Su madre se queda de piedra al escuchar tales palabras. —No podés hacer eso...— Comienza apretando su mandíbula con fuerza. Eros sonríe para sus adentros con orgullo al haberse salido con la suya y poder dejarle la boca sellada, por al menos unos instantes. —¡Antes de que digas cualquier cosa para hacer que me rectifique ante lo que acabo de decir, tenés que tener en cuenta que es gracias a mí qué Erick no se descarrió, que mantiene una vida de perfil bajo y hace absolutamente todo lo que querés, por no decir que manejas su vida de la forma en la que deseas!— Le guiña un ojo. Lamentablemente, no es la forma en la que le gusta manejarse ni tener este tipo de conversaciones familiares, su madre no le deja otra alternativa y siempre que tienen una reunión de este estilo ambos la conversaci

