Obsesión Peligrosa

CAPITULO 01

POV : BALTHAZAR

Durante los últimos tres años he cuidado del patrimonio de mí familia, tal cómo se lo prometí a mí padre y a mí hermano mayor. Por un tiempo estuve distante en todo lo que tuviese que ver con Har&Lex de hecho pensé que Astaroth moriría siendo el CEO de ésta empresa pero no fue así, terminó pasando gran parte del trabajo de su vida en mís manos porqué realmente confía en mí.

Mi hermano fue esa persona que miró más allá de la cáscara del arrogante bastardo que siempre he sido, el vió algo en lo que valía la pena invertir y me dió una segunda oportunidad, así que aquí estaba yo, varios años después a la cabeza de ésta enorme compañía, trabajando codo a codo con el y su ex- esposa Dara Harper.

Aún siendo director de casi todas las demás sucursales, trabajé duro y demostré que era digno de confianza, razón por la cuál esperaba lo mismo de la gente que formaba parte de mí equipo.

Eso era en mí día a día pero por las noches tenía otra clase de trabajo uno más placentero y que me daba más satisfacción de lo que podría admitir.

El Club Inccubus ha sido mí paraíso personal durante tres largos y suntuosos años. El mismo tiempo que ingresé con un corazón herido para convertirme en Amo del lugar bajo el seudónimo «Sátiro»

Me han besado, tocado y venerado cómo un Dios, han adorado mi cuerpo y acariciado mi piel hasta que la sangre me ha ardido con una pasión que llevaba años tratando de esconder, he disfrutado de la libertad de explorar cada centímetro del cuerpo de muchas mujeres, degustando la dulzura de cada piel y el sabor almizclado de un delicioso coño diferente por mucho tiempo.

He tenido sexo salvaje, extraño y con violencia pero jamás con amor ya que es un sentimiento que logré silenciar hace años....

En resumen estos años han Sido un regalo, una recompensa para explorar lo desconocido, casi un paraíso sensual y degenerado, pero todo ha cambiado está mañana al enterarme de una terrible noticia, y mi Averno personal se ha transformado en cenizas...

— ¿Cómo que esa mocosa estará en mi programa?

— ¿Pregunté al aire y con voz enojada?

—Es la sucesora de Dara, no puedo hacer nada por tí.

—Responde Astaroth mientras saca de su portafolio varios contratos y los coloca sobre mí escritorio.

—¿Sucesora de Dara? ¿Que ella no tiene un hijo?

— dije con enojo.

— Claro que lo tiene pero Axel tiene ocho años...

¿cómo demonios crees que tomara su lugar?

Además Dara, sólo está involucrando a una de sus hermanas en el negocio y Sofi tiene todo el derecho de tomar un lugar dentro de la compañía.

— La sangre me hirvió sólo de escuchar su nombre.

— Cómo sea no la quiero aquí..

— Mascullo, sacando uno de los contratos y lo levanto frente a mí, se encuentra arrugado y en el centro está marcado con una gran mariposa en color rosa y mucha purpina.

—As, demonios.. Ésto es de la gente de Incorpor Fest.

Lo necesito para hoy..

— Quité mis gafas luego le entrego la obra de arte de sus hijos y sus ojos se abren con exageración.

— ¡Carajo!

— Exclamó, mientras pasaba su mano por la frente, luego tomó el contrato y lo regresó a su portafolio.

—Te enviaré el nuevo en unos minutos con mi secretaria.

—Se voltea para salir de mi oficina.

—¿Y que pasó con la mocosa? La enviaras a otra parte.

— Vuelvo a preguntar.

— ah sí, con respecto a esa decisión habla con Dara.

— Dice de manera despreocupada agitando una de sus manos.

—Pero Dara nunca cambia de opinión As.

— Añadí frustrado.

Sé qué por mi gesto abrupto notó algo, se acercó y me estudió con su mirada interrogante.

— ¿Ésto tiene que ver con un tema personal del pasado o acaso sigues sintiendo algo por ella?.

— Se fue directo y dió en el clavo.

—¿Que?

— refute con indignación y mis cejas se alzan con incredulidad.

— Por supuesto que no me interesa, sólo que no tengo tiempo de lidiar con una niña malcriada.

— Suelto en un siseo furioso y su vista se posa en mí.

— Que bueno que es así porqué tiene novio y creo que dentro de poco habrá compromiso, por otra parte pienso que podrás manejar a una "niña malcriada".

— que coño acaba de decir....

¿Novio? ¿Compromiso? Sus palabras me caen cómo balde de agua pero no le demuestro nada.

—Igual hablaré con la «Sexy» Dara al respecto.

— Mi voz suena divertida.

— Si, bueno suerte con eso.

— Finalizó la conversación y salió de mí despacho.

Incapaz de seguir trabajando encerrado en cuatro paredes salgo de mi oficina y me dirijo a un bar cercano.

— Woodford Reserve, Con dos hielos.

—Le pido al camarero mientras recuerdo la conversación de hace unos minutos.

—Desde luego Señor Lennox, sea bienvenido.

—Dice el camarero.

A mi lado se encuentra una mujer bellísima delgada y alta con el porte de una modelo de revista, pero no le prestó atención, da un sorbo a su copa de vino y siento su mirada fija en mí.

—Algo fuerte, ¿Eh?

—Murmura.

— Supongo que andas con el mismo tipo de mal que yo..

—La miré confuso.

— Perdón, ¿Cómo dices?

— En su boca se dibuja una sonrisa y sus pómulos se ven bastante prominentes.

Es una mujer guapa de piel blanca y cabello corto color chocolate.

«Parece una mujer misteriosa pienso al ver sus ojos claros.»

— Tienes la mirada que poseemos todos los desdichados que llevamos el corazón roto.

— Ah, oh no... Para nada es mi caso.

—Es la segunda persona en el día que se fija en eso y maldigo ser tan descuidado.

Siempre he sido experto ocultando mis sentimientos pero todo se vuelve de cabeza cuándo aparece el recuerdo de la maldita mocosa.

En éste momento quisiera que se abriera un socavón y me tragara..

¿Yo enamorado aún de Sofía? Ni siquiera puedo imaginarlo.

— Pensé que le había atinado a tu mirada.

—Responde.

Ladea la cabeza y me estudia por un instante, veo que abre mucho sus ojos y presiona sus dedos en la mejilla.

—¡Oh, mierda! Eres Balthazar Lennox...

No te había reconocido.

— Estira su mano hacia mí.

—Soy Amanda Pavell, trabajo para una revista famosa... La revista Chic Magazine.

—Dice esperando a que la reconozca pero ni puta idea de quién es.

— Me siento tan estúpida al no reconocer a uno de los solteros más cotizados del país.

— No pude evitar reírme así que cierro mi boca antes que mis protestas injustificadas me metan en una situación peor...

La bala había sido esquivada ya no tentaría mi suerte.

—Muy bien que placer conocerte Amanda Pavell.

Una hora más tarde voy por mí quinto whisky, Amanda durante todo ese tiempo ha parloteado de todo y de nada, es una mujer interesante lastima que no me importa para nada más.

Su cabello corto deja una buena vista de su espalda desnuda, la minifalda de cuero y sus tacones de quince centímetros me muestran que es una mujer que consigue lo que quiere, también queda claro que desea follar por su forma de arrimarse cada vez que susurra palabras en mi oído.

Mi mano roza con ligereza su espalda, voy descendiendo mis dedos por su columna y paso después al lado de su escote atado en su cintura.

Quizás ella esperaba que mi mano se amoldara en su trasero pero no es lo que quiero, voy directo hasta el botón de su cinturilla y aflojé lo suficiente para que mi mano pudiese pasar por debajo de su falda y alcanzar su trasero

Levanta su mirada y su vista se pasea alrededor del bar temiendo que las personas vean el espectáculo, pero es lo menos que me importa pues en éste momento es lo que deseo.

Sus ojos se enfrentan a los míos, el deseo líquido la atraviesa y su coño comienza a humedecerse.

— ¿Te pone cachonda el exhibicionismo?.

— Pregunté.

Ella traga saliva y se agarra de la chaqueta de mi traje, bajé mi mano hasta su coño.

—Joder que mojada estás.

— Susurré esperando una respuesta.

—No es por la exhibición es por ti.

—Responde y muerde mi oreja.

— Chorradas..

— Farfullo y luego introduzco mi dedo en ella.

— Para mí la diversión está en el placer no en idioteces del amor, además mi estilo de vida no me lo permite.

— Siseó entre dientes mientras aprieto su clítoris con mis dedos y lo halé con fuerza haciendola jadear por la sorpresa

— Ésta noche quiero tomarte cómo se me venga en ganas es tu decisión si decides avanzar..

— Solté mis términos esperando que se arrepintiera pero todo lo que hizo fue balbusear.

—Balthazar...

—Mi nombre surge de sus labios cómo un gemido y me hace sonreír.

—Dime.

—Le exijo y su cuerpo se estremece mientras estímulo su clítoris con mis dedos y varias personas en el bar se han dado cuenta de lo que estamos haciendo.

— Dime qué te gusta... Dime lo retorcido que es ésto...

— Ella cierra sus ojos dominada por el placer y extiende su mano para agarrarse de la barra luego empuja contra mi mano obligandome a hundirme más..

— Vaya pero que sexy..

—Añadí.

—ahora te ordeno que te corras para mí.

—Digo y su cuerpo comienza a contorsionarse mientras se pellizca un pezón.

—¡Ay, Dios!

— Deja escapar un gemido torturado, y estoy seguro de que varias personas la escucharon y hasta quizás puede que hayan grabado.

¡Pero eso a mí que me importa!

Pagué la cuenta con mi cara descarada y conciente del tono de excitación del camarero mientras observa a la chica con lujuría, que está vuelta charco recostada en la barra.

Le hice seña para irnos, y la ayude a levantarse sus piernas están temblorosas y le cuesta respirar pero eso no es nada, para todo lo que le espera en unas horas.

Abrí la puerta y escapé hacía la noche con ella, cuál depredador ha encontrado una presa para saciarse.

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Abrí mis ojos con el primer atisbo de luz que atravesó la cortina, estire mis brazo y vi los cabellos de Amanda, su respiración era constante y profunda, al principio no la reconocía pero después recordé lo que sucedió la noche anterior.

Mi piel estaba ardiendo y sentía la polla lista para otro buen polvo pero no era mí estilo, así que me levanté y caminé hacía el balcón para fumar un habano.

Luego de unos minutos siento un leve movimiento en la cama y me doy cuenta que es ella quién camina por la habitación buscando su ropa, decidí darle un par de minutos.

— Antes de irme quería preguntarte si en el futuro estarías disponible para una entrevista.

— Preguntó con voz baja y acercándose al balcón con timidez.

—Lo siento nena, pero no doy entrevistas.

— Respondí soltando una bocanada de humo.

— Pero... podría complacerte con una foto exclusiva.

— Abrí la toalla que rodeaba mi cintura y la dejé caer al otro extremo del piso quedando completamente desnudo.

—Sus mejillas ardían cómo dos puntos de fuego y sin darse cuenta mordió sus labios al ver la prominente erección en mi polla.

— ¿Ésto es en serio?

— Preguntó aturdida.

—Me ves cara de estar jugando...

¿Lo tomas o lo dejas?

— Repliqué y ella de inmediato sacó su móvil para tomar la foto.

—Luego de varias tomas en diferentes angulos me giré nuevamente hasta el fondo del balcón y me recosté en la baranda sin importar que alguien más me viera, ella tomó mi gesto cómo su despido.

«Agradeciendo que no insistiera en un beso o un abrazo de despedida»

Me imaginé el rostro de la mocosa cuándo viera mi foto en primera plana y sonreí, sólo espero que mi polla sea mucho más excitante que la del fulano novio.

Tal vez terminé masturbándose con mí foto, eso sería la victoria de una batalla silenciosa para mí.

Entré a la habitación nuevamente listo para comenzar con mi rutina, pensando que en pocos días la tendré de frente, será divertido verla de nuevo y convertir su vida en un maldito infierno....