El castaño se levantaba de un buen sueño, sonrió cuando sintió que en su brazo había un peso de más, su Terry estaba junto a él
— Buenos días, precioso
El rubio cenizo no tenía ganas de levantarse así que se volteó dándole la espalda al castaño
— Levántate, lindo
Terry negó ya un poco molesto por la insistencia de su pareja, abrió los ojos y levantó su cabeza
— Hoy no iré a ese mugroso lugar de porquería llamado universidad
Dicho eso, se echó a dormir. Estefano rió por lo encantador que se veía su pareja y lo dejó descansar
Salió de su habitación ya listo, bajó a su sala para tomar un poco de jugo de naranja e irse a la universidad
— ¡Precioso! ¡Te estoy dejando jugo en la refrigeradora!
Gritó para que lo escuchara, una vez acabado su jugo fue a lavarse los dientes. Salió del baño para ya irse y no llegar tarde
Mientras tanto, Dante estaba en su era “depresivo”. Horrible, así se sentía el más bajo, estaba cubierto por un montón de frazadas y pañuelos por todos lados
— Tu madre me ha llamado para preguntarme por ti
— Dile que estoy muy bien, mejor que nunca — respondió sarcástico, estaba más que claro el humor que se cargaba
Escuchó la puerta cerrarse y agradeció mentalmente a los dioses de que le cumplieran el deseo
"Que se vaya Alex"
Suspiró pesado, iba a seguir con su 'hermoso' sueño, pero no pudo
— ¡A LA UNIVERSIDAD!
Las frazadas que antes lo cubrían ahora estaban esparcidas por todos lados, y un Dante sujetándose de las esquinas de su cama para que no lo saquen de esta
— ¡woo! Parece que los tiempos no pasan en vano, mira ese trasero que te cargas Dante
— ¡CALLATE!
Y el sonrojo inexplicable hizo que el rubio se descuidara para que por fin salga de esa cama
— ¡He dicho que no iré! — lamentablemente eso no estaba en los planes del pelinegro— ¡NO!
Luego de unos minutos donde Alexandro sacó a Dante de casa ya cambiado a la fuerza
— ¡BÁJAME, PEDAZO DE ANIMAL! — ese era uno de los tanto insultos que estaba diciendo el rubio al mayor
— Ya estamos llegando a tu universidad, si no te callas todos pensaran que estas loco
Y como si fuera arte de magia, el más bajo dejó de gritar, un poco incómodo ya que igual las personas los miraban
— Tu también me puedes bajar ¿no crees?
— No
El castaño que tranquilamente pasaba por ahí para ingresar a la universidad los vio
Su sonrisa se esfumó al ver a su rubio amigo en brazos de un desconocido, literal, el rubio estaba siendo cargado por un completo desconocido para él
— Por favor Alex, olvide lo de ayer, haga como si nunca me hubiera visto así, yo iré, estaré en clases y volveré a casa
— No te creo nada, apuesto que te encerraras en el baño y no saldrás hasta salida, entraré contigo te guste o no, baby
Ese apodo hizo que la sangre del castaño hirviera y se acercara a pasos rápidos
— Alex — “ujum”, se escuchó
Los dos voltearon a ver al castaño quien se veía que tenía una sonrisa muy fingida
— ¿Quién eres para interrumpir una conversación? — preguntó el pelinegro, presintiendo ya de quién se trataba
— Mi nombre es Estefano, Estefano Lopez, mejor amigo de Dante, ¿y tú quién eres? — lo último lo dijo en un tono no, para nada, amigable
El pelinegro retuvo un gruñido, ese pedazo de imbécil hizo que su “baby” llorara toda la noche, no dejándolo dormir
— Su enamorado, me llamo Alexandro Mercury
La quijada del castaño no podía llegar más abajo, porque literal se quedó atorado en todo sentido
Y ni que hablar del rubio, más rojo que un tomate, y peor aún que seguía encima de su mayor. Está nervioso porque, vamos, Alexandro fue su primer amor de infancia y por el cuál aceptó que le gustaban los hombres; y ahora escuchar que Alex dice que es su “enamorado” le pone nervioso y emocionado. Si el Dante del pasado hubiera escuchado esto salir de los labios de su amor platónico, seguramente se hubiera desmayado de la emoción.