Días arduos que le ha tocado pasar, la señora Telma no ha tenido compasión, aunque sus métodos son efectivos, Rosalinda domina los tacones y mantiene la postura con naturalidad, eso le agrada a la instructora. —Muy bien, lo lograste, pensé que te costaría más, pero lo has logrado, ahora solamente nos faltan los modales en la mesa. —Gracias, por su paciencia. —Ni lo, menciones, ahora te mostraré lo que debes hacer en la mesa, debes tener sumo cuidado. —Señora, demasiados utensilios, esto lo veo difícil de aprender. —Mira cariño, te enseñaré lo básico, lo demás tu sola te las ingeniarás, si la situación es complicada y ti no tienes idea de que hacer. Simplemente, deja que otro coma primero e imita su acción sin que se dé cuenta de que lo haces, porque podría jugarte una mala pasada.

