—Haberle dicho todo a mamá no fue bueno del todo, estoy aquí en mi habitación, no tengo permiso de salir, se que Alfredo ya debe saber todo puesto que Fede esta con él debido a que mamá me castigo y no me dejo reunirme con ellos y me debe estar odiando, lo peor de todo es que mamá dijo que a partir de mañana Alfredo sera como mi guarda espaldas personal, debe llevarme a la universidad, buscarme, ser mi sol y mi sombra —ojos en blanco— lo que ella no sabe es que Alfredo disfrutará mucho con eso y yo también —no estés tan segura de ello— tienes razón ¿Y si empieza a odiarme de verdad? ¿Y si me saca de su corazón? ¡No! Eso no puede pasar, —me alarmo— —si puede y lo sabes muy bien, se va a decepcionar mucho de ti— si, se que se decepcionara mucho pero ya no hay marcha atrás, hice las cosas sin pensar y debo asumir las consecuencias, no se si es un error, la verdad no lo sé, pero ya lo hice y no hay marcha atrás como ya dije, a partir de ahora que pase lo que tenga que pasar, el día no podía acabar peor, me iré a la cama y así quizás olvide un poco todo este día tan fatal.
Horas después...
—No puedo dormir, han pasado seis horas, es decir, ya es poco más de media noche y tengo una sensación tan fea en mi cuerpo, como de tristeza o desespero, la verdad no lo sé pero no quiero sentirme así, le hablaré a Alfredo, le marco y no contesta, esto no es buena señal, quizás está dormido —o no quiere contestar— le marcaré otra vez.
—¿Qué quieres Catalina?
—¿Ya lo sabes? —pregunto entre susurros—.
—Si, ahora, ¿Qué quieres? estoy ocupado.
—Solo quería hablar.
—Pues llama a tu novio, quizás él quiere hablar contigo, feliz noche.
—Alfredo yo...
—Ah, colgo, colgo sin escucharme —¿Qué esperabas? ¿Qué te dedicara una canción? estas muy mal Catalina y te advertí muchas cosas, todo lo que pase a partir de ahora será porque tu te lo buscaste— si yo me lo busqué y ya no puedo hacer nada —de momento no, no puedes hacer nada— lo sé, solo esperar a que amanezca, llegue el día lunes y vea cómo reacciona Alfredo cuando me tenga de frente, nuevamente trataré de dormir a ver si puedo.
Tres horas más tarde.
—¿De verdad? ¿Apenas van a ser las cuatro de la mañana? esto nunca me había pasado, jamás había tenido problemas para conciliar el sueño —eso es insomnio querida y es debido a lo que hiciste porque no paras de pensar en Alfredo y en el daño que le causaste— ¿Qué querías a ver? ¿Qué le dijera a mamá que me gustan dos chicos y uno de ellos es Alfredo y que además de eso ya me acosté con él? por Dios, mamá quiere muchísimo a Alfredo y lo tomará como una desilusión ya que abusamos de su confianza, va a estar furiosa y quizás lo odie, simplemente creo que hice lo correcto —si tú lo dices— si, ahora solo quiero dormir, de verdad lo necesito, ya no quiero pensar más.
A la mañana siguiente.
—Al final no dormí absolutamente nada, la conciencia cuando quiere sabe jugar sus cartas, pero bueno, hoy toca enfrentar un nuevo día y veré qué me deparará el mismo.
—Buenos días —le digo a mamá entrando a la cocina y no obtengo respuesta, bueno, la verdad no esperaba más— Fede ¿Todo bien?
—¿Tendría qué estar algo mal? Para mi todo esta de maravilla no se para ti —siento mucho sarcasmo en su voz—.
—Si Fede para mi todo esta perfecto —respondo en el mismo tono—.
—Espero estés lista, Alfredo estará aquí en unos minutos, aunque si vas a salir y mamá no sabe a donde y yo tampoco, imagino que será a ver a tu noviecito —mi corazón da un brinco al oír su nombre—.
—¿Y eso por qué?
—¿Ella no lo sabe mamá?
—¿Qué tendría que saber? —mamá me ignora por completo y la entiendo—.
—Mamá no esta de acuerdo con tu gran relación Cata y lo sabes, así que decidió ponerte un chofer personal que te llevará y te buscará en la universidad y a todos lados de hecho, tendrás que darle una copia de tu horario de clases y así él podrá estar allí puntual.
—Pensé que estabas jugando con eso.
—¿Tengo cara de estar jugando Catalina?
—No puedes hacer eso mamá —le digo— tengo derecho a tener una vida.
—Puedo y lo hice Catalina y no quiero hablar más del asunto, dijiste que hoy domingo saldrías no sé a donde, pues Alfredo te llevará.
—Mamá por el amor de Dios, no soy una niña.
—¿Sabes Catalina? yo se que no lo eres, pero al menos me hubiese gustado que hubieses confiado más en mi, antes de que me dijeras todo lo que en realidad no quería saber ya lo sospechaba, tus escapadas de la universidad ¿O pensaste que no me enteraría? tus salidas con tus amigas sin importar que yo me enojara, eso y más me hizo sospechar de que algo ocultabas y gracias a ti misma ya se que es y por eso decidí que Alfredo no te dejará ni a sol ni sombra a partir de ahora.
—¿No serás capaz de tanto mamá?
—Lo soy Catalina y lo sabes, ahora me retiro, Fede hijo, que tengas buen día.
—Adiós mamá —y sin más se marcha del comedor—.
—¿Fede esto es un juego verdad?
—No Cata no lo es.
—Alfredo no pudo haber aceptado esto.
—Lo hizo Catalina, ahora desayuna rápido que ya esta por llegar.
—Veo que vas a disfrutar mucho esto.
—La verdad ni te imaginas cuanto lo estoy disfrutando ya, siento lástima por Alfredo pero se lo dije muchas veces y él de estúpido creyó en ti.
—No me trates así Fede.
—¿Asi cómo Catalina? ¿Como una mala persona? Pues hermanita es lo que eres.
—No digas eso Federico.
—Hazme cambiar de opinión entonces.
—Sabes bien que no había otro modo.
—Siempre hay otro modo Catalina, siempre lo hay, pero no, al final todo es a tu conveniencia sin importar lo que te arrastres en el camino o a quien te arrastres, eres egoísta Catalina y siempre lo vas a ser.
—Fede no me hagas sentir más mal por favor.
—Es lo menos que te mereces, pero tranquila, se que eso pasará cuando tengas de frente al imbécil de Fernando, que te consuele, quizás el lo haga mejor que Alfredo ya que por algo lo elegiste a él, adiós hermanita, nos vemos al regresar a casa, ah, Alfredo te esta esperando.
—¿No vendrás con nosotros?
—¿Y verle la cara de pena a mi amigo? No Catalina paso de eso, que estés bien.
—Y sin más sale del comedor dejándome un sabor amargo en la boca, pero debo enfrentar las cosas y mis malas decisiones de una vez.