Tras varias horas de ensayo me tiré al sofá algo cansado.
—Tenéis que mejorar—nos dijo Sasha mirando el móvil.
—¿No nos habrás grabado?—le pregunto Dylan.
La chica no respondió, Dylan se acercó a ella dejando a los hermanos en una pelea de hermanos bastante típica, pero la cual no me interesa y no quería prestar atención.
Estaba demasiado cansando.
Mi cabeza no paraba de dar vueltas.
No es que me cansara la música, quizás era una de las pocas cosas de las que nunca me cansaría, pero no puedo negar que estar con la idea de que puedo gustarle a Ryder, me estaba volviendo loco, nunca había sentido que le gustara a alguien, que alguien me pudiera mirar con ojos de interés, mirarme de una forma diferente, siempre me había acostumbrado a que todo el mundo me mirara como el hermano de Connor, como esa persona que no tenía apenas algo llamativo en la vida, siempre estuve a la sombra de mi hermano, él es la persona perfecta, el niño que siempre hace todo bien, nunca se equivoca ni hace nada mal, es una cosa que da demasiada rabia, ya que yo soy una persona que se equivoca demasiado, no soy una persona que sepa hacer las cosas bien a la primera, sino que soy una persona de caerme y después levantarme, volver a caer con la misma piedra y después no volver a equivocarme en ese tema, o al menos no hacerlo en un año o unos meses, mientras que Connor parece que nunca se ha caído, y no es algo que me dé rabia y mucho menos deseo que mi hermano sufra, pero quien mierdas podría quererme cuando tienen a una mejor versión e idéntica a mi accesible.
—Es tan guapa—comento mi hermano mirando su móvil.
Le miré, no estaba para nada sorprendido.
Puede que mi hermano estuviera totalmente soltero, pero su mente, su corazón y cada parte de él eran y creo que siempre serían para una chica, Elizabeth Henderson, la hija de dos grandes estrellas de la música y quizás la única persona que odia a mi hermano por lo que su amor es casi imposible, pero eso no hace que mi hermano deje de intentarlo y siga enamorado como un idiota.
—Deja de cotillear sus fotos—se quejó Dylan.
Mi hermano le miro.
—¿Y si le doy like?—pregunto.
—Te bloqueará—le aclaré.
Mi hermano me miro.
—Tiene millones de likes, seguro no se entera—se quejó.
No dije nada, tanto Elizabeth como su mejor amiga Jennifer eran hijas de artistas famosos y sus r************* eran mundialmente reconocidas, eran la sensación del mundo, sin decir que tenían gustos increíbles por lo que seguirlas era saber sobre buena música y buenas cosas, pero eso no les hacía menos insoportables, quería a mi hermano, pero se había enamorado de la persona más insoportable y egocéntrica del mundo.
Negué.
—Haz lo que quieras Connor, pero luego no vengas llorando—le deje claro.
Entiendo lo que es amar a alguien que no te ve, cuando vamos a clase todas las chicas miran a mi hermano, es como esa estrella que todos quieren tocar, pero él solo la mira a ella, solo quiere que ella la mire y es la única que no lo hace, quizás es por eso que a mi hermano le gusta, por ser el único amor imposible, los humanos somos demasiado raros y curiosos, nos gusta todo eso que no podemos tener, eso que nos prohíben, desde niños cuando nos dicen que no hagamos algo, es cuando más ganas nos da de hacerlo, pero no creo que eso sea lo que le pase a mi hermano, al menos no por la intensidad con la que le gusta esa chica y lo mismo le pasa a mí con Ryder, pero estaba seguro de que no era porque fuese algo prohibido, no lo era, ni creo que tuviera nada que ver la imposibilidad del amor, sé que era real.
Me gustaba su sonrisa.
Como se preocupaba por su familia.
Lo detallista que es.
Lo bien que le queda el color n***o.
Me gusta todo de él, hasta lo que hace mal.
—¿Cómo hago para que me haga caso?—pregunto.
—A mí no me miréis, jamás he tenido una cita—me queje.
El amor era algo que en mi vida apareció de rebote, como secuelas de otras cosas, pero no era algo demasiado común en mí, mis padres se casaron por interés, no se demostraban amor, se querían, en ocasiones la rutina hace que el cariño se haga fuerte, pero no nos enseñaron lo que era amar, por lo que todo lo que sabíamos lo aprendimos de otras partes, lo que siento por Ryder, sé que es amor, por la televisión, por las personas de nuestro alrededor.
—El primer paso es ser su amigo—dijo Ryder.
—Pero si la quiero besar, no ver como está con otro—se quejó Connor.
Dylan río, demasiado sincero era mi hermano para esta vida.
—Las relaciones no duran por esa misma razón—se quejó Ryder y le miré—Vemos a nuestra pareja como una persona a la que hay cosas que no le debemos ni podemos contar, pero la persona con la que estemos debe ser nuestro mejor amiga, esa persona con la que estar y hablar sea como un orgasmo—.
Era un gran consejo y no sabía como tomarme sus palabras, si como una afirmación de la insinuación de Cameron de que Ryder quería algo conmigo o solo como un buen consejo que le daba a un amigo que quería.
Quizás la metáfora que uso no era la más adecuada, pero eso no le quitaba lo bueno al consejo.
—Tenemos que hablar—me dijo Ryder sacándome de mis pensamientos y poniéndome demasiado nervioso.
Me daba miedo esa conversación, pero no sé cuanto la puedo retrasar o cuanto deba hacerlo.