Capitulo 2

867 Words
Aiden bajo del auto n***o cerrando la puerta con algo de fuerza. Camino hasta la entrada del instituto. — Joven Aiden —. El pelirrojo se detuvo cerrando los ojos y se dio la vuelta. — ¿Oliver? —Pregunto entre dientes, no le agradaba que las personas lo miraran y murmuraran a sus espaldas. — Su saco, joven —Le extendió. El adolescente se acercó rápidamente y lo tomó dándose la vuelta. — Princesito ¿no quieres que te carguen la mochila? —Se mofo uno de sus compañeros. No dijo nada, y siguió su camino hasta llegar a su salón. Tomó asiento en el último asiento soltando un suspiro por la ventana podía ver a Oliver y Stevan. "— No puedes hacerme esto —Gruñó Aiden —...ya tengo suficiente con que sepan que soy tu hijo — — Por eso mismo tengo que hacerlo, todos saben quién eres y van a querer lastimarte — — No inventes, papá —Se cruzó de brazos —, ¿sabes que tan humillante será para mí tener guardaespaldas ahí? — — Importa muy poco la opinión de las personas, lo que me importa es tu seguridad — — ¡Te detesto! — El pelirrojo salió del despacho." — Aiden, Aiden —Javier y Diego llegaron con él — vimos a tus perros guardianes afuera — — No me los recuerdes Javi —Susurro — estoy harto de esto —Les dijo — ¡no puedo hacer nada y ahora menos! — — Tranquilo, amigo — — ¿Tranquilo? —Pregunto a Diego — ustedes no me entienden, ustedes pueden tener libertad para ir a cualquier lado y yo...yo ni siquiera puedo ir al maldito baño solo — — Aiden...— — Oye...— Ambos chicos miraron como su amigo se iba del salón. Javier sacó su celular. — Oliver acaba de salir del salón —Informó. — Gracias, Javier — Diego suspiro negando con la cabeza. — Aiden nos matara si sabe que también somos parte de su personal — — Aiden no lo va a saber, tranquilo...nosotros más que sus guardaespaldas somos sus mejores amigos — — Por eso es que me da más miedo que se entere de esto, nos odiara — — Tranquilo Diego, todo está bien —Tranquilizó a su amigo y compañero. ***...*** — ¿Joven Aiden? —Oliver tocó la puerta del cubículo. — ¿¡Es que acaso ya no puedo tener un poco de privacidad!? —Pregunto molesto abriendo la puerta — ¡estoy aquí completo, Oliver! —Le grito — ¡déjame en paz! —Volvió a cerrar la puerta — ¡lárgate es una orden! — El mayor dio un suspiro resignado. — Estaré afuera joven —Informó. ***...*** Sentía la adrenalina recorrer todo su cuerpo mientras seguía alejándose de ahí. Una sonrisa surco su rostro. Era libre... Cruzó una esquina, y sintió como chocaba contra algo duro provocando que cayera al suelo. Al abrir los ojos se encontró con una mirada oscura como la noche mirándole con seriedad. — Perdón —Murmuro levantándose —...en serio, venía...eh...distraído — — Se nota —Rodo los ojos, observó al pelirrojo de pies a cabeza notando el uniforme estudiantil. "Es un riquillo..." — Con permiso —Hizo una leve reverencia. Spencer lo miró como empezaba a correr de nuevo. ¿Al menos sabría para dónde se dirigía? "Lo dudo mucho" Dio un suspiro, y siguió el mismo camino que ese chiquillo claramente ingenuo que iba directo a la boca del lobo. ***...*** — ¿¡Cómo que no está!? —El presidente Mahone preguntó alterado. — Lo sentimos, ha sido nuestro error —Olvier  hizo una reverencia — ha sido mi culpa por no vigilarlo bien sabiendo como es el joven Aiden — — Encuéntralo Oliver...sé que puedes encontrarlo, trae a mi hijo sano y salvo por favor — — Si señor...— Oliver salió del despacho dando un suspiro. Stevan se acercó. — ¿Estamos despedidos? — — No...debemos encontrarlo — — Claro Oliver, estoy aquí para cumplir tus órdenes —Le dijo. ***...*** Aiden se detuvo y miró a su alrededor, no sabía dónde se encontraba. Mordió su labio inferior sin saber qué hacer. — ¿Perdido? — Dio la vuelta encontrándose con el mismo tipo con quien había chocado. — Para nada. Estoy...estoy esperando a alguien — — ¿De verdad? —Pregunto con sarcasmo — ¿a quién podría esperar alguien como tú? — — ¿Alguien como yo? —Pregunto tragando saliva, quizá ese hombre ya sabía quién era y ahora lo secuestraria y vendería sus órganos uno por no. — No tienes pinta de ser de por aquí...eres un chiquillo rico se nota —Se cruzó de brazos. — Uh-uh...oh si...yo...soy eso, solo...un ¿chiquillo? —Frunció el ceño — ¡tengo 20! —Mintió. — No te pregunte, ven conmigo...— — ¿Por qué debería? Ni siquiera te conozco —Le dijo. — Bien, como quieras...buena suerte —Se encogió de hombros y se dio vuelta empezando a alejarse. Aiden se dio vuelta y se asustó al ver unos tipos bastante peligrosos a unos metros de él. — E-espera...—
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