Hay misterios de la vida que por mucho que estudies jamás llegaremos a entender.
Nadie entiende que es la vida.
Creo que nadie entiende porque la vida es como es.
¿Soy la única persona que se ha planteado alguna vez en su vida el porque no es todo n***o y hay vida? Siempre me he planteado que hizo que la vida existiera, que decisión o conexión hizo que el mundo decidiera existir.
Hay una ley del universo, que para ser sincero estaba demasiado perdido en ese tema, pero no importa el nombre sino que la ley explica que de la misma forma que hasta ahora el universo se estuvo expandiendo, llegará un momento en el pare y se contraiga, no se si es una ley o una teoría, no se lo que es, y en realidad no me importa.
La cosa es lo frágil que eso demuestra que es la vida.
La muerte, es el otro gran misterio.
Es una cosa que para mi se complica, la vida quizás es algo en lo que más nos hemos esforzado en resolver, todos sabemos como se da la vida, al menos las que podemos controlar pero nadie sabe como se da la muerte, por desgracia, por mucho que lo desee, nadie ha vuelto de la muerte, nadie ha muerto y ha vuelto para contarnos, que se siente o que hay, nadie ha vuelto para contarnos lo que pasa, lo que hay, nadie nos da informado de esa parte de la vida.
La vida y la muerte, sin como dos pedazos de la misma conexión.
Como el bien y el mal.
Dos elementos que se necesitan la una a la otra para existir, para estar, es como si necesitaran para vivir pero se odiaran tanto que no se podían ver.
Pero eso no es lo importante, eso no es lo importante de esta historia.
Si tengo que decidir una cosa que cambio mi vida, es lo que sucedió una semana atrás.
Nicolas murió.
Nunca hablamos más de él, nunca comentamos anda sobre el tema, nunca dijimos nada más sobre él, mi hermano gemelo no hablo jamás de él, no dijo nada, no comento nada, ni siquiera menciono su nombre nunca más. En cierta forma siento que ese momento due para mi para lo mejor que le pudo pasar, ya que nunca más tuvo que sentirse responsable de Nicolas, creo que siempre creyó que mi hermano era una molestia para él, pero la persona que más a perdido es y creo que siempre será, es mi madre, ella entero a su hijo, entero a la persona que más amaba en el mundo, la persona que le daba luz a su vida y con su muerte se fue la luz de mi madre, y todo el amor que sentía por nosotros.
No es sencillo descubrir que tus padres no te querían.
Que no eres el hijo deseado.
Mi padre quiere a Connor, es el chico perfecto con grandes notas, talento en todo lo que hace, don de gentes y todo lo que un rico empresario quiere en su sucesor, todo lo que quiere en su heredero. Esto no era culpa de mi hermano, no es su culpa que la vida le hubiera dado cosas buenas y habilidades que le gustaban a mi padre, por mucho que mi hermano contestara y en muchas ocasiones, se pelearan, eso era algo que mi padre siempre creyó que podía corregir, aunque dudo que pueda lidiar con mi hermano y su cabezonería, pero su relación era de las relaciones padre e hijo más intensas y bonitas del mundo.
Mi madre quiere y ama a Nicolas, por mucho que ahora no este, siempre ha querido a mi hermano mayor, es la luz de su vida, la primera persona que le hizo feliz, la persona que le hizo sentir que su vida tenía sentido. Mi madre no estudió ni una carrera, sus padres la educaron para ser una mujer florero, una persona que fuera la perfecta compañía de una persona rica. Por lo que para ella su vida solo tenía sentido si estaba guapa, y hacía su labor de sonreír, para ser la envidia de todo el mundo, pero ella nunca se a sentido demasiado guapa, siempre ha sido insegura, y ha sido una mujer amorosa que estaba esperando a dar amor, pero nunca lo ha podido dar amor a su marido, que la evita, pero cuando nació su hijo, ya tubo a quien dar todo su amor, a quien regalar cada buenas palabras de su vida, por lo que aunque tuvo más hijos, no les pudo dar más amor, ya que todo el amor lo tenía por y para su primogénito.
No había amor para mi.
Es algo que cuando era niño, era demasiado doloroso, me costaba incluso decir algo que había conseguido porque sabía que mi logro nunca iba a ser lo suficientemente adecuado para ganarme el amor de mis padres, nunca iba a hacer nada que les gustara suficiente para sonreírme, para ganarme un abrazo, porque mis padres jamás me han abrazado, por duro que suene.
Antes era algo doloroso.
Algo que me mataba.
Ya no.
Ahora, sabía vivir con ello.
Una semana.
Había pasado una semana desde el suceso que marco nuestras vidas, mis amigos fueron una gran ayuda, se llevaron a la cabrá de mi casa evitando que mis padres la vieran, Nicolas se había encariñado mucho con ella, por lo que pasara lo que pasara, esa cabrá iba a tener la mejor vida que pudiera tener. Se que darle la gran vida a una cabra por no poder darle la gran vida que merece a mi hermano, querer darle la vida que mi hermano merece a una cabra, quizás no sea lo más sano pero es lo único que se que me va a ayudar.
Mis padres vinieron según supieron la noticia, no esperaron ni dos días, la tarde misma después de que estuvieran muriera, ya le estaban enterando y al día siguiente ya estaban de viaje, se que era un viaje de negocios, se que todo lo que hacían era por nuestra mejor vida, por darnos todo lo que pudieran y más, pero no es algo que me guste, me gustaría que nos hubieran ayudado a pasar este duelo, del que no podía hablar con nadie.
Se que si lo quería tenía a Connor, pero estaba tan perdido que dudo que pudiera hablar del tema sin romperse en mil pedazos, mi hermano puede ser la persona más fuerte del mundo, puede ser la persona que más luche en ser esa representación fuerte y con la capacidad de soportar todo lo malo que pasara la familia, se que esto no era para nada fácil intentar ser la persona fuerte y perfecta de la familia, eso que todos esperan, eso que todos necesitan, pero tenía demasiado derecho a sufrir y estar mal.
—Es hora de irse a clase—me dijo mi hermano que desayunaba enfrente mía.
Pase mi mano por mi pelo.
—Creo que no iré—le dije.
Mi hermano me miro demasiado sorprendido.
—Papa ya ha dicho que no podemos faltar a clase por muchos días—me aviso.
Mire a mi hermano.
—Me importa una mierda lo que opine papa—le deje claro.
Connor se quedo en silencio.
—Nicolas se encariño con la cabrá, y me voy a llevar a la cabra a que tenga una buena vida—le deje claro.
Mi hermano me miro.
—Me parece buena relación para faltar a clase—dijo mi hermano y le mire—¿A que granja te lo vas a llevar?—me pregunto.
Le mire.
—A dos horas de aquí hay una granja de cabras, quizás no sea el mejor lugar pero he hablado con ellos y son mucho mejores que las granjas cercanas—le dije.
Mi hermano me miro.
—Pues vamos—me dejo claro.
Le mire.
—¿Seguro?—pregunte.
Mi hermano era a día de hoy la persona más importante de mi vida, si tuviera que elegir entre vivir yo o dejar que él viva, sin dudarlo dejaría que viviera él, y no es para nada porque sienta que no tenga una razón para vivir, tengo demasiadas, quizás incluso más que mi hermano, pero no es la cuestión, mi hermano es una persona que desde el momento en el que fuimos creados, estuvimos atados, quizás de formas que nadie pobra jamás entender al menos que lo viva, mi hermano era esa persona con la que tenía una conexión superior a la que tenía con algún amigo, eso era demasiado fuerte y me hacía feliz por lo que de la misma forma que él cuidaba de mi y evitaba que me hicieran daño, por la razón que fuese, yo le iba a proteger.
—Claro, quiero entender porque la chica que me gusta ahora es tu amiga—me dijo.
Le mire.
Era más que eso pero se que la forma de Connor para superar todo lo que ha pasado, para dejar de sufrir por lo que no le presionare para que hable.
Cada persona pasa el duelo a su forma.
Unas personas necesitan hablar del tema.
Otras llorar.
Otras quemar cada parte que le recuerda a esa persona.
Y otras olvidar.
Todo merece respeto y comprensión.
—No es mi amiga—le deje claro.
En otro momento me hubiera reído, pero no tenía fuerzas para ello.
—¿Y ?—pregunto mi hermano demasiado sorprendido mientras intentaba asumir las cosas que estaban pasando, todo lo que rodeaba a la cabra.
No es una cosa lógica pero supongo que tiene derecho a preguntar.
—La cabra es la mascota del otro colegio, del de Cameron—le deje claro.
Mi hermano me miro.
—La secuestro, no se porque ni para que pro la quiso sacar del otro colegio porque decía que le maltrataban, le gustan los animales, tiene demasiados por lo que ha contado pero sus padres no le dejan tener la cabrá por lo que me ofrecí a llevarla a un refugio—explique y mi hermano me miro—Mi intención es que te hablara, pero esta claro que no te va a hablar ni aunque le de mil dólares—.
Decepción.
Era lo único que mi hermano podía demostrar su cara, me dolía pero debía serle sincero para que supiera sus posibilidades con esa persona, esperaba, deseaba con todas mis fuerzas que las cosas no fueran así que mi hermano pudiera tener todo lo que deseaba y quisiera con esa chica, se que no es mala, por mucho que parezca la reina del hielo, espero que eso solo sea fachada y que sea la persona que merece mi hermano.
El amor, creo que es algo que quizás no todos merecen, creo que mi hermano puede ser la persona que merezca el amor, no creo que en una familia, todos sean desgraciados en el amor, al menos espero que no sea así.
—Espero que este secretamente loca por ti y haga esto para acercarse a ti—.
Mi hermano me miro.
—Ten claro que si tengo que elegir entre que tu ames o yo amar, elegiré siempre que tu seas amado—le deje claro.
No hay una razón, ni explicación para nada de esto, solo una cosa que tengo clara, que para mi, mi hermano es la persona más importante del mundo y daría mi vida si es necesario por él, sin dudarlo, sin que me lo pida porque no necesito que lo haga solo necesito que sea feliz y asegurarme de que nada en la vida le salga mal.
—Pues yo prefiero que encuentres tú, el amor—me dejo claro.
Yo había encontrado el amor, se lo que es estar enamorado solo que no me atrevía ha hablar con la persona que me hacía sentir eso por miedo a que todo saliera mal y se destruyera mi vida tal y como es ahora, no quiero que eso pase, por mucho que ame ser amado y que ame a Ryder, por mucho que desee estar a su lado todo lo que pueda, todo lo que la vida me permita, no quiero y no puedo permitir que lo que tenemos se vaya.