Princesa Traviesa

Sinopsis

El principado de Liechtenstein ha sido gobernado por el joven Príncipe Emiliano II tras el retiro del previo Príncipe, su padre, quien decidió dejar todo en manos de sus hijos y establecerse en Suiza con una empresa chocolatera exitosa que le ha llevado a posicionarse entre los rubros más imponentes de dicho país.

En la dinastía de Liechtenstein existe una ley que obliga al segundo hijo a tomar posesión de la nación cumpliendo la mayoría de edad en dicho país, veintiún años. Ellinor Nassau es la segunda hija de la casa de Liechtenstein y a unos meses de cumplir con lo establecido por la ley decide abandonar todo. Ellinor temiendo no poder ser una buena gobernante decide rechazar cualquier cargo que se le imponga y escapar, su hermano furioso por la falta de responsabilidad de su hermana la castiga encerrándola en el palacio obligándola a meditar de lo que tiene que hacer.

Ellinor al escuchar que su hermano está haciendo los preparativos para la toma de posición y sobre todo sobre el absurdo el matrimonio político por conveniencia a los que todos los príncipes y princesas siempre han sido sometidos; escapar es la única solución para ella. No está preparada y al ver que su hermano no está dispuesta a escucharla no puede sino hacer huir del Principado.

Con la ayuda de su fiel guardián escapa de palacio para poder irse a un lugar donde su hermano nunca la encontraría. Birmingham, Inglaterra. Ellinor ahí se encontrara en apuros al no saber qué hacer con su vida ya que no nunca se había encontrado sola y sobre todo nunca había convivido en un ambiente fuera de lo que es su palacio. No obstante... en su primera noche, un primer encuentro con un hombre sorprendente podría cambiarle la vida.

Un hombre atractivo al que ella describe como un Noble Adonis... pero poco a poco se va dando cuenta que solo es un pervertido, dominante, maniático del control, egocéntrico y sobre todo, mujeriego.

Magnus Constantine. Presidente de la Banca más importante de Europa y de Estados Unidos, nunca ha tenido responsabilidades más que las de su trabajo; el cual hace perfectamente. Magnus no tiene de que preocuparse de la vida, fuera de la seriedad y dominancia de su trabajo, su vida es solamente una serie de actividades diversas en las que es el centro de atención alrededor de mujeres.

...Hasta la pasada noche de navidad.

Un bebé nunca había estado en sus planes, un hijo nunca había sido parte de su futuro pero la noche de Navidad le regalo un pequeño bebé de año y medio llamado Silas. Una noche mientras se queja del pequeño Silas que no para de llorar conoce a una mujer que en segundos llama su atención y no solo por su bello físico, sino por sus ojos color violeta mirándolo con tanta furia haciéndolo perder la noción de sus pensamientos.

-Señor, ¿piensa seguirme viendo como si fuese un pervertido?- le pregunta con voz suave pero a la vez llena de ira.

-No estaba viéndote, ni siquiera eres bonita.- gruñe molesto. La mirada violeta de ella vacila. –No me gustan las chicas que piensan que son el centro de atención.- ella baja la mirada. Retrocede y le vuelve a ver.

-A mí no me gustan los pervertidos que piensan que son el centro del universo.- dicho eso se da la vuelta dejando al hombre con el pequeño en brazos llorando sin parar.

Un bebé es la clave para la unión de dos personas completamente diferentes. Un hombre millonario, arrogante, mujeriego y con un ego impresionante, y a una... ¿Princesa? Dulce, tierna, honesta y con un don para ayudar inescrutable. Él necesita una niñera para su hijo y ella necesita esconderse de su familia.