—¡Hacerte responsable hubiera sido llamar al fiscal antes que nada, no generar una denuncia exponiendo tu nombre y no acompañar a la chica cómo si fueras su chaperon!— Se burla de lo frustrado qué se encuentra. —¡¿Te estás escuchando?!— Brama achinando sus ojos. —¡Se llama un poco de empatía, Rebecca, no podés pretender qué ocurra un accidente por mi culpa y no me haga cargo de dicha denuncia o de ayudar a quién fue herido!— Le hace saber. Y la mueca se su rostro es más qué suficiente cómo para qué su madre entienda qué no está bromeando, qué él no opina igual qué ella y qué tienen diferentes maneras de ver la situación. —¡No se trata de empatía cuándo nuestra familia está expuesta!— Sisea. Él sonríe negando. Jamás podrías llegar a comprender los lineamientos que tenía su madre para s

