Matteo se me queda viendo muy molesto mientras toca mi mejilla.
—Lo mejor será que se retire usted a dormir.Esta un poco tomado y no sabe lo que dice.
—¿Estás con ese idiota Por eso no quieres que te bese.?—
—-No es por eso. Usted es el futuro esposo de mi mamá tiene que respetarla y respetarme a mi también— subo las escaleras y entro a mi recamara, >. Me acuesto en la cama y me duermo inmediatamente.
En la mañana siguiente, me despierto temprano y voy directo a la regadera para darme un delicioso baño de treinta minutos (aún todavía es temprano). Cuando salgo busco en mi guardarropa, la ropa que me pondré para ir a la empresa. Decido ponerme un pantalón sastre color n***o, crop top vino y saco del tono del pantalón, sandalias negras.
Amo el tono n***o, tomo mi bolsa y mi celular, bajo a comer mi desayuno cuando entro a la cocina veo la escena de mi mamá besándose muy apasionada con su novio, >, los dos se dan cuenta que estoy en la cocina y se alejan.
—¡Hija!— Lo sentimos no te vimos.
—¡Ustedes tranquilos!.Pueden seguir en lo suyo, me voy a la oficina—.
—Desayuna antes de irte—. Dice indicando el desayuno, pero veo la comida y se me quito el apetito y las ganas de estar ahí con ellos.
—No tengo hambre, mejor me voy.
—Espera ,nos podemos ir juntos—. Dice Matteo.
—No es necesario me puedo ir sola Pero no me iré en taxi, ¿Cómo me dijo Matteo que está casa también es mía me imagino que no se molestará porque uso uno de sus tantos carros que tiene en la cochera y me decido por un Ferrari rojo convertible que me encanta… es el que usaré.
—¿Qué lindo carro?—. Me dice Gaby.
—Es de mi familia—.
—¿Eres millonaria?—.
—El que es millonario es mi padrastro pero puedo usar sus cosas.
—Si es millonario como dices ¿Por qué trabajas?—.
—No me gusta que me mantenga el — En ese instante, aparece Matteo con la cara de pocos amigos y al verme pone su cara roja como si fuera un tomate.
—Señorita la espero en mi oficina ahora mismo—
Entra al elevador y ambas no vemos
—Mucha suerte con tu jefe— dice Gaby.
Mientras se va, subo y antes de entrar tomo un poco de aire y entro a la oficina de mi jefe.
—¿Me necesitaba?—
—Cierra la puerta— asiento con lo que me pide y él se levanta de golpe, caminando hacia mí.
—Me puedes decir con qué permiso agarraste mi auto!!!—. Pensé que estaba enojado aunque me vale.
—¿No es para que reaccione de esa manera usted mismo me dijo que su casa también es mi casa?—. Quise suponer que también puedo tomar sus autos… ademas — lo veo que se sienta y lo que pienso hacer en este momento lo toma por sorpresa. Me siento arriba de él logrando que se sienta nervioso.
—Usted será como mi papá mejor dicho mi padrastro y se supone que los padrastro cuidan a sus hijastras—.
—Ni pienses en jugar conmigo Michelle—.
—No tengo por qué hacerlo es la verdad, porque no eres un padrastro normal?—.
—¿Tú quieres que sea un padrastro normal?.Bien comenzaremos poniendo reglas en la casa porque eso hacen los padrastros—. Me paro rápido y lo veo con cara de odio.
—Usted no es nadie para ponerme reglas—.
—Tu misma me dijiste que si soy tu padrastro y tu mamá me dio autorización para ponerte límites—.
—Crees que soy un niña chica—.
—-Creo que si lo pareces—- no quiero discutir con este idiota.
—-Haz lo que te de la gana—-salgo de la oficina sin escuchar sus gritos.
Ya en la tarde el novio de mi mamá entra como acostumbra para arruinar mi tranquilidad.
—-Entrégame las llaves del auto tu te regresas conmigo— le entrego las llaves de mala gana pero ni en sueños me regreso a la casa con el, le hablo a mi amigo Fabricio para que pase por mi a la oficina de Matteo.
—-¡Hola Fabricio!¿Qué haces?—-.
—-¡Hola preciosa!, acabo de salir de la universidad—-.
—-¿Puedes pasar por mi y vamos a algún lugar?—-.
—¡Claro pásame tu ubicación.!—.
—Perfecto— después de un rato Fabricio me dice que esta llegando a la empresa, bajo cuando lo veo el me recibe con un beso tierno.
—-¡ Estas hermosa!—-.
—-Gracias tu te ves bien— Me pasa un casco y cuando me subo a la moto aparece Matteo con su equipo de seguridad.
—-¡Michelle! No se te ocurra subirte—.
—-¡Fabricio vámonos ya!— le digo y el de inmediato arranca en la moto y dejamos al novio de mi mama y a sus hombres atrás, llegamos a la casa de Fabricio y pedimos comida.
—¿Quién era ese joven?—.
—Era mi padrastro—-.
—-¿Qué dices? Pero es muy joven para que vaya ser tu padrastro—.
—-Es lo que pienso, pero a mi mama se enredo con un hombre mas joven que ella—-.
—-¿No le gustas verdad?—.
—-No lo se..—-Nos quedamos viendo películas y uno que otro beso hasta que me lleva Fabricio de regreso a la casa y cuando entro a la casa mi mamá y Matteo están en la sala.
—¿Qué pasa reunión familiar?—.
—-Se puede saber ¿Por qué te vas con un joven en una moto?— mi mamá esta molesta—.
—¿Se fue de chismoso?—.
—Tu mamá tiene que saber—-.
—¡Usted deje de meterse en mi vida!—.
—-¡No le hables así, Michelle! Respétalo. El estaba preocupado por ti—.
—-¡Yo no pedí que se preocupara por mí !—.
—Por favor Michelle deja de actuar como una niña—.
—¿Sabe? usted me importa una mierda lo que piense de mi—.
—¡Ya basta Michelle! Ya estoy cansada. Respeta a mi prometido.
—También ustedes me tienen muy cansada—.
—¡Michelle! No le digas esas cosas a tu mamá—
—¡Ya!, deje de meterse donde no lo llaman, porque no es más que un arrimado—. No termino de decir la palabra y me volvió a pegar, esta vez siento más dolor y un líquido caliente que baja por mi mejilla. Tomó mi mejilla y veo sangre en mi mano, los dos me ven horrorizado. En especial, la señora que se dice ser mi mamá, con el orgullo que tengo me pongo a un lado de ella le digo al oído.
—Será la última vez que me pones una mano encima, aquí te dejo con tu prometido.— Me voy a mi recámara checo lo que me hizo fue un rasguño, tengo rabia y tiro todas las cosas que tengo en el peinador, hasta que me tranquilizo.
En la mañana me despierto temprano me doy una ducha y me pongo algo cómodo hoy no tengo trabajo.
Rebeca y su novio están reunidos en el recibidor tomando un jugo de naranja pero quiero evitar otro enfrentamiento decido irme directo a la entrada principal, pero me detiene la voz de Rebeca mi mamá.
—¡Hija! ¿A dónde vas?—.
—A otra parte que no sea esta casa—.
—¡Hija! Ayer me excedí yo estaba molesta— la detengo antes de que me diga otra cosa.
—Rebeca no digas nada ya hiciste lo que hiciste—.
—No me llames por mi nombre soy tu mamá—.
—Te recuerdo que te dije si me volvías a poner una mano encima y ayer fue la segunda vez qué haces lo mismo, dejaste de ser mi mamá—…