𝘮𝘰𝘤𝘬𝘪𝘯𝘨𝘣𝘪𝘳𝘥

𝖠𝗋𝖾 𝗐𝖾...𝖿𝗋𝗂𝖾𝗇𝖽𝗌?

Abu Dabi, Emiratos árabes, 16 de noviembre del 2022

Lewis

Estába en el restaurante del hotel junto a maddison, Carmen y George, la pequeña miraba mal al de ojos verdes, y el sin percatarse de las miradas le dió una sonrisa.

— Lew.— hizo una seña para que me acercara y lo hice.— ¿Cómo puede comer tan tranquilo con ella, si es que la engaña?

—Es que ella no es su esposa.— Respondí en susurró, ella me miró con sorpresa.

—¿Y te cae bien?— preguntó en el mismo tono.

— No.— Admití.— Pero, no puedo ser grosero.

—Esta bien.— Se reincorporo en su asiento.— ¿Crees que mami se enojé si estoy aquí?

—Si le pediste permiso, no.— miró hacia otro lado.— No le dijiste, ¿Verdad?

— Es que estába ocupada y no quise molestarla— murmullo con la cabeza baja.

—Addy no está bien que hagas eso.— comenzó a jugar con sus dedos.— Pero si quieres le digo que estás conmigo.

Ella alzó la mirada y asintió rápidamente.— Si, por favor.

—Eres muy comprensivo con está niña.— Comentó de la nada la española.— No debes hacer lo que ella debió hacer.

— ¿Que tiene que sea así?— enarque una ceja.

—No puedes estar todo el tiempo haciendole todo a la niña.

Maddison la miró mal.

— Carmen..— Murmuró George entre dientes.

—Lo que yo haga con mi tiempo libre no te interesa.— Respondí, mientras buscaba el número de Sophia entre mis contactos.

—Solo era un comentario.— Bufó molesta.

—Lo mío también fue un comentario.— puse mi celular en mi oreja.

Un tono, dos tonos y cuando iba a ser el tercero respondió.

—¿Maddison está contigo?— Fue lo primero que dijo.

— Si, tranquila.— Respondí, mientras veía a maddison comer.— Está aqui en el restaurante, ¿Quieres acompañarnos?..

—¿Apenas están desayunando?— Cuestiona con curiosidad.

—Sip.— George me miró divertido.— ¿Si vendrás?

— Si.— acepto.

—¿Quieres que pida por ti?— propuse con duda.

—Si, pideme lo mismo que madd.— pidió.

— Seguro.— sonreí.— Adiós.

—Adios.— Se despidió antes de colgar.

—¿Convenciste a mami?— Asentí.— ¿Y que pidió?

—Lo mismo que tu.— Ella sonrió satisfecha.

Le llamé al camarero y le dije que me trajera nuevamente el platillo de maddison.

— Qué bueno, es que está..

—¿Su madre es tu novia?— Interrumpe Carmen

George soltó una carcajada.

— A ella no le interesa tener una relación.— molestó mi compañero.

— Eso dice usted.— habló maddison, antes de darle un sorbo a su bebida.

—¿Qué?

—Sophia no es mi novia.— Aclaré.— Somos...¿Amigos?

— Si, éso.— La rubia asintió.— mami dice que eres cómo maxie, solo que no eres insoportable.

— Vaya.— reí.

— Hola mami.— Saludó maddison hacia mis espaldas, voltee y ahí estaba Soph.

— Hola, buenos días.— Nos saludó amablemente y giro hacia su hija.— Hola, Liefje.

—Hola.— Saludaron George y Carmen.

—Hola Sophie.— me levanté de mi lugar.— Siéntate.

— Gracias.— sonrió.

—Lew.— me llamó maddy.— Sientate acá.

Golpeó la silla a su lado, me acerque y tomé asiento.

—No puede ser, George.— murmuró la española.

—¿Qué?— La miró extrañado.

— Por qué no me dijiste que era Sophia Brink la madre de la niña.— Regaño molesta.

— Pensé que lo sabrías, se parecen.— Se encogió de hombros.— Además solo la conozco por; "Mamá de addy"

En lo que la pareja seguía hablando, Sophia veía a su hija con una sonrisa y yo solo podía apreciar su linda sonrisa.

—Disculpe.— voltee.— Aquí está lo que pidió.

Dejó el plato en la mesa y se marcho.

— Gracias.— Negué.

Todos estábamos desayunando tranquilamente, maddison fue la primera en terminar al haber iniciado primero.

— Mami.— Soph la miró.— ,¿Me prestas tu celular?

Ella asintió y se lo entrego.

— Gracias. — se puso a ver videos.

Después de un rato, ya habíamos terminado de comer y estabamos charlando, George comentaba sobre su hijo pero omitiendo a elizabeth.

—¿Y por qué no traen a su hijo?— George se tenso por la pregunta de Sophia.

— La escuela y su niñera se queda con el.— Mintió

—¿Todo el tiempo?— ellos asintieron.— Yo creó que sería genial que lo trajeran a un Gran premio.

—No.— dijo Carmen con sequedad.— No lo expondremos.

— Oh..

Que mentirosos.— Pensé, al ver como le mentian a Soph.

—¿Ya nos vamos?— preguntó addy.

—Sip.

Nos levantamos de la mesa y comenzamos a caminar hacia nuestras habitaciones , George y Carmen fueron los primeros en separarse.

—Mami.— llamó maddison.

—¿Si?

—¿Quieres ir a jugar con Lew y conmigo?— Sophia enarco una ceja.

— ¿Quién te dió permiso maddy?— La menor abrió la boca sorprendida.

— Mami..— murmuró.— ¿Me das permiso?

Reí divertido.

La modeló no dijo nada.

—Lew, ayúdame.— pidió suplicante.

—Sophie.— La llamé.

— No tiene permiso.— Aclaró, antes de que pudiera hablar.

— Ándale, dile que si y te quedas con nosotros en mi habitación.— pedí, parpadeando repetidas veces.

— No.

— Ándale mamita.— maddison jugó con la mano de Soph.

—Si, Sophie.— suplique.

— Bien.— aceptó rendida.

—Esoo.— maddison se acercó a chocar los cinco conmigo.

Maddison y Sophia entraron a mi habitación, seguidas de mi, la pequeña rubia chilló de felicidad al ver a Roscoe con algo que ella había sugerido.

— mira que bonito estás.— tomó la cabeza de Roscoe y dejo un besó en ella.

—Puedes sentarte.— Le sugerí a la modeló

— Gracias.

—Maddy.— La llamé.

—¿Si?

— ¿Vas a jugar?— ella negó.— ¿Por qué?

— Voy a jugar con Roscoe. — miró a mi mascota—¿Verdad?

El solo ladro.

—¿Quieres jugar ajedrez, Sophie?— ella Asintió.— Espera.

Fuí a mi equipaje a sacar el ajedrez y lo puse sobre la mesa para comenzar a acomodar las piezas.

— ¿Blancas o negras?

— Negras.— Asentí.

(....)

—Jaque mate.— Sonrió triunfante, antes de derribar a mi rey.

— Fue suerte.— Murmuré.

— Claro.— ironizó.— Eso dijiste las últimas 4 veces.

—Te dejé ganar.— Me miró divertida.

— No seas mal perdedor, Lew.— Tarareo maddy.

— No lo soy.— hablé ofendido.

— No parece.— Le murmuró a Roscoe.

— Ya no quieres jugar, ¿Verdad?— Negué apenado.

— No quiero que me sigas humillando.— Admití.

— ¿Podemos ver una película?— pregunta maddison con una sonrisa.

— Liefje, la veremos en nuestra habitación.— maddison hizo un puchero.— No hay que molestar a Lewis.

— No me molesta.— Dije sin pensarlo.— Pueden verla aquí.

— Viste mami, no le molesta.— Habló la pequeña rubia con una sonrisa.

—¿Seguro?— Asentí.— Gracias..

—No es nada.

Sophia puso la película de la princesa y el sapo, por petición de maddison, la pequeña rubia estaba en la cama junto a Roscoe. Mientras que Sophia estaba sentada en el sillón de la habitación, se notaba incómoda.

— Si quieres puedes ir a la cama.— Sugerí.

Ella lo dudó, pero si fue a acomodarse en la cama, tenía las piernas abajo por sus tacones a diferencia de su hija que se había quitado los zapatos y hasta se había tapado con las sábanas.

Sin pensarlo, me acerque a Sophie y me puse de cuclillas para quitarle los tacones.

—¿Que haces?— Preguntó confundida.

— ¿Te quitó los tacones?— Conteste en el mismo tono.

Cuando termine de quitárselos, subí sus piernas a la cama y la cubrí con la sábana.

—Gracias..

— Mami, hazte para acá para que Lew se acueste con nosotros a ver la película.— ordenó la pequeña.

—¿La quieres ver?— Asentí, ella se recorrió quedando en medió de maddison y de mi.

Ahora los cuatro estábamos viendo la película, maddison estaba abrazando a Roscoe y le cantaba la canción de "No importa cómo luces".

Sophia estaba atenta en las acciones del príncipe naveen hacia Tiana, sonreía levemente con las acciones de el hacia la chica.

— Cae bien mal el facillier.— se queja maddison.— Lastimó a ray

— addy, así tenía que ser.— Sophia me miró sorprendida.— Ay, sonó muy mal.

—Liefje, el ahora está con su preciosa evangeline.— consoló a la niña.— Debe estar feliz.

—¿Si?— Soph asintió.— ¿Entonces Lew no tiene razón?

La modeló negó.

—hey, addy.— La llamé.— Perdón por decirlo tan así, no estoy acostumbrado a ver películas de princesas.

—¿Las ves?— Asentí.— ¿Entonces tienes una hija y no me has presentado con ella?

—Liefje..

— No tengo una hija, addy.— Aclaré.— Las veo con mis sobrinos.

— Oh, ya veo.— asentí.— ¿Y por qué no han venido?

— Maddison..— Llamó Sophia

— Perdón..

— No han venido porque su madre no puede traerlos y yo no podría cuidarlos todo el tiempo.

— Si llegan a venir, que vayan a RedBull,mami y yo los cuidamos .— propuso con una sonrisa.

— Le diré a mi hermana.— Ella alzó el pulgar en señal de aprobación.