—¿Qué te pasó en el labio, Melissa? —preguntó Anna cuando se encontraron en las escaleras. —Brooke fue por unas galletas —respondió en un susurro, con las mejillas sonrojadas. —Seguro que fue solo por las galletas —dijo en un tono divertido. —Supe que Josh estuvo aquí —le dio un guiño y trató de esconder la sonrisa burlona que peleaba por aparecer en su rostro. —Pareces una adolescente Mel y… me gusta eso. —Está bien, ella se puso un poco celosa —confesó Melissa, siendo consciente de las risas que provenían del salón principal, donde todos los adolescentes estaban reunidos y bajo el mando de Noah. —Anna, ella hace que mi corazón lata muy rápido, y siento tantas ganas de que me abrace y me bese —cerró los ojos y mordió su labio inferior. —Y, aunque me gusto verla celosa, tengo miedo. Sa

