PRÓLOGO
Hola! Soy Michelle Brown, tengo 19 años y vivo en Inglaterra con mi mamá Rebeca.
Mi papá, murió en un accidente automovilístico, cuando era tan solo una bebé. Desde ese momento, solo somos mi madre y yo.
Ella es jefa de enfermería, trabaja en el "Watford General Hospital" y yo por el momento, estoy intentando buscar un trabajo, para poder pagar mi carrera de Hotelería y Turismo. Estoy en mi recamara viendo el periódico en la sección de empleos, pero todos requieren experiencia, cosa que no tengo.
— ¡Hola hija! — Saluda mi madre, desde la puerta.
—¡Hola mamá!.
—Hija, quiero que te arregles muy bonita, en la noche vendrá una persona que quiero que conozcas.
— ¿Y quien es?. — Mi mamá me ve algo nerviosa, se sienta a mi lado y se aclara la garganta. — Quiero que conozcas a mi novio. — Suelta de pronto y mis ojos se abren de par en par, al escuchar esas palabras.
—¿Tu qué?. — Estoy en shock. — Mamá, ¿hace cuanto estas saliendo con esa persona?. — Le pregunto incrédula.
—Llevamos mas de un año. — Responde, como si nada.
—¿Qué?, ¿Es enserio?, pero… ¿Cuando pensabas decírmelo?.
—Justo hoy hija, siento mucho no habértelo dicho antes, pero tenia temor a tu reacción.
— ¡Mamá! yo siempre te he apoyado en todo. Dime, ¿si te hace feliz?. — Acaricio sus manos y le sonrío.
— Sí, hija. Me hace muy feliz y espero, logres aceptarlo. — Me dedica una sonrisa.
— Pues si a ti te hace feliz, a mi también. Ahora vete, que me voy a arreglar.
Mi mamá me da un beso en la mejilla y sale, dejándome un nudo de sensaciones.
«Tiene novio, pero, ¿Y mi papá?… Bueno, Michelle tu papá murió hace mucho y ella necesita estar con alguien mas… Ella necesita rehacer su vida».
— basta Michelle, deja de pensar— Me reprendo. Me doy una ducha, luego salgo y me pongo un hermoso vestido.
Mi teléfono suena y es mi amiga Susana.
—¡Hola Susana!.
—¡Hola amiga! ¿cómo estás?. ¿Quedamos esta noche entonces, para el concierto?. — Me pregunta animada.
— Ay, amiga. Quisiera pero no puedo. Resulta que mamá, me presentará a su "Novio" — Me quejo.
— ¡Vaya!. Se lo tenía muy guardado. — Se burla, por lo que bufo.
— Lo siento, era una broma. — Se disculpa.
—Okey, hablamos después, besos. — Cuelgo la llamada y bajo para ver que necesita mi mamá.
— Hija, que linda estás. — Me halaga.
— Tú no te quedas atrás, mamá. Estás preciosa. ¡Vas a matar a tu hombre con eso!. — Señalo su hermoso vestido.
— Espero que sí. — Dice y ambas nos reímos.
Escuchamos que el timbre suena.
— Debe ser él, yo abro. — Anuncia mamá.
Sale de mi campo de visión y solo escucho la voz del hombre diciéndole "amor", lo que me da escalofríos.
Me quedo en el comedor, poniendo la mesa. Escucho unos pasos que se acercan.
— ¡Hija!. — Me llama mi madre, aclarando la voz. Cuando me giro para verla, siento que casi me voy de para atrás, al ver ese monumento de hombre frente a mí.
— Michelle, él es Matteo. Matt, ella es mi hija, Michelle. — Nos presenta.
— ¡Hola Michelle!, es un placer conocerte. — Me saluda sonriente, mientras me extiende su mano. Permanezco inmóvil, totalmente embelesada.
¿Y quien no?, Ese hombre es demasiado sexy.