una decisión, intentarlo. Yo dejé todas mis andadas, abandoné esas relaciones no oficiales que tenía porque enserio había querido que lo nuestro funcionara. Él me había asegurado que hizo lo mismo y le creí. Creí en sus palabras como una tonta y el maldito me fue infiel. Jesse Alexandre era un empresario que recién había comenzado un negocio, pero que le iba bastante bien, como comerciante internacional en el rubro del café. Su hermano había invertido un poco para ayudarlo, pero el negocio era todo suyo. Su marca había logrado recorrer casi todo el globo y por lo tanto era un hombre que viajaba constantemente. Por supuesto gracias a eso no mantenía una relación estable y salía con cuanta mujer se le aparecía, hasta que me conoció, supuestamente. En una fiesta muy importante que se llevaría a cabo en New York donde varios empresarios estarían reunidos hablando sobre nuevos negocios, Jesse me había invitado para que fuera su acompañante. Tuve que declinar la invitación ya que estaba cubriendo una premiere de una nueva película en Hollywood. Obviamente Jesse tuvo que acudir igual, pero fue solo a esa fiesta. Al día siguiente se me ocurrió darle una sorpresa y volé toda la noche para encontrarlo en el hotel donde se alojaba. Seis horas de mi vida desperdiciadas para nada, en la fiesta se había encontrado con una modelo a quien llevarse a la cama y esa mañana que lo fui a sorprender la que se llevó la gran sorpresa fui yo. Con el corazón tan roto y una desilusión tan grande lo mandé al mismo infierno y volví a mi casa traté de rehacer mi vida, volver a como era antes, disfrutar de la vida y de mi libertad, pero nada era igual. Todo me recordaba constantemente que había amado a alguien finalmente y ese alguien me traicionó. Entonces comprendí el enorme dolor de Julia y porqué decidió marcharse tan lejos dejándolo todo atrás, quería hacer lo mismo, pero decidí que no lo haría por alguien que no lo merecía. No iba dejarlo todo porque un idiota me fue infiel, podría haberme arruinado el corazón y mis sentimientos, pero no quise demostrárselo. Soy una mujer fuerte y como tal puedo salir adelante sin la necesidad de empezar de nuevo. Tomar los pedazos y reconstruirme fue un verdadero martirio, pero gracias a Ximena y mi fuerza y mi fuerza de voluntad lo logré. Nuevamente después de mucho tiempo me convertí en lo que era, quizás no tal cual como antes, pero muy semejante. Mi trabajo era lo más importante en mi vida y disfrutar de cada momento, nada más y nadie más.