Tres son multitud

La actualidad

Hoy celebrabamos nuestros cinco años juntos, no es por presumir pero creo que se viene la tan esperada petición, estoy ansiosa. Sé que quiero continuar mi vida a su lado.

Durante este tiempo me dedicaba a subir fotografías excepcionales a una plataforma creada por mi, si bien no ganaba lo suficiente, me alcanzaba para solventar lo necesario...aún no he logrado dar el gran salto en mi vida.

Estando en mi departamento recibo una llamada de Elías, logicamente acepte.

-Hola bebé.-Conteste alegre.

-Hola Agatha, ¿que harás hoy?.

-Estaba trabajando un rato.

-¿Sigues con esa ridicula plataforma?.-Sonaba molesto e irritado.

-Elías sabes que no tengo experiencia aún y por el momento no gano tan mal.

-No me gusta, me avergüenza. Sabes que te puedo conseguir algo en la empresa.

-Lo sé y te lo agradezco pero quiero hacer las cosas por mi misma. Ser autosuficiente.

-Al paso que vas, dificil.

-Elías...¿que te ocurre?.-Reclame.

-Paso por ti a las ocho.-Cuelga la llamada.

-¿Elías?.

Con el pasar de los años era evidente que le molestaba mucho la forma en que llevaba mi vida, para suerte mía, mis padres jamás me han obligado hacer cosas que no me gustan. Sé que con mucho esfuerzo y un golpe de suerte puedo lograr mi objetivo.

Me entristecia esa actitud de su parte, tal vez...¿no me ama?.

Pasaron las horas y me encargue de terminar de trabajar, subiendo fotos excepcionales. El reloj marcaba las siete y media, Elías está pronto a llegar, apague el computador y corrí directo al baño.

Ya bañada, decidí por colocarme un vestido amarillo que llegaba hasta las rodillas, con tirantes, tacones bajos color blanco. Mi cabello completamente liso y suelto, un maquillaje sencillo y sútil.

Ya el reloj marcaba las ocho con diez minutos y el timbre del departamento sonaba, me apresure al salir y al abrir ahí estaba él. Lucía enfadado, frío y un tanto arrogante, me mira y ni siquiera sonríe.

-Vamos.-Dice en un tono frío y cortante.

Lo seguí en un absoluto silencio que en definitiva dolía. Llegamos a la calle y me subo a su auto.

Enciende y avanzamos unos cuantos kilometros, llegamos a un restaurant bastante sencillo, la verdad mi atuendo no era el correcto. Me habría encantado que me dijera a donde iríamos, me siento rídicula.

Pasamos y nos sentamos, llega un mesero y él pide unas ensaladas, vino etc.

Ya no soportaba esta agonía.

-¿Que sucede Elías?.-Lo miro.

-Nada, ¿por?.-Evita mi mirada.

-Estás actuando diferente, dime la verdad.

-Alucinas Agatha. Estoy bien.

-Mentira, ya hace tiempo estas distante conmigo, casi no me llamas, te avergüenzas de mi. Te burlas de mis sueños.

-¿Quieres saber la verdad?

-Claro que si.

-Hoy cumplimos cinco años de noviazgo. Agatha sabes que mis padres no están de acuerdo con nuestra relación.

-Lo sé, sé que preferirían alguien superior.

-Si. El punto es que mi abuelo quiere que nos casemos, pero. -Se detiene.

-¿Pero que elías?.

Llega el mesero con nuestros platos e interrumpe lo que Elías estaba a punto de decir. Agradecemos al muchacho y este se retira.

-Elías por favor.-Suplique.

-Mis padres han arreglado un matrimonio con otra familia.

-¿Qué?

-Si.-Agacha la mirada.

-¿Te casaras con otra?.-Lágrimas caían.

-Mis padres intentan convencer a mi abuelo de que me case con otra y no contigo. Tu sabes que mi abuelo te adora.

-Pero tus padres no.-Dije a regañadientes.

No puedo creerlo, después de cinco años juntos me está diciendo toda esta mierda. Es increíble, sé que no provengo de una familia adinerada, sin embargo soy una mujer de esfuerzo y sacrificio, una mujer decente y digna.

-¿Y que harás Elías?.-Mire hacía un lado.

-Ya no puedo hacer nada.

-¿Porque?

-Ya he aceptado. -Se acomoda el chaleco.

Escuchar esas últimas palabras provenientes de su boca fueron un balde de agua helada cayendo lentamente sobre mi cabeza. Enamorada tanto tiempo de él y tiene el descaro de decirme que acepto una propuesta de matrimonio a petición de sus padres y no la de su abuelo.

Esto no tenía sentido, él no me amaba, nunca me amo. Dios mío, siento como mi corazón se hace pedazos lentamente...el amor de mi vida no era para mi vida, era para otra.

Limpie mis lágrimas y lo mire.

-Bebé por favor no llores.

-Eres un hipocrita Elías.

-¿Por que me dices eso?.

-¿Tu te crees que yo soy imbecil?.

-No entiendo bebé.

-Nunca me has amado Elías, solo he sido una diversión para ti, un tonteo.

-Sabes que si te amo, te he amado desde que te conocí.

-Si fuera así, ¿porque no aceptaste la propuesta de tu abuelo?.

-Por, porque la familia de está chica son billonarios y nuestra unión sería una bomba comercial. Estaré casado un año y luego seré libre y nos podremos casar. -Toma mis manos pero las quito.

-No te creo ni una sola palabra, ¿que pasará con nosotros entonces?.

-Bebé, yo.

-¿Sabes?, no digas más. Te deseo que seas feliz en tu matrimonio.

Me pare y mi alma estaba hecha trizas. Contuve el impulso de llorar tal y como lo haría un bebé que busca desesperadamente a su madre.

Me acerco torpemente hasta la puerta de salida y siento los pasos de Elías corriendo hacía mi. Salí y al llegar a la calle, él me toma de la muñeca y me jala hacía él.

-Dejame.-Forcejee.

-Bebé por favor entiendeme.

-No. Lo siento.

-Quiero que me escuches. Por favor solo será un año.

-Un año en donde será ella la que te besara, la que te dirá que te ama, la que tomara tus manos, dormira contigo...-Mi voz se quiebra.- La que te hará el amor, mientras yo esperaré en mi departamento hundida en la mierda

-No digas eso. No la tocaré bebé.

-Elías basta, dime la verdad.

-Esa es la verdad, no la conozco en persona. Pero si te afecta te tengo una propuesta.

-¿Cual?.-Lo mire teniendo un poco de esperanzas que se decidiera por mi y nuestro amor.

-¿Quieres ser mi amante?.