Capítulo 9. Chico de mis sueños.

2197 Words
Narra Adam. -¿Y bien? Cuéntanos el secreto para ser tan bueno en las clases- Me dijo Oli. -Supongo que ser amigo de Daniel ayuda- me dijo Danna. -Bueno sí, pero no como tú crees, pensar en los momentos que paso con él me ayudan mucho y son suficientes para mejorar en mis clases- Estábamos recostados en un árbol tratando de estudiar, pero mis amigas no paran de interrogarme con respecto a Daniel. -Estoy feliz por tí Adam, pero debo ser honesta- Me dijo Danna. -No me parece que Daniel esconda su amistad- -¿De qué hablas?- Le pregunté. -Eso de que él quería irse a comer a su cuarto no me parece, te esconde de todo mundo, igual que Dereck lo hizo con él- -Él solo no quiere malos entendidos- -¿O sea que si puede comer públicamente con Mike y Daren pero contigo no?- -Es diferente, ellos tienen novia y son sus amigos desde el primer año- -¿Y qué? Escucha, sé que lo quieres mucho, pero también debes ponerle límites, preguntarle si son o no amigos- No supe qué decirle, tal vez tenía un poco de razón. -Adam- me dijo esta vez Oli. -Yo tampoco le veo el problema de que ustedes dos salgan como amigos, además ya te presentaste con sus amigos, así que no tendrían porque malinterpretar nada- Tal vez yo tenía tanto miedo de perderlo que no me di cuenta y acepté todas sus condiciones, sin necesidad siquiera de que me las dijera directamente. -Una cosa es que ambos sean introvertidos y otra que te quiera esconder, hablalo con él, así verá que puede perder tú amistad y le tomará más valor- Me dijo Danna. -De acuerdo- Dije algo desanimado, en cierta parte tenían algo de razón, pero primero necesitaría verlo y poco a poco decírselo. -Hola Daniel ¿Ocupado?- Le mandé un mensaje más tarde y tardó un momento en contestar. -Hola, mmm no ¿Porqué?- -¿Quieres empezar tus clases de guitarra?- -Estaría bien- era el momento de saber si le daba valor a nuestra amistad. -Estaba pensando en darte clases al inicio del bosque, hay un lugar que me gusta ahí cerca, es muy bonito- -Mmm no lo sé, sabes que no me gusta mucho estar entre tanta gente y hoy van muchos ahí- me hizo sentir algo mal, tal vez Danna tenía razón y le avergonzaba salir conmigo, aunque sea como amigos. Pero le daría otra oportunidad. -Sabes que no te llevaría a un lugar retacado de gente, en donde te digo casi no van muchos- -Mmm de acuerdo- -Bien, te veo afuera de nuestro edificio de dormitorios- -Okey- No me gustaba hacer sentir incómodo a Daniel, pero tenía que saber si yo era importante para él, además, con Dereck siempre se escondía y no le daba su lugar, ahora yo pedía lo mismo que Daniel, aunque no fuera su novio. -¿Y bien? ¿Dónde es ese lugar?- Dijo Daniel en cuánto llegó a mi lado. -Verás que no te arrepentirás- En sí caminamos poco, ya que el lugar al que siempre iba con mis amigas estaba a inicios del bosque, cerca de la cascada donde sacaban el agua mágica para nuestro don, lamentablemente ese lugar estaba protegido por una barrera mágica y era imposible pasar, pero al menos la vista de lejos era muy bonita y la cascada se podía escuchar. Primero le pregunté si ya había visto la cascada, a lo que me respondió que no, entonces se me ocurrió la idea de vendarle los ojos, no parecía muy convencido pero aceptó. -Cuidado- le dije mientras lo ayudaba a sentarse en una roca que estaba cerca. -Eres muy raro Adam- -Gracias- le respondí riendo. -Ya escucho la cascada, puedes destaparme los ojos- -Dame un minuto- Dije para después agacharme y ponerme frente a él para destaparle los ojos, pero me quedé viendo sus labios, estaba muy cerca, solo era acercarme un poco para besarlo y probablemente él me seguiría el beso pero… ¿Y si no? Quería arriesgarme, iba a hacerlo, me imaginé besando a Daniel en ese momento, él parecería sorprendido a pesar de traer los ojos vendados, pero me seguiría el beso y yo no hubiera querido parar de besarlo. -¿Adam? ¿Sigues ahí?- Me hizo salir de mi fantasía. -Ah, sí perdón- dije viendo sus labios una última vez para después alejarme y destaparle los ojos. -Vaya… Es muy hermoso, nunca pensé en venir a este lugar- -Y no sé porqué vienen pocas personas- -La verdad no le encuentro alguna razón lógica para no venir aquí- -Ni yo ¿Quieres empezar?- -Supongo, aunque te advierto que no te aseguro nada y probablemente te voy a romper los tímpanos- -Correré el riesgo- Empecé a enseñarle a Daniel lo básico, sujetar y acomodar bien la guitarra, ayudarle a aprenderse las cuerdas, etc. Solo lo teórico, todo llevaba pasos a seguir. Conforme pasó el tiempo más personas iban llegando, no tantas para llenar el espacio, pero tampoco tan pocas. -Bueno, supongo que por ahora voy bien, al menos hasta que empiece a tocar, ahí sí tendrás que traerte unos tapones para los oídos- -Creo que exageras- Pude ver como Daniel volteó a ver a los demás, era el momento de saber si le importaba mi amistad. -¿Quieres que nos vayamos?- Suspiró y luego hablo. -No- dijo casi en un susurro. - De hecho… Quería disculparme- Fruncí mi entrecejo para que notará mi confusión. -¿Disculparte por qué exactamente?- -Bueno… Antes de venir hacia acá, después de mandarte el último mensaje Hannah habló conmigo- Yo lo escuchaba atentamente. -¿Y qué te dijo? Si puedo saber- -Me dijo que no estaba bien que te pidiera "escondernos" y tiene razón, lo lamento Adam, es solo que…- Tuve que leerle la mente, él estaba acostumbrado a esconderse, además no quería malos entendidos, pero su disculpa me bastaba, ahora sabía que sí le importaba. No siempre le leía la mente, respetaba su privacidad, pero había algunas veces en que de verdad necesitaba saber lo que pensaba. -Está bien Daniel, no te preocupes- -¿Me leíste la mente?- -Sí- Se le subieron los colores. -Pero sabes que no siempre es exacto y no te preocupes, lo entiendo- -Sí, pero aún así es injusto para tí, eres un gran amigo, has estado para mí cuando lo necesitaba y de ahora en adelante cambiaré eso- -Está bien Daniel, la verdad es que una de mis amigas pensó lo mismo y bueno, ahora me alegra que todo esté bien- -De nuevo, te pido una disculpa- Definitivamente era el mejor chico, Daniel tendría que ser mi novio, pero sí él no quería tendría que aceptarlo aunque me doliera, aún así daría mi mayor esfuerzo. Vibró su celular y supe lo que eso significaba. -Creo que tus amigos deben de estar esperándote- -Tienes razón, pero puedes venir con nosotros sí quieres- -Gracias, pero también tengo que ver a mis amigas- -¿Algún día aceptarás una invitación?- -Tal vez- Dije y él sonrió. -Bien, nos vemos- Nos despedimos con un saludo de amigos y él se fue, pero en cuanto lo hizo varias de las personas que estaban ahí empezaron a cuchichear, tuve que leer la mente de algunos para saber lo que pensaban, hice como que veía mí celular y me concentré para tratar de escuchar algunos pensamientos, dependiendo de lo que les leyera serian las decisiones que tomaría, por el bien de mi querido Daniel. -Adam no se lo merece- -Esa técnica podría funcionar, yo podría acercarme como su amiga y después pasar a la siguiente fase- -¿Desde cuándo son amigos?- -Ahora entiendo porqué no estaban ninguno de los dos en la fiesta- -No creo que Daniel sea homosexual- Fueron algunos de los pensamientos que escuché. Daniel tenía razón, esto era una mala idea, habían muchas suposiciones, lo mejor era alejarme un poco de Daniel para que no hubiera malos entendidos. Escucharía un pensamiento más y ya. -¿Por qué Daniel está con mi chico?- Espera ¿Qué?, pensé. Volteé a todos lados, entonces fue cuando lo vi, el típico chico rubio de ojos azules del qué todas se enamoraban en los libros y cuentos. Me miraba fijamente pero en cuento lo lo vi quitó su ceño fruncido y me sonrió, me miraba con labia y eso no me gustó, justo por esa razón Daniel era más popular, este tipo era un patán, estaba con todas las personas que se le cruzaban, tenía muy mala fama y por ello no todos se le acercaban, solo alcancé a ver su sonrisa cínica cuando mis compañeros de cuarto me cerraron el campo de visión. -Así que vas sobre el chico más popular- me dijo John. -¿De qué hablas?- Pregunté fingiendo que no entendía. -No te hagas, sabemos muy bien que no eres muy bueno socializando, ni siquiera con nosotros hablas tanto, hasta te hemos invitado y nunca has aceptado.- -Sí lo he hecho algunas veces- -Dos veces en un año no cuentan Adam- me dijo Andrew, mi otro compañero de cuarto. -No es nada, solo nos acercamos después de la pelea el año pasado- -Pues apostaría a que te gusta y que le gustas-. Eso sí llamó mi atención, Andrew parecía muy seguro de lo que decía, a pesar de que nunca les dije que era gay. -¿Por qué lo dices?- -No lo sé, supongo que se nota- Sentí muy bonito que dijera eso, aunque sabía que era imposible, Daniel seguía muy mal por lo de Dereck. -Creo que se imaginan cosas- -Ya veremos, por cierto, me acabo de dar cuenta de que Daniel no es el único codiciado- Esta vez fue John el qué habló, fruncí el entrecejo por la confusión. -Definitivamente no te entiendo- -¿No me digas que no leíste la mente de los demás?- John también era un hada mental y Andrew una del amor. -Algunas- -Vamos Adam no me digas que no te diste cuenta de que aquel chico rubio, qué está intentando verte, se muere por ti- Me daba miedo John, algún día podría leerme la mente y enterarse de todo. -La verdad no le tomé importancia- -Pues deberías decírselo, porque no quiero ni decirte lo que está pensando ahorita- Ni siquiera quise leerle la mente, de verdad no me importaba. -Me alegra no ser una hada mental- Nos dijo Andrew. -Nos vemos Adam- Se despidieron. -Adiós- les respondí, no quería quedarme solo porque ese tipo se podría acercar en cualquier momento y no me interesaba hablar con él. Y justo como predije, él venía en mi dirección, pero mis amigas también, así que escribió algo en su libreta, lo hizo bola y cuando pasó por mi lado me lo lanzó disimuladamente para después irse con unos compañeros que estaban cerca. Mis amigas se sentaron a mi lado y ni siquiera notaron lo que había pasado unos segundos atrás porque venían platicando. -¿Y bien cómo te fue con Daniel?- Me preguntó Oli pero yo estaba pensando en lo otro. -¿Conocen a ese chico rubio?- les pregunté y ellas me miraron confundidas. -Solo, véanlo disimuladamente- Creo que no sabían lo que esa palabra significaba, voltearon a lo descarado. -Oh sí, se llama Oscar ¿Porqué?- Me dijo Danna. -No me digas que ahora te gusta él y dejarás la misión ser novio de Daniel- -¿Qué? No, no podría, Daniel es mi crush y lo seguirá siendo hasta que sea mi novio, si alguna vez pasa- -¿Entonces por qué preguntas por Oscar?- -Me mandó esto cuando ustedes venían-Dije dándole el papelito a una de ellas, pero no supe a cual porqué estaba viendo a ese chico. -No me sorprende- Dijo Danna y volteé a verla. -¿Qué es?- Pregunté. -Su número- -¡¿Qué?!- Dije quitándole el papelito. Ese tipo estaba loco. -¿Y se puede saber por qué no les sorprende?- -Ha ido detrás de ti desde finales del año pasado- -¿Y porqué no me dijeron? Nunca me di cuenta- -Porque estabas obsesionado con Daniel y supusimos qué no te importaría ¿O acaso te importa?- -No, es solo que me da curiosidad saber por qué le gusto- -Bueno, yo sí sé en parte- Me dijo Oli. -Pues dime- -Porque también eres codiciado y él te persigue porque eres de los pocos que no se le han acercado para intentar algo, sabes que tiene mala fama y por ahora te quiere a ti- -Pero ¿Por qué yo y no Daniel?- -No todo gira alrededor de Daniel, si quieres saber por qué tendrás que preguntarle- -No, no quiero darle ilusiones, yo quiero estar con Daniel- -Bien, pues entonces deja el tema- Y así lo hicimos, pero pude sentir la mirada de ese Oscar en todo momento. Ojalá Daniel me viera de esa forma, pensé. Aunque Oscar no tenía pudor en la forma en que me miraba, ni quisiera disimulaba y eso era frustrante porque los demás se daban cuenta. Necesitaba estar con Daniel, con él todo mejoraba, él sí era el chico de mis sueños.
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