Capitulo 1

1473 Words
Olivia Jamás imagine que regresando de mis pequeñas compras con mi abuela encontraría a un chico nuevo en el pueblo, él no era como los demás niños, todos hablaban mal de mí y decían cosas de mis padres, ninguno jugaba conmigo, pero él era distinto, era amable y todo un caballero. La amistad que formamos iba más allá que solo por la amistad de nuestros padres, crecer al lado de Ethan había sido la mejor de las aventuras que pude vivir, el me enseñó muchas cosas, me enseñó a perder mis miedos, a confiar en mí, para mí él era mi mejor amigo, ese amigo que no quería perder nunca. Pero el tiempo pasaba y no perdonaba nada de lo que se llevaba, Ethan crecía y yo lo hacía también, cambiamos en muchos aspectos, aun éramos jóvenes, el a sus 18 años era todo un caballero, no había tenido ninguna novia, no porque no quisiera, porque la verdad de las cosas era que la mayoría del pueblo andaba detrás de él, pero no le prestaba atención a ninguna chica. Por mi parte había heredado varios atributos de mi madre, no voy a decir que era una belleza, estaba lejos de serlo, no tenía un cuerpo tan lindo como las demás no me venía mal, pero era ordinaria comparada con las demás chicas que se la vivían en el gimnasio y comiendo puras ensaladas, mis facciones aun eran de una adolescente, pero algún día cambiarían, pero eso no impedía que tuviera a varios chicos detrás de mí. Como lo era Gael Wings, él era un chico que había ido al instituto con nosotros, era lindo y se había convertido en la sensación de todas las chicas, no había ninguna que hubiera pasado por su cama después de que mi vaquero favorito las rechazara. Pero a pesar de tener a todas las chicas que quería a sus pies, el seguía detrás de mí, él quería estar conmigo porque sabía que no era como las demás, pero había un problema y es que a mí no me interesaba en lo absoluto. Si debía ser sincera, me interesaba otra persona, una a la cual le era completamente indiferente, o bueno, más bien no me veía de esa manera. Ethan había hecho que sintiera cosas por él, pero me había quedado callada porque no quería arruinar nuestra amistad, si le comenté lo de Gael era para ver su reacción, para saber si el sentía, aunque sea un poco de celos, pero no era así, solo me había dejado en claro que no se interesaba en mí de la misma manera y no quería insistir, no podía hacerlo cuando nuestra amistad estaba en riesgo. Me sentía decepcionada, estaba triste y si no me iba estaba segura de que lloraría en cualquier momento y más cuando se despedía de esa manera tan linda de mí, cuando sus manos tomaban mis mejillas y dejaba un beso en mi frente, tal vez eran esos pequeños detalles los que me habían hecho que me ilusionara con algo que no pasaría jamás. Cabalgue de regreso a nuestro rancho, no era nada comparado con la hacienda de Ethan, pero si era uno de los más grandes del condado, deje mi caballo en el establo y después camine hasta la casa principal, mi hermana no estaba, lo más seguro es que estuviera con Melissa, eran grandes amigas y la ventaja de ellas era que no terminarían con un amor imposible o al menos eso era lo que demostraban, a ambas les gustan los chicos. —Al fin llegas cariño— menciono mi madre apenas y entre —Lo siento estaba con Ethan y se me fue el tiempo— admití y ellos sonrieron, pero la sonrisa no llegaba a sus ojos —En unas semanas cumples años, ¿Quieres una fiesta en grande? — pregunto papá y yo negué —Sabes que no tengo amigos, las únicas personas que me hablan o están interesadas en mi o en Ethan, no quiero una fiesta papá, solo pasar el día con ustedes y con él es todo— fui sincera y mamá sonrió —Vino Gael a buscarte— menciono picando algunas verduras, siempre que íbamos a casa de los Anderson ella llevaba algo extra de comer — ¿Ah sí? — le reste importancia —Si, parece muy interesado en ti— menciono papá molesto y yo sonreí —Es lindo pero idiota, cree que seré como todas sus conquistas— bufe y papá suspiro —No te conformes con tan poco, los amores mediocres no deben estar en tu vida— aconsejo papá, los miré a ambos y pude notar que algo me ocultaba y tenía la duda de saber que era lo que ocultaba —Pueden decirme lo que pasa, saben que puedo entenderlo, ¿Tenemos problemas de dinero? Puedo trabajar en caso de ser así, ayudar en el rancho, saben que cuentan conmigo para todo— asegure y ellos se miraron antes de suspirar —Olivia hija— mamá cerró los ojos como si le costará decirme que pasaba — Tu abuela está enferma— menciono y yo la miré sorprendida, la última vez que vi a la abuela fue hace unos meses cuando ella vino a visitarnos, ella se veía bien, no podía estar enferma —Pero ella estaba bien cuando vino, ¿Que tiene? — pregunte con un nudo en la garganta —Aun no lo sabemos bien, pero parece ser que es cáncer— menciono papá y yo no pude evitar negar mientras dejaba que las lágrimas cayeran por mis mejillas — ¿Como esta? Mamá tiene que venir con nosotros, no la podemos dejar sola— mencione entre lágrimas y ella me abrazo, pero papá solo me miraba con una profunda tristeza —Sabes que a tu abuela no le gusta este lugar, he intentado hablar con ella convencerla de que venga, nosotros la cuidaríamos, pero no quiere hacerlo— menciono mamá intentando tomar fuerzas — ¿Entonces que haremos? —pregunte y papá tomo mis manos —Nos iremos a las Vegas, vamos a apoyarla en este proceso, pero no puedo asegurarte cuanto tiempo estaremos allá, pueden ser meses e incluso años, dependiendo de cómo evolucione— cuando dijo aquellas palabras algo en mi se oprimió y no podía dejar de pensar en él. Mi mente viajo a aquel momento en que lo conocí, cada vez que nos reuníamos, nuestros juegos en la plaza, las veces que nadábamos en el rio, nuestras noches de películas, nuestras cabalgatas. Pero también venía a mi mente mi abuela, no podía dejarla sola, era algo de lo que podría arrepentirme después y estaba segura de que Ethan lo comprendería, él no me juzgaría nunca de eso estaba segura. — ¿Cuándo tienen pensado irnos? — pregunte con un nudo en la garganta, ambos me miraron y suspiraron —Después de tu cumpleaños, queremos que pases estas semanas preparando lo que vas a llevar, tengo que arreglar cosas en el rancho, dejar a alguien a cargo de esto en lo que volvemos— aseguró papá y yo solloce de nuevo. En 3 semanas tenía que decirle adiós a todo lo que conocía, a todo lo que amaba, tenía que decirle adiós a ese chico, a ese amigo incondicional que tengo, no sabía cómo reaccionaría, tampoco si creería que era mi culpa irme, no quería que me odiara, tampoco quería dejarlo. Pero no podía hacer nada, no había nada que pudiera cambiar, la enfermedad de mi abuela no solo cambiaba su vida, no solo la ponía en riesgo cada día, sino que también me alejaba de todo lo que amaba, me alejaba de la persona más importante de mi vida y a la que vería en solo unas horas. Tuve que tranquilizarme, darme una ducha y tratar de ocultar la hinchazón de mis ojos y mi nariz roja, tenía que ir bien a casa de Ethan, él no tenía por qué saberlo aún, al menos no hoy que era nuestro día especial en la semana, tenía 3 semanas para contárselo, tenía pocos días para hacerlo feliz, para que él no me extrañará y sobre todo para despedirme. ¿Pero cómo lo haría si cuando lo veo todo duele aún más? Llegue a casa de Ethan a la hora acordada, salude a sus padres y a la pequeña Melissa y después camine hasta la sala de cine y no pude evitar sonreír con tristeza al ver que cumplía su promesa de hace años, su promesa de hacerlo mejor cada día. Sonreí al verlo, al sentir mi corazón latir con fuerza y sentí ganas de llorar por no poder ser sincera con el chico en quien más confío, porque decirle ahora la verdad haría que arruine este momento y yo odiaba arruinar los momentos que pasamos juntos.
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